Bildu hace buenos sus pactos con Sánchez y supera al PNV en el Congreso

El peor de los escenarios para el PNV se cumplió el 23-J. Bildu, con seis diputados, no solo le disputa la hegemonía política en Euskadi, sino que se ha convertido en la principal fuerza vasca en el Congreso. Los radicales suman seis diputados (los cinco obtenidos en el País Vasco más otro en Navarra) y el PNV se queda con cinco. Los de Andoni Ortuzar, segundo partido, también vieron cómo el PSOE fue la fuerza más votada en la comunidad, con casi 290.000 votos. Y aunque las tres formaciones firmaron un empate en el número de escaños en la Cámara Baja, cinco para cada una, si para los socialistas y Bildu es una victoria, para ellos es una alarma roja. Dentro de un año, se tienen que celebrar elecciones autonómicas y son muchos los signos que apuntan a un cambio de ciclo.

Tras una legislatura en la que el PNV y Bildu han abanderado un discurso muy similar, el de ser la voz de Euskadi en Madrid y el de rentabilizar y exprimir las promesas arrancadas a Pedro Sánchez, dejando a un lado las proclamas nacionalistas, la pujanza de Bildu contrasta con las horas bajas que atraviesan los de Andoni Ortuzar.

Y tanto le ha funcionado la estrategia a Bildu con Sánchez, que Arnaldo Otegi no dejaba ayer ninguna duda en al aire y certificaba que su partido no permitirá un Gobierno de PP-Vox. El líder del PSOE puede volver a contar con ellos. "Por Euskal Herria Bildu, no gobernarán el PP y Vox. No somos equidistantes, cumplimos nuestra palabra y no habrá Gobierno del bloque reaccionario en el Estado", zanjó en su intervención para analizar los resultados electorales.

La euforia que exhibía Otegi no se respiraba en la sede del PNV y tampoco en el discurso de un lacónico Ortuzar. En cuatro años, de las generales de noviembre de 2019 a las de ayer, el PNV ha perdido 103.293 votos y certifica la tendencia a la baja que ya constataron las elecciones municipales. "Pondremos nuestros votos al servicio de los intereses de la ciudadanía vasca. Ha salido una aritmética muy complicada y nuestros votos volverán a ser decisivos. Los usaremos con responsabilidad", prometió Ortuzar.

El sorpaso de Bildu

Para la izquierda radical abertzale, este 23-J era una suerte de segunda vuelta tras las municipales del 28-M. Bildu, aunque segunda en número de votos, se situó el pasado mes de mayo como la principal fuerza municipal en el País Vasco gracias a una estrategia en la que primaron el pragmatismo y presumir de gestión frente a las posturas maximalistas y reivindicaciones nacionalistas. Rostros y discursos amables que poco tienen que ver con la antigua Batasuna. Ha sido la misma fórmula que ha empleado esta campaña. A excepción de dos actos conjuntos celebrados con ERC, en los que Bildu optó por agitar la bandera del derecho a decidir, la coalición radical ha mostrado un perfil moderado, con un discurso a ratos muy similar al del PNV.

No es nuevo. El 23-J ha sido el colofón a una legislatura en la que ambas formaciones han rivalizado en el Congreso de los Diputados por erigirse en la fuerza más útil para los intereses de los vascos, un campo hasta hace relativamente poco solo exprimido y rentabilizado por el PNV y que Bildu ha ido tejiendo desde que en 2018 optó por respaldar la moción de censura que acabó con la presidencia de Mariano Rajoy.

Y no es la primera vez que Bildu se impone al PNV en unas generales. Es lo que sucedió en 2011, un mes después de que ETA anunciase el fin de la violencia: entonces, Amaiur (la marca con la que concurrió la izquierda radical aquel año), si bien quedó segunda en número de votos, consiguió seis diputados (siete si se suman los navarros) frente a los cinco que consiguió el PNV. Ahora, no obstante, el escenario es bien distinto. Queda menos de un año para las autonómicas y el panorama es muy inquietante para el PNV. ¿Es la constatación de un cambio de ciclo en el País Vasco? Esta es la idea que Bildu lleva tiempo defendiendo.

El otro gran triunfador

En el País Vasco, más allá de la victoria del PSOE y de la pujanza de Bildu, el otro gran triunfador de la noche fue el PP. Los populares revalidaron su escaño en Vizcaya y ganaron otro por Álava, el que hace cuatro años se le resistió a Javier Maroto. La formación, al igual que sucedió en las municipales, ha crecido. En concreto, ha obtenido este 23-J un total de 131.744 votos, 26.998 más que hace cuatro años, y esos dos asientos en la Cámara Baja.

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Por su parte, a Sumar le han pesado varios factores. Entre ellos, el hecho de que Bildu se haya comido a gran parte de su electorado y que el PSOE haya sabido rentabilizar el voto útil en el bando de la izquierda. Yolanda Díaz solo ha obtenido un escaño en el Congreso (127.000 votos), frente a los tres que obtuvo Podemos hace cuatro años. Los morados llegaron a ser la fuerza más votada en las generales de 2016 en el País Vasco. De aquel apoyo masivo (seis diputados y más de 330.000 votos), hoy queda bien poco.