El fuego de Tàrbena augura un verano caliente y pone a prueba la capacidad de Mazón y Vox

Fue la consellera de Justicia, Elisa Núñez, la que abrió la espita este domingo. Nueve meses después de haber tomado posesión del cargo, con un Consell que ha ido afianzándose en los despachos de la Generalitat y con el recuerdo de la etapa del Botànic de socialistas y Compromís cada día más atrás, no dudó en atribuir a la "negligencia" en la gestión del anterior Gobierno autonómico las llamas del incendio que estos días castigan al término municipal de Tàrbena (Alicante) hayan corrido "como un polvorín".

Las afirmaciones de la consejera designada por Vox no tardaron en tener respuesta de los grupos de la oposición, que recordaron a Núñez los recortes presupuestarios aplicados para 2024 por su departamento en materia de lucha contra incendios y el negacionismo de su partido ante el fenómeno del cambio climático y, por tanto, sus efectos sobre los tradicionales riesgos forestales en una zona, la del Mediterráneo, repleta de especies pirófilas.

Alrededor de 640 hectáreas han sido calcinadas ya por las llamas de un incendio que llega cuando apenas acaba de estrenarse la primavera y coincide con el primer subidón de las temperaturas, que ya están batiendo récords del mes de abril en España. El primer gran incendio de la temporada en la Comunidad Valenciana podría ser el anticipo de un verano caliente en el que calor y ausencia de lluvias van a combinarse, elevando el riesgo de afectación de las llamas, sea cuales sean sus causas.

En el caso de Tàrbena, las investigaciones señalan a la quema de unos rastrojos agrícolas. Dos personas han sido detenidas y posteriormente puestas en libertad por esta razón. La Generalitat ha anticipado la prohibición de este tipo de actuaciones a partir de este martes 16 de abril hasta el 15 de octubre, ante el riesgo que suponen en un escenario de alerta extrema de incendios.

La prevención y extinción de posibles nuevos focos en la Comunidad Valenciana va a poner a prueba al Consell que preside Carlos Mazón y en especial a un departamento, el de Emergencias, que quedó en manos de Vox en el reparto competencial cuando el PP y el partido de Santiago Abascal. Hace varias semanas, a propósito del trágico incendio en el edificio del barrio de Campanar, el PSPV-PSOE ofreció al barón popular en las Cortes Valencianas un pacto por sacar las emergencias de la bronca política, guante que Mazón recogió.

De aquella sesión surgió una reunión discreta del portavoz popular Miguel Barrachina, el socialista José Muñoz, el de Compromís, Joan Baldoví, y el de Vox, José María Llanos, en la que participó el secretario autonómico de Presidencia, Cayetano García, uno de los hombres fuertes en el núcleo de Mazón.

El encuentro no pasó de un intercambio informativo y concluyó sin un acuerdo concreto. Pero la posibilidad de un pacto de no agresión pareció esfumarse este domingo con la intervención de la propia consellera Núñez, competente en emergencias, al poner el retrovisor y señalar a los anteriores gestores en el foco de Tàrbena. Pese a llevar ya nueve meses en el cargo, la dirigente de Vox ha abierto una puerta que puede volvérsele en contra este verano, cuando le será mucho más complicado atribuir a sus antecesores una mala gestión de la masa forestal o limpieza de bosques como razón de la devastación y propagación de las llamas. Ese argumento fue empleado por los populares y Vox la pasada legislatura en grandes incendios como el de Bejís para criticar al Ejecutivo autonómico dirigido por el socialista Ximo Puig.

Tras criticar sus palabras, socialistas y Compromís han reclamado la comparecencia de la consellera de Vox en las Cortes Valencianas para que explique su gestión y las razones por las que la Generalitat no ha prohibido hasta este mismo lunes las quemas de restos agrícolas, pese a las alertas y el comportamiento climático. “Los socialistas ofrecimos un pacto por las emergencias del que todavía no hemos recibido respuesta”, reprochó Muñoz, quien hizo responsable a Mazón de las palabras de la consellera de Vox a Mazón al criticarle que “lo achaque todo a la herencia y no se digne a visitar el lugar del incendio”. El president, sin embargo, sí acudió ayer a la zona afectada, donde informó de que "todo apunta" a una "mala praxis" en una quema agrícola, dijo tras reunirse con la delegada del Gobierno, la socialista Pilar Bernabé. Mazón evitó buscar responsables en la gestión política anterior, al menos en público.

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EFE Europa Press

El incendio de Tàrbena ha vuelto a evidenciar la necesidad de coordinar las actuaciones de cuerpos de extinción de distintas administraciones para poder dar batalla a las llamas. En esta población alicantina participan medios de la Generalitat, de la Diputación de Alicante y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército de Tierra, dependiente del Ministerio de Defensa.

Como ya le ocurrió al Botànic, el nuevo Consell afronta la nueva campaña con los bomberos forestales autonómicos en pie de guerra y reclamando más medios, más efectivos y medidas de estabilidad laboral. Este martes, la plataforma de sindicatos que agrupa a los bomberos ha convocado una concentración de protesta en Valencia. Solicitan más efectivos para reducir los turnos de trabajo, estabilización laboral de interinos y temporales, un primer convenio colectivo en la empresa autonómica que los agrupa (Sgise), dependiente de Núñez. También quieren que las unidades estén operativas los 365 días al año. La oposición afea además a la Conselleria de Justicia e Interior falta de planificación y que haya reducido en catorce millones de euros el presupuesto de 2024 para combatir las emergencias y dotarse de medios.