CaixaBank rescata a Acuamed con 130 M en plena sequía y con desaladoras infrautilizadas

Aguas de las Cuencas del Mediteráneo (Acuamed) es una mercantil que vive financieramente al límite. La empresa estatal encargada de la explotación de las grandes desaladoras del Mediterráneo, incluida la de Sagunto, que llenará de agua barcos de urgencia con destino a Barcelona este verano, arrastra un importante agujero contable como consecuencia de la acumulación de pérdidas que ha forzado al Gobierno central a planificar una inyección de capital de más de 609 millones de euros para estabilizar su balance. Una política tarifaria con déficit crónico y los costes de la energía explican el desajuste.

Las tensiones de tesorería derivadas del incremento de costes eléctricos y la decisión del Ministerio de Transición Ecológica de paralizar los procedimientos de recuperación de deudas a clientes por la crisis de la guerra de Ucrania en 2022 obligaron a la empresa a tramitar una póliza de crédito de urgencia a principios del año pasado de 130 millones de euros para atender sus compromisos inmediatos.

El producto financiero fue contratado con CaixaBank, que salió al rescate del organismo del Estado en un momento crítico en sus finanzas. El dinero sirvió para afrontar el pago de intereses de un préstamo multimillonario suscrito con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y deudas pendientes con entidades de crédito como la propia CaixaBank, el Santander y el BBVA. Los recursos obtenidos con estas operaciones han servido para financiar obras hidráulicas en el trasvase Júcar-Vinalopó, la conducción Rabasa-Fenollar en Alicante o el abastecimiento de Hellín en Albacete.

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La operación de emergencia con CaixaBank, que vencía en enero de 2024, se produjo para paliar la tensión de liquidez que afloró al cierre del ejercicio de 2022, en que la empresa perdió 199 millones de euros. Aquel año, la sequía comenzaba a azotar varias autonomías y su presencia coincidió con un importante crecimiento de los precios de la electricidad, uno de los factores de mayor impacto en la estructura de costes de las desaladoras, grandes consumidoras de energía.

Acuamed está sirviendo agua subvencionada 'de facto' pese a las quejas de regantes por las tarifas

En paralelo, la presión de los usuarios, principalmente colectivos de regantes o entidades que contratan el servicio a través de las confederaciones hidrográficas del Júcar o del Segura, ha llevado al Ministerio de Transición Ecológica a promover medidas de apoyo que pasan por no trasladar el incremento de costes a las tarifas del servicio. El Real Decreto-ley 4/2022, de 15 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes de respaldo a los agricultores por la sequía, llevó a Acuamed, cuyas desaladoras siguen funcionando por debajo de su capacidad, a mantener "convenios deficitarios" con usuarios en las plantas de Carboneras y Dalías (Almería) y la de Águilas (Almería).

Es decir, pese a la queja recurrente de los regantes sobre la carencia de nutrientes y los precios, factores que explican también su baja demanda y la preferencia por aguas de cuenca cada vez más disputadas, Acuamed sirve de facto líquido subvencionado al sector agrario. Solo en 2022 y 2023, el Gobierno ha tenido que inyectar 188,2 millones de euros en aportaciones de capital a la sociedad estatal para compensar las pérdidas de ese "déficit de tarifa".

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El desajuste financiero viene recogido de forma cruda en la memoria depositada en el Registro Mercantil: "La sociedad asume de forma recurrente pérdidas en su actividad y las mismas se han visto incrementadas de forma alarmante en los ejercicios 2021 y 2022 como consecuencia del aumento de los costes eléctricos y a la imposibilidad, en muchos casos, de trasladar este aumento del coste al cliente final en la facturación. Esto podría suponer que la sociedad se viera con problemas para poder continuar con su actividad y que se llegase a un desequilibrio patrimonial".

"Solvencia garantizada"

Fuentes de Acuamed consultadas por El Confidencial señalan que, pese al desfase entre la estructura de costes y la política de precios, las aportaciones del Ministerio de Transición Ecológica vía ampliaciones de capital aseguran que "la solvencia y liquidez de la sociedad estén garantizadas".

Un ejemplo de esta política de generosidad con los usuarios es el caso de la solución "puntual" del transporte de agua a Barcelona a partir de junio desde Sagunto. La ministra Teresa Ribera apuntó este lunes que Acuamed no cobrará por el líquido producido a la Generalitat de Cataluña, aunque la Administración que preside el republicano Pere Aragonès sí deberá cubrir los costes de los fletes de los barcos. Se estima un coste por metro cúbico de agua desalada de unos 0,9-1 euros, que fluctuará en función del precio de la energía en el momento de la producción.

La sociedad estatal también se hará cargo de la obra de emergencia para construir un nuevo conducto de 600 mm de diámetro de conexión entre la planta desaladora con el muelle sur de la dársena del puerto de Sagunto, con una longitud estimada de 2 km. Esta nueva conducción permitirá triplicar el caudal de flujo de agua hacia los barcos cisterna, que ahora es de 7.200 m³/día, y favorecer la velocidad en el suministro. Del mismo modo, Ribera ha avanzado que la empresa estatal cubrirá el coste de 500 millones de las dos desaladoras nuevas (Tordera II y Foix) que cubrirán la demanda y darán solución a los problemas de suministro de Barcelona en situaciones de sequía.