Música y fútbol: de la balada sobre Kempes a la peña del Levante de Los Chikos del Maíz y Zoo

Es 8 de marzo de 1981 en Buenos Aires y Freddie Mercury se enfunda la camiseta albiceleste frente a 40.000 argentinos en la cancha de Vélez Sarsfield. El vocalista de Queen presenta a Diego Armando Maradona, que aparece en escenario y, micro en mano, resuelve: “Quiero agradecer a Freddie y a los Queen por hacernos tan feliz. Y ahora, otro muerde el polvo”. Mientras aflora el bajo que preludia a Another one bites the dust, el futbolista de veinte años abandona la escena. Minutos antes, en el camerino, había posado con una elástica de la Union Jack británica junto a la banda inglesa. Aquella estampa, impensable un año después, tras el comienzo de la Guerra de Las Malvinas que separaría a la ciudadanía argentina y británica, fue el acto fundacional de las grandes relaciones públicas a nivel global entre estrellas del balón y de la música, exceptuando la discreta visita de Mick Jagger a un Pelé, ya en retirada, en el vestuario del Cosmos de Nueva York, en 1977.

Con el Mundial de Catar a punto de arrancar se suceden las negativas de las grandes estrellas del pop a participar en la gala inaugural del evento. La última renuncia corre a cargo de Rod Stewart, uno de los roqueros con más querencia por el deporte rey, que habría rechazado más de un millón de euros. Hace unos días eran Shakira y Dua Lipa quienes se negaban a cantar en un país que vulnera los derechos humanos. A lo largo de la historia de la Copa del Mundo la música ha salpicado estas citas con los himnos oficiales de artistas como Ennio Morricone, Gianna Nannini, Ricky Martin, Youssou N'Dour, Daryl Hall o la propia Shakira. En el ámbito valenciano, con Nacho Cano amenazando con componer las loas del centenario del Villarreal CF, la relación entre música pop y fútbol se reparte mayoritariamente entre los dos ilustres de la capital: Valencia CF y Levante UD.

El pasado 14 de noviembre se cumplieron 43 años del partido disputado entre la Selección Argentina sub-20 y el Valencia CF en el estadio Monumental de Buenos Aires, en 1979. Aquel duelo amistoso supuso el encuentro en una cancha entre el presente y el futuro del fútbol mundial. Mario Alberto Kempes, ganador del Mundial 78 y máxima figura histórica del valencianismo, y Diego Armando Maradona, enfundado tras el pitido final con la camiseta del club valenciano, intercambiaban elogios frente a las cámaras de la televisión argentina. El músico valenciano Cisco Fran, líder de La Gran Esperanza Blanca, tenía 13 años cuando en 1976 Kempes debutó con la camiseta del Valencia CF. “En mi niñez, Mestalla era una extensión de mi casa. Siempre he sido aficionado del Valencia. Mi interés por fusionar el rock con el fútbol surge de los estadounidenses The Baseball Project. Este supergrupo formado por Steve Wynn, de The Dream Syndicate, Mike Mills y Peter Buck, ambos de REM, compone temas sobre béisbol americano, y en la Navidad de 2011, imbuido de cierta melancolía, pensé en aquel debut de 1976 y compuse Nostalgia de Bell Ville. En 2012 lanzamos el disco La balada de Diarte y Kempes junto con Los Radiadores. Después he publicado cuatro temas más sobre el Valencia, uno sobre la Liga ganada en Sarrià en 1971, un par acerca de los centenarios del club y del estadio, y otro sobre la final de Copa del Rey de 2021”.

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Cayetano Ros. Valencia

La relación del cantante valenciano con el mito del valencianismo nació hace veinte años. “Federico Chaine, biógrafo de Kempes, se plantó en Valencia con la intención de publicar un libro sobre su compatriota. Una calurosa tarde de septiembre fuimos a casa de Mario, en la calle Norte, y nos recibió en gallumbos y pelambrera al viento. Fue un encuentro muy potente”, explica Fran. El 27 de septiembre de 2013, el Valencia CF nombró embajador a Kempes, y su jefe de prensa Damià Vidagany reclamó a Cisco para actuar en el acto de homenaje frente al delantero cordobés, en la Plaza de la Afición. “La canción ha tenido bastante recorrido ya que la tocamos en una presentación del equipo ante el Tottenham, en el estreno de la autobiografía de Mario Alberto o en la televisión valenciana À Punt. Eso sí, desde que entró Peter Lim no han vuelto a solicitar nuestra presencia. En 2018 editamos Volverán, una canción sobre el centenario del club, con versión de Miquel Gil en valenciano, y en cuanto los medios se hicieron eco empezaron a aflorar otros temas sobre el aniversario compuestos por Seguridad Social y Tardor, entre otros. Finalmente, el club decidió encargar al grupo Bombai el himno oficial sobre los cien años de la entidad y obviaron al resto, incluida la de Tardor que pegó muchísimo y llegó a ser una especie de himno oficioso”, concluye el compositor.

Al norte de la ciudad, en el barrio de Els Orriols, se halla la sede del Levante Unión Deportiva. Desde 2011, en la grada Gol Alboraia se ubica la peña Charlie Sheen, formada por varios de los músicos más relevantes de la ciudad. Entre sus célebres miembros destacan Panxo, de Zoo, o Toni Mejías, de Los Chikos del Maíz, además de su instigador, Jordi Encinas, líder del combo satírico Devólver: “Nuestra filosofía es reírnos de la solemnidad del fútbol y crear cantos ingeniosos alejados de los típicos que suenan en todos los estadios. Aquí hay mucho sentido del humor y nada de agresividad hooligan. Aunque ahora estemos en Segunda División, hemos vivido los mejores años de la historia del club, ganando a los grandes y compitiendo en Europa. En el aspecto musical, el grupo de heavy The Phantoms grabó una versión rock del himno del club a finales de los años noventa que se ha mantenido en el tiempo. Su líder, Txus Bisquert, es un mítico de la escena metal valenciana desde los tiempos del bar Watio Mudéjar en los años ochenta. Las versiones posteriores, a cargo de A de Arte, que sonaban como Andy y Lucas, o de Sandra Polop son un tanto extrañas”.

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Cayetano Ros. Valencia

En 2011, Los Chikos del Maíz irrumpieron en la primera línea de la escena del rap nacional con Pasión de talibanes. Pese a que habían comenzado su andadura en 2005 con Miedo y asco en Valencia, el combo valenciano se convirtió la pasada década en un imprescindible de la rima contestataria. “De niño era muy futbolero pero en la adolescencia me volqué con la música. Hace unos diez años me reenganché como socio del Levante UD gracias a amigos como Panxo (Zoo) y Jordi de Devólver. El equipo sigue siendo un reducto como club modesto pero orgulloso. Un ejemplo de resistencia dentro de lo que se ha convertido el fútbol moderno. Hubo un tiempo en que en la escena musical más esencialista el ambiente del fútbol estaba considerado como algo banal, pero creo que eso ha cambiado, yo lo vivo como una expresión de la cultura popular, con todas sus contradicciones, y el Levante es un ejemplo de entidad nutrida por los barrios populares de Orriols o Poblados Marítimos”, comenta Toni Mejías.

Un lustro antes de que Andrés Iniesta empeinara un balón que el guardameta neerlandés Stekelenburg no pudo despejar antes de traspasar la línea de gol, los valencianos La Habitación Roja compusieron Nunca ganaremos el Mundial. El grupo de La Eliana se divide entre el valencianismo de su cantante Jorge Martí, exjugador de fútbol en su juventud, y el granota de cuna José Marco, batería de la banda de pop: “Mi padre es levantinista de toda la vida y aún cuenta que en 1977 me lanzó por los aires celebrando un gol de Pastelito Díaz. Ahora soy yo quien lleva a mis hijas al Ciutat de Valencia, así que somo tres generaciones de granotas. Hemos visto desde partidos de Segunda B hasta jugar Copa de la UEFA o semifinales de Copa del Rey. En esta ciudad se da por hecho que todo el mundo es del Valencia CF, pero eso es falso, tenemos una gran masa social”.

Antes de la venta del Valencia CF al empresario singapurés Peter Lim, el club organizó unos eventos con protagonistas de la cultura valenciana. “El Real Valladolid utilizó nuestra canción Nuevos tiempos para salir al terreno de juego y, con Amadeo Salvo de presidente, el Valencia CF nos convidó al palco de Mestalla y nos obsequió una camiseta con el nombre de la banda. Hasta el momento, el Levante no nos ha requerido. Yo estoy deseando que mi club haga algo parecido e invite a La Habitación Roja. Iríamos todos: si yo cumplí en Mestalla ellos vienen a Orriols”, concluye Marco.