El independentismo se vuelca para defender a Assange y evitar su extradición a EEUU

El independentismo catalán anda revuelto estos días, pero no por ningún motivo tradicional de la "represión del Estado español", sino por otro muy distinto. Uno de los iconos que ha adoptado los últimos años, el activista Julian Assange, se enfrenta a una vista judicial que debe decidir si es extraditado a Estados Unidos o no. Assange, que fue contactado por dirigentes de la causa nacionalista y que incluso comparte abogado con el también fugado Carles Puigdemont, decidió apoyar la causa catalana a cambio del apoyo internacional (e incondicional) del soberanismo catalán.

Así, este miércoles, diversas plataformas independentistas han convocado una concentración ante el consulado británico de Barcelona, en la avenida Diagonal, con el fin de protestar contra la extradición del activista fundador de WikiLeaks. “Es preciso luchar por los que defienden nuestros derechos. Es preciso luchar por el periodismo verídico y honesto. Quieren que el caso Assange sea un castigo ejemplar”, señalan. Por eso, argumentan que este 20 de febrero “es necesario salir a la calle”.

En noviembre de 2017, en plena fuga de Puigdemont, Assange recibió en la embajada de Ecuador en Londres, donde se encontraba refugiado, la visita de Oriol Soler, uno de los dirigentes del independentismo. Soler es un hombre muy cercano a ERC y posteriormente fue detenido en la operación Voloh, en la que se descubrió que era uno de los supuestos dirigentes de Tsunami Democràtic, plataforma en la que operaba bajo el alias de Rigoberta y Rigoberta 2. También fue el asesor de varios vídeos propagandísticos sufragados por diversas entidades, como Òmnium Cultural, a través de los que se proyectaba una imagen distorsionada de la actualidad política y social.

La reunión tuvo lugar el 9 de noviembre y duró cuatro horas. A partir de ese momento, Assange comenzó a interferir en el procés y contribuyó no solo a dar apoyo a las reivindicaciones soberanistas, sino a difundir desinformaciones para menoscabar la imagen internacional de España. El encuentro sirvió para cimentar una extraña alianza entre el activista australiano y los extremistas catalanes.

Enemigos peligrosos

Pero los contactos venían de atrás. Antes del referéndum del 1 de octubre de 2017, Assange fue convencido para apoyar la causa. En una videoconferencia proyectada en un acto soberanista el 27 de septiembre de 2017, el fugado de la Justicia norteamericana aseguró que "este choque entre los catalanes y el Estado español es un hecho determinante en la historia de Occidente (…) lo que pase en Cataluña creará un precedente de libertad y opresión para todo el mundo occidental".

Assange tiene extrañas alianzas en Estados Unidos. El primer político de aquel país que le visitó en su refugio de la embajada ecuatoriana fue Dana Rohrabacher, el amigo americano de los independentistas catalanes (y uno de los que concedieron suculentos contratos a la empresa Grífols, cuyo propietario apostaba abiertamente por el independentismo), alineado con el ala más derechista del partido de Donald Trump hasta que perdió su escaño al no resultar reelegido.

Rohrabacher mantiene excelentes contactos con Vladímir Putin y fue uno de sus mayores defensores en los EEUU. Rohrabacher llevó a Assange un mensaje de Trump: le otorgaba el indulto si negaba que Rusia había tenido algo que ver en la filtración de los correos de Hilary Clinton.

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Giovanni Pigni. San Petersburgo

A partir de la entrevista de Soler con Assange, miembros de la cúpula del independentismo han estado en contacto permanente con el activista y su círculo más íntimo: su esposa, Stella Assange, su madre, Christine, su padre, John Shipton, o su hermano, Gabriel Shipton, uno de los protagonistas del documental Ithaka, fueron interlocutores mimados por el soberanismo.

Esa cercanía llevó a los dirigentes independentistas catalanes a poner siempre al servicio de la familia de Assange todas sus herramientas a la hora de participar y sustentar campañas internacionales por la liberación del activista.

Los contactos se estrecharon el año pasado, tras la creación del colectivo Don’t Extradite Assange, con el fin de presionar para evitar la extradición del activista. El cuñado de Assange, Adrian Devant (hermano de Stella), llegó a presentar el documental Ithaka en Barcelona el año pasado.

Movilización por tierra, mar y aire

Con esos antecedentes, el independentismo catalán participará en un acto a nivel mundial que tiene su epicentro en Londres, con una concentración ante la Corte Real de Justicia. A la misma hora, se realizarán otras concentraciones en diversas partes del mundo y Barcelona es una de ellas. La plataforma La Resistencia, una de las más activas del espectro soberanista, lleva días difundiendo mensajes de Stella Assange y reclamando la necesidad de apoyarle. Para ello, ha traducido el material propagandístico del inglés y lo ha adaptado a las circunstancias catalanas. "Es ahora o nunca", reza el lema que difunde para apoyar al activista

La Resistencia distribuyó ya hace varias semanas un listado con las principales embajadas y consulados del mundo en los que se realizarán concentraciones de apoyo el 20 de febrero: son 13. Pero el 21 de febrero solo habrá, de momento, concentraciones en Londres y Barcelona.

En la página oficial de las movilizaciones, que controla Stella Assange, figuran, en cambio, siete concentraciones el día 20 en "la península Ibérica": Madrid (ante la embajada de los Estados Unidos), Barcelona, Bilbao, Tarragona, Huesca, Reus (convocada por la ANC) y Els Pallaressos (convocada por el Partido Pirata). Solo Estados Unidos y Alemania, con ocho concentraciones cada uno, tienen más actos que España. Además, Cataluña acapara cuatro de las concentraciones de toda la Península, lo que remarca el interés en esta comunidad por la figura del activista.

A partir de la entrevista de Soler con Assange, miembros de la cúpula independentista han estado en contacto permanente con el activista

El Consell de la República, el órgano áulico de Puigdemont, también se suma a esa campaña. "El Consell apoya al movimiento Free Assange Wave, que lucha por la libertad del activista y periodista Julian Assange, creador de WikiLeaks, y por el derecho de la ciudadanía a una información veraz y por el derecho de los periodistas a investigar y publicar sin que padezcan los riesgos de ser encarcelados o perder la vida", difundió por varios canales el órgano de Puigdemont. Incluso la plataforma Junts x Junts (que agrupa a un sector de este partido) ha llamado a sus militantes a participar en la protesta.

La ANC se ha sumado al llamamiento. "Ante este ataque a la libertad de prensa, no nos quedaremos de brazos cruzados —advierte la entidad soberanista—. El próximo martes 20 de febrero a las 19:00 protestaremos ante el consulado británico para reclamar la liberación de Julian Assange". Se trata, pues, de un desembarco de plataformas y entidades por tierra, mar y aire en defensa de una de las figuras ganadas para la causa que contribuyeron en gran manera a la difusión internacional de la propaganda independentista.