Espai Ginebra: cómo el independentismo naufragó en Suiza por el pique entre ERC y Junts

Carles Puigdemont logró que el PSOE aceptase como intermediario y supervisor de los acuerdos de investidura a un asesor del independentismo que durante años ha aconsejado a Junts y a ERC sobre cómo separarse de España. Y también intentó mantener las relaciones entre ambos partidos en momentos de una gran tensión interna. Esa plataforma era conocida como Espai Ginebra y fue el escenario de importantes disputas entras las principales fuerzas soberanistas.

En sus conversaciones con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, Puigdemont propuso a la Fundación Henry Dunant, una organización fundada en Chile, pero con oficina abierta en Suiza, como verificador internacional. En su sede de Ginebra, se reunieron en 2005 representantes de ETA y del Gobierno español, que entonces presidía José Luis Rodríguez Zapatero. Años más tarde, su director ejecutivo, David Harland, fue el encargado de anunciar la disolución de la banda terrorista.

La relación de esta fundación con Junts viene de hace años. La Fundación llega al independentismo catalán de la mano de Arnaldo Otegi, que mantiene buena relación con todo el mundo independentista catalán. La fugada secretaria general de ERC, Marta Rovira, tiene también línea directa con la cúpula de la organización en Suiza y fue una de las interlocutoras para que la entidad helvética asesorase al soberanismo.

No obstante, algunos sectores de JxCAT hablaron en privado con la Fundación para intentar contrarrestar la ascendencia que los republicanos pudieran tener sobre los suizos.

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Tras aceptar el PSOE las premisas de Junts, se eligió al diplomático salvadoreño Francisco Galindo como el coordinador de la verificación, con el visto bueno de la Fundación. Sin embargo, los de Puigdemont ocultaban a los socialistas que la Fundación ya asesoraba al independentismo desde años antes sobre su estrategia internacional para independizarse de España.

Lo hacía desde una estructura conocida en los círculos independentistas como Espai Ginebra, cuya misión era doble. Por un lado, asesorar al secesionismo sobre los pasos a seguir para romper España. Y, por otro, mantener la cohesión del movimiento soberanista, tratando de minimizar los desacuerdos entre los distintos partidos. Las reuniones también se conocían como contactos con HD (las siglas de Henry Dunant) y son abundantes en los mensajes que se intercambiaban las cúpulas de Junts y ERC.

"La carta internacional"

Puigdemont, según las fuentes, solo se fiaba, para transmitir los mensajes a HD o recibir información sobre sus reuniones, de dos hombres, siempre y cuando no estuviera él presente: Josep Lluís Alay, jefe de su Oficina, y Josep Rius, portavoz de Junts. En el teléfono de Alay, se encontraron evidencias de la intención de Junts de jugar "la carta internacional" con el apoyo de HD, al menos cinco años antes de que esta fuese aceptada por Sánchez como verificadora neutral de los acuerdos de JxCAT y PSOE.

Un detalle significativo es que el 29 de agosto de 2019 se convocó una cumbre en Ginebra a la que debían asistir representantes de Junts, ERC, la CUP, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. A esa cumbre asistieron, entre otros, Carles Puigdemont, el entonces president Quim Torra, Marta Rovira, Elsa Artadi, Marta Vilalta, Anna Gabriel... y Arnaldo Otegi.

El juez Manuel García-Castellón considera que esa reunión se realizó con el fin de dar carta de naturaleza al nacimiento de la plataforma Tsunami Democràtic. En la agenda de Alay, el juez encontró una cita importante para el 28 de agosto. Había anotado una "reunión previa MR y AO en Ginebra con cena". Según los investigadores, Puigdemont se reunió con Marta Rovira y Arnaldo Otegi en privado antes de la cumbre de todos, en una reunión que comenzó a las 5 de la tarde y acabó a las 9 de la noche.

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EFE

Apenas unos días más tarde, Alay escribía a Marta Rovira: "He estado reflexionando sobre la posibilidad de hacer una próxima reunión presencial HD en Perpignan. No me parece buena idea. Estas reuniones desde el primer día del año 2019 siempre se han basado en mantener el espacio físico en un país diplomáticamente neutral y discreto como Suiza".

El temor era que el encuentro pudiese ser grabado por los servicios españoles (o franceses), mientras que en Suiza las estructuras secesionistas catalanas gozaban de la protección de la Administración, por lo que en tierras helvéticas se sentían más seguros. Alay le comunica a Rovira que no quiere "quemar el canal suizo antes de tiempo" y que se ha de proteger el "espacio HD". Los investigadores sostienen que lo que hacía Henry Dunant en ese momento era intentar cohesionar el independentismo catalán y dirigirlo por un camino de ruptura con España.

"Hemos perdido el tiempo"

El 25 de junio de 2020, Carles Puigdemont descubre la esencia de lo que es el Espai Ginebra. En una conversación con su jefe de Oficina, Josep Lluís Alay, dice textualmente: "El Espai Ginebra había de servir para pacificar las relaciones entre nosotros, pero hemos estado perdiendo el tiempo. Desde ERC, aún la semana pasada, gente tan significativa como Pérez Lozano, director académico de la Fundació Irla, continúan dirigiéndose a nosotros como Convergència. No nos respetan. Y sin respeto es imposible rebajar la tensión. A ver qué te dice".

La alusión de la última frase de Puigdemont hacía referencia al senador de Bildu Gorka Elejabarrieta, con quien Alay se iba a reunir ese mismo día. Elejabarrieta es un hombre de confianza de Arnaldo Otegi y uno de los actuales negociadores con el PSOE en nombre de Bildu. En septiembre de 2021, el senador se desplazó a París para apoyar al etarra Josu Ternera en el juicio en el que se le acusaba de pertenencia a banda armada.

Alay, por otro lado, era uno de los impulsores de la creación del espacio común en Suiza. "Te lo he ido insinuando también y se lo he dicho muy claro a Josep Rius [portavoz de JxCAT]. Para mí, hace muchas semanas que he perdido toda confianza en el Espai Ginebra, especialmente en la Marta (dice una cosa y hace otra) y también en David (ha cambiado a posiciones muy de los comunes). Hoy tenemos el Espai sin suizos, pero será un poema. Mañana, con los suizos, ya no sé qué decir. Creo que debería viajar pronto a Ginebra para poder hablar en privado con HD si lo ves bien", contestaba Alay a su jefe.

De una tacada, la mano derecha de Puigdemont desvelaba las fuertes tensiones en el seno del independentismo y los profundos desacuerdos de Puigdemont con Marta Rovira, secretaria general de ERC, y con David Fernández, representante de la CUP. "La única obsesión de la Marta (y de toda ERC) ahora es tirar adelante la Mesa con el Gobierno español. Solo nos quieren para eso, para que les justifiquemos de esta manera la mesa", añadía Alay, aludiendo al interés de ERC de formalizar la mesa de diálogo con Madrid. "Habla con Rius, que también está al corriente de todo. Creo que vale la pena ir a Suiza y hablar directamente con HD", le ordenó Puigdemont.

Una "actitud lamentable"

El 14 de julio de 2020, Alay reflejaba en su agenda una reunión "telemática Ginebra con HD incluido". Y especificaba: "Será un trámite. Dada la segunda crisis del coronavirus en el país, la mesa ha pasado de nuevo a un segundo plano". Esa reunión no fue bien. "¡Qué nervios hoy en la reunión Ginebra! La actitud de la Marta y de Xavier ha sido muy lamentable. Y además nos han abierto una discusión por la mesa de negociación ante los suizos muy poco edificante y muy contraproducente. Solo me lo explico por los nervios que tienen, porque la mesa se decida tanto sí como no antes de las elecciones", acusaba luego Alay a Puigdemont, que en esa ocasión no había participado.

El Xavier era Xavier Vendrell, exsecretario de Organización de ERC y exconseller de Gobernación, uno de los interlocutores republicanos por sus puentes con Puigdemont y el principal implicado en el caso Voloh, además de uno de los principales cabecillas de Tsunami Democràtic. El 23 de julio, Marta Rovira avisa a sus compañeros de JxCAT y ERC de que "los de HD me dicen que es mejor un encuentro presencial y con plan de trabajo. Proponen a finales de agosto. Si hay mesa antes, que les avisemos".

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El hilo directo de Rovira con Henry Dunant hacía desconfiar a los de Junts sobre la posible manipulación de la organización internacional por parte de ERC. Lo que temía Junts era que aprovechase el apoyo de la Fundación para cerrar la mesa de diálogo con el Gobierno central, dejando a los posconvergentes en fuera de juego.

En agosto de 2020, las relaciones entre los principales grupos independentistas ya están muy maltrechas. "He pedido a Marta Rovira que se vuelva a reunir el grupo HD (sin suizos) la semana que viene. A ver qué explicaciones dan. Hace un mes que no hay contacto del grupo", se queja Alay a Puigdemont el 22 de agosto. Desde entonces, todo fue de mal en peor. Poco después, estalló el escándalo Voloh y parte de los implicados en la estructura montada en Suiza fueron detenidos. Paralelamente, la estructura de Tsunami Democràtic comenzaba a quedar a la intemperie.