Es noticia
Rovira, la mano que mece la cuna de ERC desde Suiza y que jamás dejó de conspirar contra España
  1. España
  2. Cataluña
Tsunami Democràtic

Rovira, la mano que mece la cuna de ERC desde Suiza y que jamás dejó de conspirar contra España

La dirigente huyó al país helvético en marzo de 2018, tras sospechar que la iban a detener por su papel preponderante el 1-O y porque había visitado a Puigdemont en secreto

Foto: Marta Rovira 'online' desde Suiza en un acto con Junqueras. (EFE/Quique García)
Marta Rovira 'online' desde Suiza en un acto con Junqueras. (EFE/Quique García)

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, abandonó precipitadamente España en marzo de 2018 para trasladarse a Suiza. Un viaje sin retorno inmediato que más tenía de escenificación que de seny ('sensatez'). Debía ir a declarar ante el Tribunal Supremo y dio plantón a los jueces. A su precipitada huida se le concedió el calificativo de exilio, como había hecho Carles Puigdemont. A partir de entonces, la formación también tendría su propio exiliado, pero en Suiza. Tras cinco años lejos, Rovira prepara la vuelta a Cataluña, finiquitado el peligro de una detención. Durante ese periodo, la dirigente republicana nunca dejó de conspirar contra España.

En las estructuras internas de ERC se difundió la excusa de que, en el momento de su desaparición de tierras catalanas, Rovira atravesaba un periodo de depresión y quería poner distancia de la intensidad política un tiempo. La realidad era que se trataba de una fuga en toda regla: tenía miedo de que la detuviesen en cualquier momento.

Gerard Sesé, en estos momentos con una intensa campaña de promoción del libro De la resistencia a la independencia: el Consell de la República desde dentro, que va presentando por las sedes locales del Consell de la República, lo explicó muy bien en 2019. Las elecciones del 21 de diciembre de 2017, tras el referéndum fallido y la aplicación del 155, fueron un varapalo para los independentistas.

Los comicios fueron ganados, contra todo pronóstico, por Ciudadanos, aunque el bloque de los independentistas superaba en escaños al de los constitucionalistas. Pero ERC quedó en tercer lugar, tras la formación naranja y Junts per Catalunya. "Me duele que el aparato del partido culpase a Marta Rovira de los resultados del 21-D del 2017, causándole la depresión que padeció, hasta llegar a escaparse a Suiza sin que buena parte del partido lo supiese", acusó el politólogo y bloguero Sesé.

Foto: El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en Bruselas. (Europa Press)
TE PUEDE INTERESAR
El juez imputa a Puigdemont y Rovira por Tsunami Democràtic
Beatriz Parera José María Olmo

En realidad, la secretaria general de ERC acababa de ser procesada por el juez Pablo Llarena por rebelión, lo mismo que la cúpula del Govern; la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, y los máximos responsables de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, respectivamente. El auto de procesamiento, fechado el 21 de marzo de 2018, señala: "Marta Rovira, cuya participación ha sido esencial a lo largo de todo el proceso, no solo en la ideación de los mecanismos de actuación, sino en el impulso parlamentario de una legislación de soporte y en la actuación política de coordinación de esfuerzos de múltiples sectores de la Administración, en lo que hace referencia a la organización del referéndum, asumió una responsabilidad rectora para lograr la plena disponibilidad de los centros de votación del día 1 de octubre, tal y como reflejan las conversaciones telefónicas aportadas".

Encuentro secreto con Puigdemont

¿Qué llevaba a la dirigente política a abandonar Cataluña y refugiarse en Suiza, un país con una legislación en materia de extradición a prueba de bombas? Entre otras cosas es el paraíso del capitalismo, algo que choca con sus ideas de izquierdas. "Siempre ha sido una mujer muy miedosa", dice a El Confidencial un veterano militante republicano. Dos meses antes, Marta Rovira se había desplazado en secreto a Bruselas para verse con Carles Puigdemont. Estaban negociando la investidura telemática del fugado en el Parlament para mantener el pulso al Estado, que debía materializarse el 30 de enero de 2018.

Foto: Santos Cerdán y Carles Puigdemont, en Bruselas, en su reunión del pasado lunes junto a los equipos de PSOE y Junts. (EC)

ERC se echó atrás en el último momento porque los letrados de la cámara avisaron de que el reglamento no permitía una investidura a distancia: el presidenciable debía estar presente en el hemiciclo si quería ser investido. Rovira fue la encargada de llevar a Bruselas los temores de Esquerra ante las pretensiones de Puigdemont. La investidura fallida marcó un antes y un después en las relaciones entre ERC y Junts per Catalunya (que entonces era solo una marca propiedad del PDeCAT).

Pero también puso a Rovira en el disparadero. Primero, porque no consiguió los resultados apetecidos. Al revés, solo provocó un mayor distanciamiento ente las facciones independentistas de Junts y de Esquerra. Y, segundo, porque, entre los malos resultados de las elecciones del 21-D y la filtración de su escapada a Suiza para negociar con Puigdemont, comenzó a valorar la posibilidad de escaparse de España antes de que la Justicia le echase el guante.

Rovira estaba en la cabina de mando del 'procés' y era el brazo ejecutor de Junqueras

Para entonces, las investigaciones que llevaba la Guardia Civil apuntaban a que Rovira había tenido un papel crucial en la organización del referéndum ilegal. La republicana daba órdenes a cuadros del partido, pero también a altos cargos del Govern. Estaba, por así decirlo, en la cabina de mando del procés y era el brazo ejecutor de Oriol Junqueras (condenado a 13 años de cárcel). Rovira no dio opción a que se la procesase porque huyó antes de que se celebrase el juicio y, por tanto, no pudo ser juzgada ni condenada, como le ocurrió a Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret.

Una carrera meteórica

Rovira nació en Vic, en la Cataluña profunda, estudió Primaria y Secundaria en el Colegio Escorial de esa localidad y se licenció en Derecho en la Pompeu Fabra. Durante cuatro años, hizo oposiciones al cuerpo Judicial y en 2003 entró a formar parte de un despacho de abogados de la localidad, tarea que compaginó con la docencia del temario de Derecho Administrativo en la Escuela de Policía de Cataluña. Su entronización política fue meteórica. En 2005 se afilió a ERC y dos años más tarde ya tenía pesebre en la Generalitat. En plena época del tripartito, en 2007, fue nombrada directora de servicios de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD).

Un año después logró cargo de peso en Esquerra al ser elegida secretaria nacional de Política Internacional, Europea y Cooperación. Y, en 2011, asumió la vicesecretaria general de Política Sectorial y Programas. Meses después, de la mano del recién llegado Junqueras, fue elegida secretaria general del partido.

Foto: La secretaria general de ERC y número dos en la lista electoral, Marta Rovira (i), y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell (d), en el mitin del cierre de campaña de ERC. (EFE)

El tándem Junqueras-Rovira funcionó bien. El primero era el intelectual y ella, su brazo ejecutor. "Rovira volverá a Cataluña y cogerá las riendas del partido como antes. Es la persona más fiel que ha podido encontrar Junqueras, que siempre ha elegido a su círculo más cercano por su fidelidad. Además, ella no tiene criterio propio, sino que siempre repite lo que le dice Junqueras. Por eso han formado un dúo inseparable", explican las fuentes internas de Esquerra a este diario. Cuando Junqueras fichó a Gabriel Rufián como la gran esperanza blanca para penetrar en el mundo castellanohablante, Rovira lo recogió en su regazo y lo promocionó también, apostando por esa arriesgada iniciativa política, y llegó a ser su principal valedora ente el partido del novato que había irrumpido en el Congreso madrileño con desparpajo inusitado.

Su labor como columna vertebral de ERC se compaginaba con en papel preponderante en el ámbito del independentismo. Marta Rovira no solo mantuvo su protagonismo en la preparación del 1-O y en la deriva política de Esquerra los últimos tres lustros: tras su fuga, siguió luego manejando los hilos en la sombra. Nunca ha dejado de mandar. Aunque Suiza prohíbe a sus exiliados hacer política, Rovira ha mantenido el ritmo de protagonismo dentro del partido que mantenía en Cataluña. Es una superviviente de libro, una resiliente que aguanta todas las mareas.

Frenética actividad desde Suiza

Desde Suiza, mantenía un contacto continuo y periódico con Xavier Vendrell, el principal implicado en la operación Voloh, donde se mezclan temas políticos con pelotazos empresariales personales. Rovira se comunicaba con Vendrell (exsecretario de Organización de ERC y exconsejero de Gobernación) mediante una aplicación de seguridad, pero ello no la libró de que los servicios españoles y las fuerzas de seguridad pudiesen acceder a algunas conversaciones. Vendrell, el principal enlace de Puigdemont con ERC y miembro, como Rovira, del staff del 1-O, le comunicaba todos los pormenores de sus periplos políticos haciendo de mediador, pero además le pedía ayuda para que ordenase a consellers de la Generalitat actuaciones para favorecer sus negocios privados.

Foto: Marta Rovira. (EFE/Alex López)
TE PUEDE INTERESAR
La Guardia Civil concluye que Marta Rovira tuvo un papel clave en Tsunami
J. M. Olmo A. Requeijo B. Parera P. Gabilondo

Eso es lo que consta en el sumario de la operación Voloh, que instruye el magistrado Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Barcelona. La presión de ERC ha provocado que esas actuaciones puedan quedar al margen de la Justicia con la ley de amnistía pactada en las alturas. Pero habrá que dilucidar si todas ellas entran dentro de los preparativos del procés o hay un importante componente de factor privado, lo que viciaría el procedimiento de sobreseimiento.

La actividad de Rovira tras su fuga no se limita a los negocios particulares de su amigo Vendrell, sino que entronca con su papel de liderazgo en el entramado de la plataforma Tsunami Democràtic, por lo que ahora ha sido procesada. Era una de las cabezas pensantes, bajo el alias de Matagalls, en un entramado para hundir al Estado español mediante el control y la manipulación de las masas. Daba órdenes y hacía de correa de transmisión entre la plataforma y su partido, poniendo todo el aparato logístico a su alcance al servicio de Tsunami con el fin de hacer daño al Estado. La maniobra le saldrá barata: ha sido procesada, pero la amnistía la salvará. Nada de lo que haya hecho quedará reflejado en sus antecedentes. Solo en la memoria colectiva de la ciudadanía. En la historia.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, abandonó precipitadamente España en marzo de 2018 para trasladarse a Suiza. Un viaje sin retorno inmediato que más tenía de escenificación que de seny ('sensatez'). Debía ir a declarar ante el Tribunal Supremo y dio plantón a los jueces. A su precipitada huida se le concedió el calificativo de exilio, como había hecho Carles Puigdemont. A partir de entonces, la formación también tendría su propio exiliado, pero en Suiza. Tras cinco años lejos, Rovira prepara la vuelta a Cataluña, finiquitado el peligro de una detención. Durante ese periodo, la dirigente republicana nunca dejó de conspirar contra España.

Noticias de Cataluña Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
El redactor recomienda