El curso con faltas de ortografía para los profesores de Cataluña costó 3,6 millones

La debacle educativa en Cataluña quedó evidenciada con los resultados del informe PISA. La Generalitat de Cataluña señaló primero al alto nivel de inmigración en las aulas, luego rectificó y apuntó como problemas el uso del móvil en las aulas, la jornada partida o incluso la poca implicación de los padres en la educación de los hijos. Lo cierto es que, más allá de buscar excusas, las instituciones catalanas no han sabido combatir la caída en picado de la educación.

De hecho, mientras profesores y padres reclaman recursos para mejorar la formación de los docentes y el nivel en las aulas, una institución como el Consorcio de Educación de Barcelona (CEB) licitó un contrato por valor de 3,6 millones de euros para impartir un curso al profesorado centrado en la aproximación "restaurativa" y la "gestión positiva" de los conflictos que, como informó El Confidencial, contenía al menos 47 faltas de ortografía.

Según el portal de transparencia, el CEB, participado por la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, licitó "el concurso para la contratación del programa En Cercle para el acompañamiento emocional en los centros educativos" de Barcelona. Los ganadores de este concurso fueron las Fundaciones Les Corts Centre d’Higiene Mental y Grup CHM Salut Mental. El contrato se formalizó en agosto de 2021, aunque en el pliego de condiciones se establece que el curso se impartirá en "el último cuatrimestre del curso 2020-2021 y los cursos 2021-2022 y 2022- 2023 y 2023-2024". El valor estimado del contrato (VEC), que incluye el valor del contrato inicial, las posibles prórrogas y modificaciones, es de 4.320.000 euros, a razón de 1,2 millones por curso y 720.000 euros por el último cuatrimestre del curso 2020-2021.

Aunque se trataba de un concurso público, y en el portal de transparencia hay registro de una baja del importe inicial del contrato del 17%, fuentes del Consorcio de Educación de Barcelona consultadas por este medio aseguran que "no se hizo ninguna rebaja" en el precio. De igual modo, también señalan que el contrato permitía realizar "modificaciones que en este caso no se han ejecutado".

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Pese a los malos resultados del informe PISA, el Consorcio de Educación de Barcelona defiende la continuidad del programa En Cercle y está estudiando realizar una nueva licitación, ya que sostiene que es un curso con "valoraciones muy positivas". Según sus datos, el programa se ha impartido en 43 centros educativos de Barcelona y el 52,8% de estos centros ha valorado el programa con un 5 de 5, mientras que el 38,9% lo ha hecho con un 4 de 5.

Un curso con 47 faltas

En el contrato del programa En Cercle se estipula que la formación en salud mental y conflictos debe ser desarrollada por "especialistas en atención y apoyo emocional" con "perfiles profesionales y experiencia". Sin embargo, el Consorcio de Educación de Barcelona se lava las manos y deja por escrito que es el "adjudicatario", en este caso CHM Salut Mental, quien debe garantizar "la idoneidad del personal profesional".

En relación con esto, es la empresa privada que desarrolla el curso quien debe presentar justificación de la titulación del personal y de su experiencia. Los requisitos que exige el CEB para los profesionales son numerosos: tener una licenciatura, grado o diplomatura en psicología, pedagogía, educación social, trabajo social, o titulaciones similares. Además, para formar parte de este programa como profesional, se tiene que acreditar haber realizado un programa formativo específico sobre prácticas restaurativas. Finalmente, se valora la experiencia profesional en entornos de centros educativos, así como en programas de mediación, resolución de conflictos y prácticas restaurativas.

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Junto con los profesionales acreditados, la adjudicataria, CHM Salut Mental, se compromete a disponer de una organización adecuada para ejecutar "con eficacia" el objeto del contrato, en este caso, el curso. Dentro de la ejecución eficaz del curso, entran también los materiales utilizados durante el programa. Materiales como el PowerPoint de 134 diapositivas con un total de 47 faltas de ortografía graves, como traducciones directas del castellano o palabras sin tilde.

La empresa CHM Salut Mental, adjudicadora del proyecto, insiste a través del CEB que las diapositivas no habían sido aprobadas por la empresa licitadora, aunque no se pronuncia sobre si llegaron a proyectarse en las aulas. De hecho, el pliego de condiciones del concurso, en su apartado octavo, impide a CHM Salut Mental que atienda a los medios de comunicación sin permiso previo y establece que cualquier solicitud de información se redirigirá al gabinete de Gerencia del Consorcio de Educación de Barcelona.

Un programa "no obligatorio y reservado"

Otra de las polémicas generadas por el programa En Cercle ha sido la obligatoriedad del mismo. Mientras algunos profesores han denunciado que es un programa que no han cursado de forma voluntaria, desde el Consorcio de Educación de Barcelona se afirma que los docentes en ningún caso son obligados a realizar este curso. “Los centros acuden voluntariamente y solo si hay acuerdo en el claustro”, explican fuentes del CEB.

Según los datos ofrecidos por el consorcio, del importe de 4,3 millones de euros se han beneficiado 43 centros educativos de Barcelona. En Cercle se desarrolla en los centros educativos que lo solicitan, aunque los colegios e institutos que forman parte del Plan de Barrios de la ciudad tienen prioridad. El Plan de Barrios de Barcelona es una estrategia "de choque" aprobada por el ayuntamiento para reducir las desigualdades en ámbitos como la educación, la ocupación o el espacio público. Este plan cuenta con un presupuesto de 150 millones de euros.