La Generalitat deja en manos de un grupo de trabajo la reforma de su sistema educativo
El cambio educativo se llevará a cabo sin el liderazgo del Ejecutivo de Pere Aragonès, que ha preferido evitar el enfrentamiento con los docentes y que las propuestas sean de terceros
La Generalitat ha dejado en manos de un grupo de trabajo la solución al problema de la educación en Cataluña. Le han encargado presentar un plan de reforma del sistema educativo catalán que ha quedado muy tocado por sus malos resultados en la encuesta PISA. La consellera de Educación, Anna Simó, no ha dado ningún criterio de por dónde han de ir los cambios y los ha delegado en una Comisión para la Reforma del Sistema Educativo que estará configurada en buena parte por miembros de la comunidad educativa, que es la que ha generado el actual fracaso escolar en el que vive Cataluña.
“Demostramos la confianza de los grupos parlamentario en la comunidad educativa”, ha asegurado la consellera. La comisión tendrá 15 miembros, pero sus nombres todavía no se han pactado. La comisión entregará su informe en febrero, que será tutelado por el Parlament y luego por el Consell Escolar, “para acabar de afinarlo”, en palabras de la consellera.
En la reunión de dos horas y mediam ha participado el presidente Pere Aragonès. Pero la Generalitat ha evitado en todo momento definir cuáles son sus criterios para impulsar la reforma educativa en Cataluña. Tampoco reparte responsabilidades en el sector educativo, que ha arruinado la vida a una generación de estudiantes que dejarán los ciclos educativos con pobres conocimientos de matemáticas, graves problemas de comprensión lectora e incapacidad para el pensamiento abstracto, entre otros problemas.
Ante una crisis, como hizo con la sequía, la Generalitat no se pronuncia. Y ahora repite la jugada con la educación: cumbre de partidos y dilución de su responsabilidad encargando las soluciones a un comité de expertos que estará integrado, entre otros, por pedagogos y directores de colegios y representantes de las familias. Es decir, por buena parte de los que han generado el problema, por ejemplo, con el despliegue de novedades pedagógicas o la reducción de horas diarias de enseñanza.
Esther Niubó, del PSC, ha dicho que valoraba "de manera positiva la iniciativa; nosotros como grupo haremos un seguimiento". Niubó, en todo caso, ha dicho que el referente para el grupo de trabajo será el pleno monográfico sobre educación que se hizo en el Parlament el pasado mes de junio.
En junio, las conclusiones del Parlament fueron aprobadas por la mayoría de la Cámara. Estas sirvieron para justificar las 10 medidas que la consellera de Educación presentó tras los resultados de PISA, entre las que se incluyen revertir los recortes de fondo, un pacto con el mundo local por la gratuidad del 0-3 o la mejora global de la formación de docentes. Aragonès defendió que se necesitan cambios "valientes" que vayan a la raíz y que sirvan para la próxima década. Pero todas las propuestas de la consellera fueron muy vagas y a largo plazo.
Propuestas a corto
Simó, esta vez sí, ha dicho que se intentará que en abril ya se hayan acabado los trabajos para que las primeras medidas se puedan aplicar en el curso que se inicie el próximo mes de septiembre, el de 2024-25. Aunque también se quiere que se hagan planes a medio y largo plazo. Se da la circunstancia de que este fracaso escolar afecta sobre todo a la escuela pública —a la que van los hijos de las familias más desfavorecidas— y menos a la concertada, que acoge a las familias más pudientes.
JxCAT, por su parte, ha presentado en la cumbre una propuesta de 20 puntos para la reforma, pero tampoco ha marcado una línea de las soluciones que defiende. Albert Batet, jefe de filas de Junts en el Parlament, que ha querido erigir su formación en "alternativa" al Govern a la hora de devolver "excelencia" al modelo educativo catalán. "Plena confianza en los docentes", ha dicho, en línea con el resto de participantes. "La transformación por la transformación ha servido para ir a peor", ha lamentado en su intervención.
Enfrentarse a los docentes
En el fondo, la reunión de esta semana muestra a una clase política agarrotada, incapaz de enfrentarse a los profesores. Los educadores, los sindicatos de maestros, los pedagogos… Todos los grupos políticos saben que sin ellos no se podrán hacer las reformas que quieren, por ejemplo, recuperar la sexta hora por las tardes. Por tanto, la primera prioridad es no enfrentarse a lo que denominan “la comunidad educativa”, un cóctel de votos y futuras manifestaciones de protesta.
El fracaso afecta en especial al independentismo. En los últimos 15 años, ERC y JxCAT, o sus predecesores como partido, fueron responsables de la Conselleria de Educación.
El independentismo ha liderado la Conselleria de Educación los últimos 15 años
En la reunión han estado los presidentes de todos los grupos parlamentarios excepto Vox, que no ha sido invitado. También asistió la cúpula de la Conselleria de Educación, empezando por la secretaria general, Patrícia Gomà. Cerraron la delegación del Govern el director general de currículo, Joan Cuevas; el secretario de políticas educativas, Ignasi Garcia Plata, y el presidente del Consejo Escolar, Jesús Vinyes.
La vaguedad de la 'consellera'
La consellera de Educación, Anna Simó, ha aseguró en su primera valoración hace días que tiene un plan para dar la vuelta a la tendencia de los malos resultados del nivel educativo en escuelas e institutos del país. Ahora bien, esta receta no quiere prisa, ha remarcado. Tras el golpe del informe PISA, con muy malos resultados en Cataluña, peor aún que en el resto del Estado, la consellera Simó ha rechazado dar "golpes de timón" y pidió "hacer piña" entre la comunidad educativa para apostar por políticas de larga duración. En el corto plazo, sin embargo, ha aparcado el posible regreso de la sexta hora y ha apostado por elaborar "un plan a tiempo completo" que "supera con creces lo que es una sexta hora".
Este programa debe empezar a trabajarse después de las Navidades "para que sea una realidad antes de que acabe esta legislatura". El plan se apoya en más extraescolares con contenido formativo, y debería llegar antes de febrero de 2025. La prioridad pasa por mejorar áreas como la oralidad del catalán o las matemáticas con la ayuda de este nuevo planteamiento, el cual se añadiría a otros proyectos de la conselleria ya en marcha.
La Generalitat ha dejado en manos de un grupo de trabajo la solución al problema de la educación en Cataluña. Le han encargado presentar un plan de reforma del sistema educativo catalán que ha quedado muy tocado por sus malos resultados en la encuesta PISA. La consellera de Educación, Anna Simó, no ha dado ningún criterio de por dónde han de ir los cambios y los ha delegado en una Comisión para la Reforma del Sistema Educativo que estará configurada en buena parte por miembros de la comunidad educativa, que es la que ha generado el actual fracaso escolar en el que vive Cataluña.
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