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El PSC pone distancia con los presupuestos de la Generalitat frente a los guiños de JxCAT
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La negociación avanza lenta

El PSC pone distancia con los presupuestos de la Generalitat frente a los guiños de JxCAT

Giro en las conversaciones para las cuentas. Los socialistas dejan en el aire su apoyo al Govern mientras los de Puigdemont elogian las medidas fiscales y abren la puerta a un pacto

Foto: Pere Aragonès, Albert Batet y Salvador Illa, en el Parlament. (EFE/Toni Albir)
Pere Aragonès, Albert Batet y Salvador Illa, en el Parlament. (EFE/Toni Albir)

Giro en las negociaciones para las cuentas de la Generalitat. El PSC ha puesto tierra de por medio con los presupuestos para 2024 tras la primera reunión con el Govern y la lentitud con la que avanzan las conversaciones. Fuentes cercanas al socialismo catalán advirtieron de que tal y como están enfocados los primeros contactos con Pere Aragonès se ven más fuera que dentro. Justo lo contrario que está haciendo JxCAT, que ha elogiado las primeras medidas de la consellera Natàlia Mas, basadas en recortar el tramo de IRPF catalán a las rentas más bajas.

El PSC se ha ido encontrando en una situación difícil. Por un lado, los acuerdos pendientes del año anterior. El partido que encabeza Salvador Illa pactó un apoyo a los presupuestos del año en curso condicionado a una serie de exigencias que se han incumplido.

Así, no se ha acordado la ampliación del aeropuerto de El Prat, mientras que la de Barajas ya está encarrilada, tampoco se ha desbloqueado la autovía B-40 entre Sabadell y Terrassa, y el megaproyecto de ocio y juego del Hard Rock Cafe en Tarragona sigue en el limbo. La formación ya está pensado en las elecciones de marzo de 2025, en las que Illa se presentará. Y en ese escenario dejar los presupuestos colgando no es mala perspectiva.

El PSC estaba dispuesto a apoyar las cuentas, pero el escenario dibujado desde la conselleria no es para nada propicio. El año pasado, los presupuestos se aprobaron en marzo. Ahora, el retraso será mucho mayor. ERC, por su parte, quiere vincular los presupuestos de la Generalitat a los del Estado que se negocien en Madrid. Pero los socialistas necesitan poder justificar el giro y por ahora el Govern no les da espacio.

Foto: El líder del PSC, Salvador Illa, en una sesión de control al Govern. (EFE/Toni Albir)

Además, están los vetos cruzados. El principal es el que aplican los comunes, que han dicho que no respaldarán las cuentas si se desbloquea la planificación de Hard Rock Cafe. La formación quiere que el proyecto, de 2.000 millones de inversión, siga paralizado. La estrategia de la Generalitat de Pere Aragonès siempre ha sido reconocer que no les gusta, pero no vetarlo. Así, se han ido dando largas a la multinacional con la esperanza de que la tribu de los indios semínolas, que son los que controlan la cadena, abandone sus pretensiones en Tarragona.

El PSC, cada vez más fuerte en Tarragona, donde ha recuperado el ayuntamiento de la capital, siempre ha abogado por el proyecto. ERC se opone, pero no lo dice de manera clara. Los comunes siempre han estado en contra.

Pinza de los socios

Por tanto, una pinza se cierne sobre la Conselleria de Economía. Si pacta con el PSC los presupuestos, tiene que haber luz verde para el Hard Rock Cafe. Si lo hace con los comunes, hay que dejar el proyecto suspendido en el tiempo, donde lleva años. Por tanto, eso deja en minoría a ERC con sus 33 diputados. Necesita a los dos a la vez, no le basta con uno de los grupos parlamentarios tan solo. No tendría mayoría para aprobar las cuentas en el Parlament.

Y en esta tesitura, JxCAT se puso de cara. El portavoz de la formación independentista, Josep Rius, manifestó en la rueda de prensa tras la permanente de los lunes la "rectificación" del Ejecutivo catalán a la hora de rebajar la carga fiscal a los catalanes, en referencia a la bajada del IRPF prevista en las cuentas.

JxCAT ha sorprendido al encarar en positivo la negociación de los presupuestos

"El año pasado se nos dijo que éramos prioritarios, pero al final se pactó con el PSC", lamentó Rius. Pero, en cambio, resaltó que aplicar un grado de deflactación en el IRPF “es primordial para matizar los efectos de la inflación en la ciudadanía”.

Según los datos aportados por JxCAT, la Generalitat ha recaudado otros 500 millones de euros de los previstos este año por el alza de la inflación. La rebaja prevista afectará a 2,6 millones de contribuyentes catalanes, en su mayor parte clases medias y medias-bajas, que el Govern completará con una ayuda al alquiler. Este concepto ya está incluido en la ley de acompañamiento de los presupuestos.

Pero aquí los comunes también se oponen. La bajada de impuestos no ha gustado a los de Jèssica Albiach, aunque no han trazado una línea roja, como sí han hecho con el Hard Rock Cafe. El problema para el partido que lidera Ada Colau sería hacerse una foto apoyando las mismas cuentas que los de JxCAT. Pero como las conversaciones están aún en una fase muy incipiente, este dilema todavía no se ha producido.

Giro en las negociaciones para las cuentas de la Generalitat. El PSC ha puesto tierra de por medio con los presupuestos para 2024 tras la primera reunión con el Govern y la lentitud con la que avanzan las conversaciones. Fuentes cercanas al socialismo catalán advirtieron de que tal y como están enfocados los primeros contactos con Pere Aragonès se ven más fuera que dentro. Justo lo contrario que está haciendo JxCAT, que ha elogiado las primeras medidas de la consellera Natàlia Mas, basadas en recortar el tramo de IRPF catalán a las rentas más bajas.

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