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La Generalitat pacta con Illa los presupuestos en un clima de desconfianza mutua
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Tras tres meses de negociaciones

La Generalitat pacta con Illa los presupuestos en un clima de desconfianza mutua

Este pacto se suma al cerrado con los comuns en diciembre. Con él, el Ejecutivo catalán se asegura la mayoría parlamentaria necesaria para aprobar los presupuestos, lo que da oxígeno a Aragonès

Foto: Pere Aragonès y Salvador Illa. (EFE/Enric Fontcuberta)
Pere Aragonès y Salvador Illa. (EFE/Enric Fontcuberta)

Tras tres meses de negociaciones, el Govern de Pere Aragonés y el PSC de Salvador Illa han alcanzado un acuerdo para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2023 que dan oxígeno a Pere Aragonès y que permitirán a ERC acabar la legislatura con 33 escaños. Sin embargo, las versiones del acuerdo que hoy han dado ambas partes han dado más muestras de desconfianza mutua que de colaboración desinteresada. En un tono más generoso Illa y más desconfiado por parte de la consellera de Presidència Laura Vilagrà, los recelos han parecido imponerse.

Así, mientras Illa ha destacado que el PSC ha conseguido todas sus exigencias en infraestructuras, base de la ardua negociación, Vilagrà sólo ha reconocido la cesión de la B-40 (la autovía entre Sabadell y Terrassa). El acuerdo preserva las grandes peticiones según la versión del socialismo catalán –ampliación del aeropuerto, ejecución de la B-40– e incluso marca un calendario de fechas. Mientras que Illa lo ha calificado de un acuerdo de "confianza verificable", Vilagrà resaltaba "las enormes diferencias" que les separan del PSC

Un ejemplo ha sido el aeropuerto. Illa ha destacado que el documento recalca que se "se ha de ganar capacidad, y todo el mundo sabe lo que eso significa". Vilagrà, por su parte, ha puesto el acento en que “la Generalitat tenía una propuesta y el texto plantea una comisión de trabajo entre la Generalitat y el Gobierno pero el aeropuerto, que ha de ser un verdadero hub y un aeropuerto de primer nivel. Hay que modernizar este aeropuerto respetando a los vecinos y la biodiversidad existente”.

Salvador Illa y Laura Vilagrà sólo han coincidido ante los medios de comunicación en que esta alianza "no es un pacto de legislatura”, por lo que el PSC aspira a seguir ejerciendo la oposición y los de Pere Aragonès, a organizar su referéndum. Para Illa, ha sido una negociación complicada –"en algunos momentos hemos estado a punto de romper"–; y ha de servir para romper la dinámica de inercia que arrastraba Cataluña y poner a esta comunidad autónoma "en marcha".

placeholder El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa (d), en el Palau de la Generalitat. (EFE/Andreu Dalmau)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder del PSC, Salvador Illa (d), en el Palau de la Generalitat. (EFE/Andreu Dalmau)

A las 16:42 horas, Illa ha hecho acto de presencia en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, donde ha sido recibido por el presidente catalán ante la mirada de periodistas y cámaras de medios de comunicación. Ambos dirigentes se han saludado con un apretón de manos inicial y acto seguido han charlado durante medio minuto en un tono cordial pero formal, donde han comentado la necesidad de este acuerdo presupuestario, según han explicado a EFE fuentes conocedoras.

Aragonès e Illa han accedido al salón de los diputados, donde han firmado los documentos del acuerdo de presupuestos y, ahí sí, han vuelto a estrecharse las manos cuando intercambiaban sus respectivas carpetas con el pacto. Mañana jueves se convoca a las 10:00 horas. un Consell Executiu extraordinario y se aprueban los presupuestos para reenviarlos al Parlament y tramitarlos en la cámara catalana con el objetivo de que puedan entrar en vigor a finales de marzo. El presupuesto, expansivo, supera los 41.000 millones de euros.

El acuerdo consta de dos documentos: uno de 26 páginas referido a las medidas presupuestarias y otro de tres páginas con los compromisos para impulsar "grandes infraestructuras de país" que los socialistas ponían como condiciones para pactar. Este incluye proyectos como el de Hard Rock en el Camp de Tarragona, la construcción de la Ronda Norte o Cuarto Cinturón (B-40), la "modernización" del Aeropuerto de Barcelona-El Prat o la gestión del servicio de Cercanías. En este último punto, por ejemplo, Vilagrà ha destacado que no se habla nunca de "contrato-programa de Renfe", cuya firma es prioritaria para los socialistas.

El PSC ha conseguido que se cree una comisión técnica que elabore una propuesta durante el 2023 para “ganar capacidad en el aeropuerto de El Prat" y que se constituya una comisión para estudiar tanto el traspaso de Cercanías a la Generalitat, como la colaboración entre la administración catalana, Renfe y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para trabajar en el convenio de acuerdo y financiación que garantice la redacción del proyecto de la Ronda Norte de los sistemas urbanos de Terrassa, Sabadell y Castellar, según se recoge en los documentos.

El pacto se suma al cerrado con los Comuns en diciembre. Por la noche, cuando se vio que el acuerdo estaba en la fase última de negociación, el secretario general de JxCAT, Jordi Turull, envió una carta a Pere Aragonès para intentar sustituir al PSC como socio. Pero ya era tarde. Los bloques entre independentistas y constitucionalistas en Cataluña se habían roto de manera definitiva con este pacto entre los socialistas y ERC. El movimiento de última hora de Junts se lee también como un intento de señalar las contradicciones de ERC a nivel nacional y situarse como la verdadera alternativa independentista en Cataluña frente al futuro 'tripartito autonomista' formado por ERC, comuns y PSC.

Para Salvador Illa, sin embargo, este "no es un pacto de legislatura. Es un acuerdo relevante en materia presupuestaria, pero no es más que eso. Y todo lo que se derive de este acuerdo lo cumpliremos”. Aunque Illa ha reconocido que, en buena parte, la alianza recoge aspectos claves del programa del PSC, las cuentas "no son los presupuestos que nosotros hubiésemos hecho".

“Hemos dado a la Generalitat un instrumento para que gobierne. No me preocupa que se acabe la legislatura, me preocupa que se gobierne”, ha insistido el líder de los socialistas, que ha sido el primero en avanzar de manera oficial el pacto.

Coste electoral

Illa también ha reconocido que este acuerdo puede tener para el PSC un coste electoral. “Los miembros de mi formación política y las personas que nos dan apoyo verán bien este acuerdo y hemos hecho valoraciones sobre esta cuestión. Pero en esa misma línea hemos antepuesto los intereses de Cataluña a lo que nos interesaba electoralmente. No hemos ido con la calculadora electoral. Queremos una política útil, que el Govern gobierne, antes de inquietarnos por qué pasará con las municipales. No tenemos ninguna prisa. Y seguiremos ejerciendo de alternativa”, ha asegurado el líder del PSC.

También ha explicado que los acuerdos afectan a partidas de más de 4.500 millones dentro de los propios presupuestos y, si bien ha admitido que se han hecho cesiones -como en el control del órgano de encuestas CEO-, en general se ha mostrado satisfecho con los resultados.

“Tendremos que hacer todos una reflexión sobre por qué cuesta tanto cerrar este tipo de acuerdos, pero yo estoy satisfecho del pacto”, ha manifestado Illa. El secretario general del PSC ha añadido que la alianza incorpora "aspectos importantes del proyecto de país que tenemos nosotros y se incorpora las cuestiones mínimas para que Cataluña pase de la inercia a la acción. Y puede suponer un punto de inflexión".

Por su parte, Vilagrà ha destacado mucho más los puntos de desacuerdo que la victoria que supone conseguir la cuentas para un ejecutivo que sólo cuenta con el respaldo de 33 diputados. Así, el CEO seguirá dependiendo de Presidència, la apertura de delegaciones en el Exterior queda fuera del pacto. E incluso Vilagrà ha invitado varias veces durante su comparecencia ante los medios a JxCAT a sumarse al consenso presupuestario para demostrar que “la mayoría del 52% sigue viva”, algo que la consellera ha destacado varias veces en su rueda de prensa.

Feijóo situa a PSC fuera de constitucionalismo

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por su parte, ha situado al PSC fuera del constitucionalismo por pactar las cuentas con el Govern de Aragonès y ha denunciado además que, en su opinión, la supresión del delito de sedición y la rebaja de las penas de la malversación son una "parte del presupuesto".

"El PSC ya no es el partido constitucionalista, sino que da soporte al independentismo catalán", ha afirmado el líder de la oposición en una entrevista con Onda Cero.

Feijóo cree que este pacto "acredita" que el PSC seguirá gobernando con ERC en ayuntamientos, diputaciones o en el Parlament de forma "directa o indirecta" porque a su juicio "lo que interesa es repartirse el poder". También se "cristaliza claramente" que el independentismo está "roto", según el líder del PP.

El presidente de los populares ha reprochado esta alianza, porque sin la unión de los partidos constitucionalistas "no acabamos con el independentismo", al que hay que "ganar en las urnas", mientras que "los juegos malabares" implican "blanquear al independentismo", al que nunca se le ha dado "tantas cosas", hasta "el bolígrafo para escribir el Código Penal".

Tras tres meses de negociaciones, el Govern de Pere Aragonés y el PSC de Salvador Illa han alcanzado un acuerdo para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2023 que dan oxígeno a Pere Aragonès y que permitirán a ERC acabar la legislatura con 33 escaños. Sin embargo, las versiones del acuerdo que hoy han dado ambas partes han dado más muestras de desconfianza mutua que de colaboración desinteresada. En un tono más generoso Illa y más desconfiado por parte de la consellera de Presidència Laura Vilagrà, los recelos han parecido imponerse.

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