Solo el 29% de los catalanes cree que la gestión de la inmigración en Cataluña va en la buena dirección

La inmigración entra de lleno en la agenda política catalana. Junts ha reclamado al Gobierno las competencias en política migratoria para la Generalitat a cambio de su apoyo parlamentario. Esto pone en el punto de mira la cuestión de la inmigración en Cataluña. Metroscopia ha realizado un sondeo que revela que únicamente un 29% de los catalanes considera que la gestión actual de la inmigración está yendo en la buena dirección. El 58% opina que va "en la mala dirección".

Por su parte, el estudio muestra que solo un 32% piensa que el actual número de inmigrantes en la región es el adecuado. Casi el doble, el 57%, considera "excesiva" la cantidad de foráneos.

Este sondeo, realizado en Cataluña durante los últimos dos días, desvela que hay "una clara incomodidad, incluso preocupación, en relación con la inmigración", según indica Metroscopia. Los datos muestran cómo hay muchos catalanes que son partidarios de "una política de inmigración más severa", concretamente el 51% de los encuestados. Sin embargo, únicamente un 29% preferiría "una línea de actuación más permisiva".

La inmigración ha aparecido en la agenda política catalana como un factor imprevisto entre los partidos políticos de la comunidad autónoma. La iniciativa de Junts de este pasado miércoles aún tiene que ser concretada de forma definitiva. Aun así, esta cuestión puede ser fruto de una nueva dimensión ideológica, más allá de la división entre nacionalistas y no nacionalistas.

Junts, a favor de endurecer la política migratoria

En este asunto, la inclinación de los votantes de Junts se orienta más a la misma que tienen tanto en el PP como en Vox. De esta forma, este grupo de catalanes opina que "existe una inmigración descontrolada que necesita ser reconducida", según remarca Metroscopia. Un 59% de los votantes de Junts encuestados consideran "excesivo" el número de inmigrantes en Cataluña, mientras que un 30% cree que es "adecuando" y un 2%, insuficiente. Además, un 53% del electorado de Junts reclama una política de inmigración "más severa", por solo un 26% que pide que sea "más permisiva".

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Entre los votantes de Junts, los que opinan que la actual política migratoria debería endurecerse son más del doble que los que piensan lo contrario. De hecho, en el último año de la actual legislatura catalana, ya ha calado con fuerza el debate sobre este tema. Ante esto, Junts ha detectado que su postura puede dar solución a un problema que inquieta a una importante parte de sus votantes y de la ciudadanía catalana en su conjunto. Sin embargo, esto también podría obligar a los partidos de izquierda gobernantes, como ERC en la Generalitat, o el PSOE y Sumar en el Gobierno central, a posicionarse en un espinoso debate entre sus propios votantes y simpatizantes.

Tensión en la relación ERC-Junts

La tensión entre ERC y Junts ha ido in crescendo en las últimas horas. El acuerdo entre Junts y PSOE para traspasar a Cataluña las competencias sobre inmigración ha tensado de nuevo la relación, lo que ha comenzado a generar incomodidad en el Govern, que exige a la Moncloa más concreciones del pacto, al mismo tiempo que trata de rebajar el alcance real del mismo.

Durante la jornada de jueves, la política catalana ha vivido réplicas al acuerdo in extremis del miércoles entre Junts y socialistas, que permitió al Ejecutivo sacar adelante dos de los tres decretos leyes y que incluye, además de las competencias en inmigración, la supresión de un artículo de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y publicar las balanzas fiscales. De hecho, en septiembre de 2023, Junts se quedó solo en el debate de política general en el Parlamento catalán, al defender una propuesta que reclamaba el traspaso de esas competencias por parte del Estado, que finalmente fue tumbada al no recibir apoyo de ningún otro grupo parlamentario.

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Tras el acuerdo con el PSOE, desde Junts sacan pecho de su capacidad negociadora en contraste con ERC y también por haber conseguido marcar perfil en el debate migratorio, cuestión cada vez más presente en discursos del partido. Se ha visto los últimos días en boca de Carles Puigdemont y de alcaldes de la comarca del Maresme que, además, pidieron un cambio legal para expulsar a multirreincidentes. En entrevistas en distintas emisoras o televisiones en las últimas horas, los primeros espadas de Junts han avanzado aspectos que estarían contemplados en dicho pacto, como por ejemplo permisos de residencia, expedición de documentos o flujos migratorios, según ha asegurado la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras.

Laura Borràs, por su parte, ha negado que Junts sea "aliado o socio" del PSOE, partido sobre el que ha declarado que mantiene su "desconfianza absoluta". La presidenta de Junts ha esgrimido también que el acuerdo alcanzado entre ambas formaciones debe traducirse en que Cataluña pueda regular flujos migratorios o cuestiones "fronterizas".