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Abascal saca partido a los okupas de Barcelona: "Apelo a los que salieron contra las mafias de Ada Colau"
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Tras los incidentes en Bonanova

Abascal saca partido a los okupas de Barcelona: "Apelo a los que salieron contra las mafias de Ada Colau"

Vox trata de dar la vuelta a las encuestas en la zona alta de la capital catalana, uno de los caladeros del voto que tiene en Cataluña

Foto: Abascal, junto a Ignacio Garriga y Gonzalo de Oro-Pulido en Barcelona. (EFE/Alejandro García)
Abascal, junto a Ignacio Garriga y Gonzalo de Oro-Pulido en Barcelona. (EFE/Alejandro García)

Los okupas han vuelto a primera línea de fuego de la campaña electoral barcelonesa gracias a Santiago Abascal, que este domingo arengó a medio millar de fieles en la emblemática plaza Artós, del distrito de Sant Gervasi, relativamente cerca de la plaza Bonanova, donde las últimas semanas ha crecido la tensión entre vecinos y una veintena de antisistema que tienen okupadas dos casas, La Ruïna y El Kubo. "Para librar a Barcelona del turismo, Colau entregó la ciudad a los delincuentes, a la mafia de la okupación, a los que salen con navajas a la calle, a los que sacan hachas, a toda la gentuza extranjera que hay que echar de España", bramó el líder de Vox ante un público entusiasmado. Fue un discurso entregado, intenso y rápido: a Abascal le quedaba un buen camino que recorrer para poder estar por la noche en Pamplona, por lo que salió pitando tras acabar su alegato.

El presidente de Vox apeló al "espíritu Bonanova" para que le concedan el voto a su candidato por Barcelona, Gonzalo de Oro-Pulido. Es decir, al espíritu de la gente que sale a protestar contra la ocupación y contra las medidas del ayuntamiento de los comunes. Es decir, contra Ada Colau. "Llamo a los que salen a la calle contra los delincuentes de la ocupación, contra las mafias de Ada Colau", dijo aprovechando el ambiente caldeado tras semanas de enfrentamientos con los antisistema en la zona alta de la ciudad. "Barcelona era una ciudad próspera, segura, turística, de libertades y de cultura. Pero Colau la destruyó. Ahora, los propietarios tienen menos derechos que los que okupan casas. Y los extranjeros tienen más derechos que los nacionales", afirmó.

Foto: Mossos d'esquadra desalojan la plaza Bonanova de Barcelona. (EFE/Alejandro García)

El entorno era simbólico. Todos los oradores se encargaron de recordar que en esa plaza se congregaban los jóvenes contrarios al referéndum en el año 2017. Era verdad: la ultraderecha tomó la plaza como su campamento base y la plaza Artós se convirtió en un símbolo de la españolidad más combativa, pero asociada a los grupos más radicales de la extrema derecha, que celebraban todos sus encuentros en ese lugar. Ahora ese entorno lo quiere capitalizar Vox, con el dato a su favor de que se encuentra en medio del distrito de mayor renta per cápita de Barcelona y uno de los caladeros de votos del partido verde.

La actuación de Abascal fue un discurso con tintes xenófobos, igual que el de Gonzalo Oro-Pulido. El ambiente le era propicio. El mitin era a las 12, pero cuando faltaban 25 minutos, el coche oficial de Abascal llegó cerca del escenario. En su interior, el líder de Vox resistió casi media hora junto al líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, esperando el momento para realizar el paseíllo (20 metros) hasta el pequeño escenario preparado para los discursos. En los alrededores, mucho símbolo español, muchas banderas y logotipos de Vox, mientras por megafonía se escuchaban canciones puramente patrias entre las que no podía faltar la mítica Color Esperanza.

Un ambiente idóneo

"Barcelona es una puta mierda de ciudad. Yo siempre he dicho que antes la disfrutaban los turistas. Hoy no la disfrutan ni los turistas ni los de aquí. No puedes salir y si sales, o te roban o te apuñalan", razonaba uno de los presentes junto a una señora bien situada en el escalafón del partido. La acompañante busca en el móvil la última noticia de una agresión. La encuentra. "Mira, apuñalado por todos los lados… bueno, a este lo ponen como un pordiosero". "No me gusta mucho", responde él. Glosan la figura del líder, que ya está a pocos metros, dentro del Mercedes con vidrios tintados. "Quiero hacer un meme que diga: 'Santiago Abascal, eres nuestra última esperanza'", argumenta el militante.

Con ese ambiente, los discursos de los líderes de Vox calaron enseguida en los presentes, predispuestos a aplaudir cualquier salida de tono. "Barcelona no se puede permitir escoger entre una psicópata comunista, un separatista que recibe los votos de una derecha acobardada y un progre como Collboni que hasta hace cuatro días estaba con Colau y es cómplice de cómo ha dejado Barcelona", argumentó Abascal en medio de aplausos. Luego, pasó a dirigir sus misiles contra Pedro Sánchez. "Colau puso a Barcelona patas arriba, pero Pedro Sánchez dio la vuelta a España, puso patas arriba el país". Afeó que en las listas de Bildu vayan "44 terroristas, sin que los socialistas pestañeen. Son terroristas como los que causaron el atentado de Hipercor, uno de los más cruentos que se recuerdan. Y luego brindarán con champán con los etarras, con el mismo champán con el que los terroristas brindaban tras cada atentado".

Foto: Un miembro de la Policía Nacional de Barcelona durante un registro en L'Hospitalet. (EFE/Quique García)
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Antonio Villarreal. Barcelona Datos: Marta Ley

De ahí, pasó a denunciar que 1.070 violadores y pederastas están fuera porque una psicópata ministrilla hizo la ley del sí es sí. "Además, convierten la corrupción de menores, que antes era un delito, en asignatura en los colegios. En las escuelas, hacen salir a los profesores y no dejan entrar a los padres. Y les enseñan a los niños cosas que no deberían conocer. Están sensualizando, pervirtiendo a los niños. Destruyen la inocencia de los niños".

Arremetió contra el pacto de Sánchez con los independentistas. "Están dispuestos a que la identidad de esta tierra sea islámica y nosotros decimos que no, que sea hispánica". Todo para acabar poniendo la proa al PP, de quien dice que es un sucedáneo del PSOE y que Núñez Feijóo hace lo mismo que los socialistas, pero solo unos segundos después. Además, les culpa de la situación de Cataluña. "Hicieron un 155 de mierda, que devolvió el poder a los separatistas".

El candidato, a por todas

El discurso del candidato del partido verde por Barcelona no desentonó con el hilo de su jefe de filas. Gonzalo de Oro-Pulido lamentó que la alcaldía se dirima entre "una izquierda perroflauta y el rancio, casposo y beligerante separatismo. Barcelona fue, desde la Revolución Industrial, la líder y la envidia de España y de Europa. Hoy es la ciudad de los 450 delitos al día, líder en homicidios y violaciones, en todo lo malo. La gente honrada pasa miedo. Unas 100.000 personas se han ido al extrarradio por no poder vivir aquí".

Foto: Guardia civil controla la zona para evitar más peleas tras una reyerta en Coín, en 2018. (EFE/Pérez)

Aprovechó la coyuntura para disparar contra los okupas, como Abascal. "Hoy, los delincuentes que tiran abajo las puertas, que pinchan la luz, que salen con hachas a las calles [como se veía en los vídeos grabados en la plaza Bonanova], que tiran con balines contra niños, campan a sus anchas". El discurso tuvo los mismos tintes que el de Abascal: "La poca vivienda que hay, se ofrece a personas preferentemente venidas de fuera. ¿Y vuestros hijos, qué? Aquí se castiga a quien quiere sacar un negocio adelante y se protege a quien vive del dinero público para su beneficio".

El candidato afirmó que "Barcelona es hoy la meta europea de la delincuencia. Casi el 80% de los delitos son cometidos por extranjeros, en su mayoría ilegales. No es por señalar a nadie, sino para poner encima de la mesa un problema y arreglarlo". Enumeró los males de la ciudad. "Barcelona se ha convertido en enemiga de la clase media y la trabajadora. No se puede vivir aquí por el precio de la vivienda. Circular por la ciudad se ha convertido en un ejercicio de riesgo. Y ahora, con la limitación de la velocidad, hasta los patines van más rápidos. Se han construido muchos carriles bici, que solo utiliza un 3% de los vecinos ¿Y el otro 97%? Quieren imponer el coche eléctrico, pero ¿quién tiene dinero para comprar un coche eléctrico?". Gonzalo de Oro-Pulido terminó asegurando: "Barcelona necesita mano de hierro para acabar con los delincuentes. Si soy alcalde, que se preparen algunos".

Los okupas han vuelto a primera línea de fuego de la campaña electoral barcelonesa gracias a Santiago Abascal, que este domingo arengó a medio millar de fieles en la emblemática plaza Artós, del distrito de Sant Gervasi, relativamente cerca de la plaza Bonanova, donde las últimas semanas ha crecido la tensión entre vecinos y una veintena de antisistema que tienen okupadas dos casas, La Ruïna y El Kubo. "Para librar a Barcelona del turismo, Colau entregó la ciudad a los delincuentes, a la mafia de la okupación, a los que salen con navajas a la calle, a los que sacan hachas, a toda la gentuza extranjera que hay que echar de España", bramó el líder de Vox ante un público entusiasmado. Fue un discurso entregado, intenso y rápido: a Abascal le quedaba un buen camino que recorrer para poder estar por la noche en Pamplona, por lo que salió pitando tras acabar su alegato.

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