¿Qué ha pasado en Bonanova? La razón de las tensiones en Barcelona entre vecinos y okupas

Barcelona se ha convertido en una olla a presión durante las últimas horas. El epicentro de los últimos disturbios se sitúa en la plaza Bonanova, en la que se está viviendo un enfrentamiento que ha caldeado el ambiente entre los vecinos. El motivo radica en el desalojo de las fincas okupadas conocidas como La Ruïna y El Kubo.

El desahucio del segundo inmueble -propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, más conocida por su acrónimo Sareb- fue suspendido a finales de marzo por falta de seguridad, y desde entonces la tensión vecinal se ha hecho patente en la zona alta de Barcelona. El Kubo es un antiguo edificio de oficinas que ocuparon por primera vez en 2016, junto a él y conectado a través de una pequeña reja, está La Ruïna, que fue ocupado en 2019, cuando se convirtió en un centro social en el que diversos colectivos coordinan actividades.

En concreto, este jueves, 11 de mayo, a las siete de la tarde, un amplio dispositivo policial, integrado por casi 300 Mossos d'Esquadra y 80 de la Guardia Urbana, blindaban esta plaza barcelonesa para evitar la escalada de tensión en el barrio. A esa hora se producían dos manifestaciones, por un lado, una convocada por quienes brindan su apoyo a la veintena de personas que okupan estos dos edificios y la otra por Desokupa, una empresa fundada en 2016 que, según su propia web, se define como "especialista en recuperar inmuebles mediante la mediación con okupas, inquilinos, precarios, comunidades de vecinos, pisos compartidos".

Desalojo por la fuerza

Las movilizaciones, en las que se mantuvo en todo momento un amplio despliegue policial, se desarrollaron sin incidentes, pero al terminar un grupo de pro-okupas invadió por varias calles del distrito de Sarrià-Sant Gervasi rompiendo a martillazos y pedradas cristales de escaparates de algunas tiendas, entidades bancarias y concesionarios. Además, han lanzado pinturas contra los comercios. Asimismo, los Mossos han denunciado a 12 personas contrarias a la okupación por desobediencia.

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Antonio Fernández. Barcelona EFE

Así, la empresa liderada por Daniel Esteve, tenía previsto un desalojo por la fuerza que finalmente ha suspendido. Los Mossos han remitido un vídeo a la Fiscalía del director de Desokupa para que determine si hay delito. Esteve no dudó en entrar en el terreno político con sus declaraciones. “Pase lo que pase, Ada Colau, tú vas a perder las elecciones y yo voy a seguir desokupando, así que, al menos, no te comas el marrón (…) Esto se ha ido de madre (…) que sepáis que si no entramos el 11, entraremos el 12 de madrugada, el 13, el 14, el 15… no me voy de Barcelona hasta que solucione el Bonanovagate. Tenéis mi palabra”.

Ante esto, los okupas han llamado a todas las plataformas antisistema para defender las dos casas tomadas. "Barcelona es y será la tumba del fascismo. Ante su avance, ni un paso atrás. Colectivos, grupos y organizaciones de Gràcia y Vallcarca [barrios aledaños del distrito], en solidaridad con el CSO [Centro Social Okupado] La Ruïna y El Kubo y contra el fascismo", rezan los mensajes de solidaridad intercambiados por las redes sociales para realizar contramanifestaciones y frenar un posible nuevo desalojo. Además de la creación de un canal de Telegram específico para organizar la resistencia. "Nuestras casas son trinxeras" es su lema.