La ANC desoye a su presidenta y pospone la creación de una lista cívica para las elecciones

La cúpula de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) resolvió este fin de semana posponer el debate de si presenta una plataforma cívica o alternativa a las próximas elecciones autonómicas, que se celebrarán en 2025, si no hay adelanto electoral. Esa lista quiere ser un toque de atención a los demás partidos independentistas que ya presentan candidaturas: ERC, JxCAT y CUP. La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, pretende influir en los programas electorales nacionalistas y aprovechar el descontento de las bases para atraer a sus posiciones extremistas a una masa de descontentos que son los que se acostumbran a movilizar en las calles.

La posibilidad de la candidatura cívica figura en la hoja de ruta aprobada en mayo de 2022. Feliu llevó a la última reunión del Secretariado de la ANC, el máximo órgano de dirección, el tema de la creación de un grupo de trabajo que la perfilase. Para ello, la dirigente soberanista planteó el mandato de la hoja de ruta del pasado mes de mayo: “Desde este momento, nos planteamos el impulso de una lista cívica, independiente de partidos, para defender la voluntad de los electores independentistas en las próximas elecciones al Parlament de Cataluña y hacer la independencia. Habrá que determinar los mecanismos democráticos necesarios para la composición de la lista cívica y, en cualquier caso, deberá ser ratificada por los socios”.

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Pero el Secretariado le dio la espalda. La presidenta perdió la votación de la creación del grupo de trabajo por un solo voto de diferencia. “El Secretariado Nacional ha preferido que el debate quede abierto y continúa a través de las comisiones, en las asambleas territoriales y las bases, y en la hoja de ruta que se votará en la asamblea general ordinaria. Los socios de la ANC tomarán la decisión final sobre el impulso de la lista cívica en una consulta”. Es decir, que la lista se planteará tarde o temprano.

Volverá a plantearse

Pese a todo, los motores de la ANC están a tope. En las próximas municipales, concurre la candidatura de Primàries, una marca que había impulsado la propia ANC con motivo de los comicios de 2019. Llegó a lograr 26 concejales en toda Cataluña. Pero las críticas posteriores fueron feroces, porque esa lista supuso pérdidas importantes para el independentismo. Entre otras cosas, evitó que la CUP tuviese representación en el emblemático Ayuntamiento de Barcelona y perdió los tres ediles que tenía hasta ese momento. Por eso, ahora un sector del independentismo reclama mesura a la entidad y que se mantenga neutral, mientras que otro sector pretende presionar con la amenaza de una nueva lista. Feliu es apoyada en su estrategia por Uriel Bertran, que de ERC pasó a liderar el partido Solidaritat Catalana per la Independència (que llegó a tener cuatro diputados en el Parlament).

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Pero ni por esas. El Secretariado hundió su propuesta de grupo de trabajo por la lista cívica, aunque fuentes independentistas señalan a El Confidencial que es un mandato de la asamblea general y, por tanto, debe confeccionarse. Una propuesta semejante a la del año pasado será enviada a la asamblea de este año, por lo que el tema seguirá abierto. Además, según aducen, faltan dos años para las autonómicas, por lo que el tiempo no apremia y en estos momentos la ANC tiene otras cosas importantes en cartera, especialmente “presionar a los partidos que tienen representación parlamentaria para que cumplan sus promesas electorales y se alineen con los planteamientos que les piden sus votantes”.

Esta presión, según afirman en algunos círculos extremistas, debe llegar a pedir a la población que no voten a ERC, JxCAT y la CUP, porque “estos partidos han secuestrado el voto independentista y han traicionado a sus votantes”. Carles Valbuena, vocal del Cercle Català de Negocis (CCN) y uno de los activistas más seguidos en sus comentarios, planteó ya abiertamente esa posibilidad en un vídeo distribuido en los circuitos soberanistas este domingo: “La ANC debe ser correa de transmisión entre pueblo y políticos y encargada de movilizar a la gente. Si lo que decidieron es no hacer una lista cívica, lo que ha de hacer es presionar, presionar y presionar. Pero también puede no dar apoyo y denunciar y decir de forma activa que no apoya a ERC, JxCAT y CUP. No hay nada en sus estatutos que lo impida”, señaló Valbuena.

La nueva alianza

Para mediados de febrero, la ANC prepara también una Conferencia Nacional del Movimiento Civil Independentista, que quiere convertir en una plataforma unitaria de todas las tendencias secesionistas. Su objetivo es poner de acuerdo a todos los partidos y entidades en que su denominador común debe ser la aceptación de los resultados del referéndum del 1 de octubre de 2017 como premisa inamovible para cualquier planteamiento político y, en consecuencia, reclamar como legal y efectiva la proclamación de la independencia por el Parlamento catalán el 27 de octubre de aquel año.

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“Queremos propiciar un nuevo empuje social e institucional que nos permita hacer efectiva, desplegar, defender y sostener en el tiempo la declaración de la independencia. Ahora bien, un escenario de esta magnitud no puede improvisarse y es en este sentido que convocamos una conferencia ciudadana de entidades por la independencia”, dice la ANC respecto al acto que está organizando. Y señala que, “con el horizonte de 2025, la ANC quiere conformar una nueva alianza civil e institucional que permita hacer efectiva, desplegar y defender una declaración de independencia legitimada por el referéndum del 1 de octubre y también por la mayoría democrática independentista votada en el Parlament de Cataluña”.

De hecho, desde octubre de 2022, esta entidad está organizando charlas por todo el territorio catalán bajo el lema "Horizonte independencia: 2023-2025", para difundir esa hoja de ruta. Los ejes estratégicos de la conferencia con cuatro: “Incrementar el apoyo social y el nivel de exigencia ciudadana sobre la urgencia de la independencia; definir acciones para hacer efectiva la independencia en un horizonte concreto; diseñar estrategias y alternativas políticas en el caso de que la actual clase política no asuma la necesidad de realizar la independencia en esta legislatura, y conseguir un mayor apoyo y reconocimiento internacional en caso de una nueva declaración de independencia”. A pesar del revés de la presidenta Dolors Feliu con su propuesta de grupo de trabajo, a los dirigentes de la ANC no les falta trabajo.