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Jordi Sànchez sale vivo de la refriega en JxCAT y espera el indulto para ganar poder
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Puigdemont le apoyó ante los críticos

Jordi Sànchez sale vivo de la refriega en JxCAT y espera el indulto para ganar poder

La ejecutiva del partido se reunió ayer en un clima de profunda división interna. Pero hubo un pacto para defender al secretario general, débil y cuestionado por relativizar el 1-O

Foto: El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)
El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)

El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez, ha salido tocado pero no hundido de los ataques internos en su propio partido por haber asegurado que la consulta del 1-O era instrumental: para negociar con el Gobierno español y no un acto de soberanía fundacional. Tras recibir el apoyo preciso de Carles Puigdemont desde Bruselas, tuvo que matizar su posición ayer en una rueda de prensa. En la práctica, Jordi Sànchez sigue en su cargo. Y cuando lleguen los indultos y salga de la cárcel de Lledoners, algo que posiblemente pasará en las próximas semanas, el arquitecto de JxCAT ganará margen de maniobra para hacerse con las riendas de la formación. Si no consiguieron derribarlo estando en prisión, menos lo lograrán en régimen de libertad.

La ejecutiva de JxCAT se reunió ayer, en teoría para cerrar filas con su secretario general. El fin de semana, Waterloo tuvo que salir a salvar a Sànchez, que tenía un grupúsculo de militantes moviendo un manifiesto anónimo en su contra. Se filtró que Puigdemont y él habían mantenido una reunión telemática y que el 'expresident' y presidente de JxCAT respaldaba su gestión.

Foto: El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)

En la rueda de prensa, Jordi Sànchez aseguró: “Nadie ha pedido mi dimisión”. Y dio la crisis interna por cerrada. Está lejos de ser cierto. La herida está abierta, pero los representantes del sector crítico, Josep Rius y Elsa Artadi, evitaron censurar a Jordi Sànchez. Lo cierto es que durante el fin de semana se había hecho un trabajo previo para que la ejecutiva sirviese para apuntalar a Jordi Sànchez, cuya posición se encuentra muy debilitada.

JxCAT se ha conjurado para pasar página, aseguran las fuentes del partido. "En ningún caso escribí o he pensado que el 1-O no se celebró para ganar la independencia. Hicimos el 1-O para hacer la independencia. Quien crea que, en este caso, voy a contribuir modestamente al referéndum renunciando a la independencia, o es que es muy ignorante o tiene mala fe. La ignorancia se perdona, la mala fe se debe superar", manifestó Sànchez en rueda de prensa, para luego asegurar que no se siente aludido por manifiestos anónimos y calificar la crisis de su formación de inexistente.

Hay sectores del partido que no perdonan a Jordi Sànchez que pactase en solitario la formación de la nueva Generalitat de Aragonès

Sin embargo, la realidad fue más compleja. Si hubo que cocinar la ejecutiva para que no le saltasen al cuello a Jordi Sànchez, también se ha pactado que, de manera posterior, se trabaje en coordinar más los ámbitos de decisión en la formación soberanista. Hay sectores del partido que no perdonan a Jordi Sànchez que pactase en solitario la formación de la nueva Generalitat de Pere Aragonès.

Giro hacia la centralidad

Fuentes presentes en la ejecutiva explican que buena parte de las intervenciones fueron para defender la importancia del 1-O. Pero que, como se había pactado, no se atacó a la persona de Jordi Sànchez.

En los sectores más proconvergentes de JxCAT, están convencidos de que el desliz de la carta no fue tal. Que fue un primer paso calculado de Jordi Sànchez para que JxCAT recupere la centralidad del independentismo. Muchos como Jordi Pujol opinan que ahora la mayoría social del independentismo está en las posiciones que defiende ERC: somos independentistas, pero ahora no es el momento. Hacen falta años para articular una mayoría social que respalde un cambio. Mientras tanto, hay que pactar con el Gobierno español. Conllevancia.

Jordi Sànchez cuestionó el 1-O como primer paso en el viraje estratégico del partido a posiciones más posibilistas

Jordi Sànchez no estaría solo en el partido. Pero hay que ser cuidadoso, porque el peligro es acabar como Jaume Alonso Cuevillas, que tuvo que dejar su puesto en la Mesa del Parlament por cuestionar la desobediencia simbólica, tipo Quim Torra. La sensibilidad en el mundo independentista está a flor de piel.

Salir de la cárcel

Jordi Sànchez cuenta con los indultos. Una vez en la calle, ganará margen de maniobra para mantener las riendas del partido, explican fuentes cercanas a su sector. Si ahora cuenta con los aliados de los altos cargos de la Generalitat que han salvado su puesto con su pacto con ERC, podrá seguir creciendo una vez que esté fuera. Uno de los objetivos es que más alcaldes del PDeCAT cambien de bando para forzar a los de Àngels Chacón, candidata el 14-F de los convergentes de Artur Mas, a un mal acuerdo en la marca blanca que están preparando para las municipales.

El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez, ha salido tocado pero no hundido de los ataques internos en su propio partido por haber asegurado que la consulta del 1-O era instrumental: para negociar con el Gobierno español y no un acto de soberanía fundacional. Tras recibir el apoyo preciso de Carles Puigdemont desde Bruselas, tuvo que matizar su posición ayer en una rueda de prensa. En la práctica, Jordi Sànchez sigue en su cargo. Y cuando lleguen los indultos y salga de la cárcel de Lledoners, algo que posiblemente pasará en las próximas semanas, el arquitecto de JxCAT ganará margen de maniobra para hacerse con las riendas de la formación. Si no consiguieron derribarlo estando en prisión, menos lo lograrán en régimen de libertad.

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