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Jordi Sànchez agrava la crisis interna en Junts al cuestionar el 'mandato del 1-O'
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Puigdemont calla sobre el tema

Jordi Sànchez agrava la crisis interna en Junts al cuestionar el 'mandato del 1-O'

"El 1 de Octubre fue concebido más para forzar al Gobierno a abrir una vía de diálogo y negociación para lograr un referéndum acordado que para proclamar la independencia"

Foto: El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)
El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)

JxCAT se tensiona todavía más a cuenta de la política de indultos y de la respuesta que dio el secretario general del partido, Jordi Sànchez, a Oriol Junqueras en una carta en el diario 'Ara'. La base del descontento se centra en el grupo parlamentario donde está el sector más 'puigdemontista', que considera que Sànchez cuestiona desde la cárcel de Lledoners “el mandato del 1-O”, es decir, considerar que la consulta de 2017 fue legítima y que de ella emana un imperativo democrático que han de cumplir los partidos independentistas. Así lo han expresado Elsa Artadi y la consejera de Universidades, Gemma Geis, que han reivindicado el aspecto fundacional del 1-O, mientras que para Jordi Sànchez sería meramente instrumental.

Podría parecer una entelequia conceptual, aunque el independentismo, que lleva años alejado de la realidad, vive de este tipo de detalles. Jordi Sànchez quería rebatir la carta en que Oriol Junqueras descartó la vía unilateral. Pero en el texto escribió, además: “Soy de los que creen que el 1 de Octubre fue concebido más para forzar al Gobierno a abrir una vía de diálogo y negociación para lograr un referéndum acordado que para proclamar efectivamente la independencia”. De forma automática, los escuadrones de cazadores de traidores del independentismo apuntaron sus cañones contra Sànchez.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE)

Artadi replicó desde TV3 afirmando que “el 1-O se concibió para hacer un referéndum de independencia”. Y luego añadió: “Los independentistas ganamos ese referéndum, que nos da un mandato”. Lectura fundacional. Igual que Geis, que afirmó: “Estoy en política por el 1-O”, un acto que es “un referéndum de autodeterminación legitimado por la violencia”.

Rápidamente, ha habido voces que han pedido que Carles Puigdemont ejerza su autoridad desde Bélgica. Pero Puigdemont ayer compareció ante los medios por los recursos ante el Tribunal de Derechos Humanos de algunos presos y eludió este espinoso asunto. También lo tenía complicado, porque en 2018 una de sus más estrechas colaboradoras, Clara Ponsatí, ya reconoció que con la DUI “íbamos de farol” y entonces no se dijo nada.

Foto: El líder de ERC, Oriol Junqueras, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE)

Con los indultos a los puertas, el 1-O es una parte de la historia reciente de Cataluña sobre la que no hay acuerdo. Un total de 18 secretarios de la ANC han reprochado a Jordi Sànchez sus palabras. Mientras ERC se mantiene casi como un bloque, en JxCAT estas cuestiones se interiorizan mucho peor.

Sànchez controla el partido. Y Puigdemont calla porque no se ve capaz de ganarle a Jordi Sànchez un congreso del partido. Cada día que pasa, el poder de Sànchez va a más. Ha conseguido que Toni Morral, persona de su confianza, sea el nuevo delegado de la Generalitat en Barcelona, apartando al exjefe de gabinete de Puigdemont Joan Ramon Casals, quien también aspiraba al puesto, según explican fuentes internas de la formación.

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (Reuters)

Grupo parlamentario

La tensión se dibuja en el grupo parlamentario. De allí están saltando los moderados. Es el caso de Meritxell Budó, nueva secretaria de Atenció Sanitària. La lista va corriendo y las nuevas incorporaciones son más radicales, línea Aurora Madaula, quien aseguraba en redes: “El 1-O no fue un añagaza. Y quien diga lo contrario miente”.

La lista va corriendo en el grupo parlamentario de JxCAT y se va radicalizando

Fuentes de JxCAT aseguran que el grupo parlamentario no se romperá hasta después de las municipales, porque Elsa Artadi necesita el apoyo del partido para optar a la alcaldía de Barcelona. Pero tras las municipales, el futuro del grupo que dirige Albert Batet parece algo más que incierto.

Unilateralidad

Hasta el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha dado por aparcada la unilateralidad. El clima social ya no está en esta onda. Pero el problema es que mientras ERC lleva tres años virando, en JxCAT la cuestión no se puede ni mencionar. El 'mandato del 1-O' es uno de esos mantras que se repiten para reconfortar a los votantes, pero que en la práctica nadie quiere aplicar, como la 'desobediencia' o el 'ho tornarem a fer' de Jordi Cuixart. Pero no responden a una realidad política. Se dicen las cosas para que las bases electorales se sientan bien. Luego se dan circunstancias extrañas, como el caso Jaume Alonso-Cuevillas, a quien forzaron a dejar la Mesa del Parlament por cuestionar la desobediencia simbólica tipo Quim Torra. En la práctica, lo que afirmó Jordi Sànchez es más grave que lo que dijo Cuevillas. Todo este tipo de incoherencias va minando el partido por dentro.

JxCAT se tensiona todavía más a cuenta de la política de indultos y de la respuesta que dio el secretario general del partido, Jordi Sànchez, a Oriol Junqueras en una carta en el diario 'Ara'. La base del descontento se centra en el grupo parlamentario donde está el sector más 'puigdemontista', que considera que Sànchez cuestiona desde la cárcel de Lledoners “el mandato del 1-O”, es decir, considerar que la consulta de 2017 fue legítima y que de ella emana un imperativo democrático que han de cumplir los partidos independentistas. Así lo han expresado Elsa Artadi y la consejera de Universidades, Gemma Geis, que han reivindicado el aspecto fundacional del 1-O, mientras que para Jordi Sànchez sería meramente instrumental.

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