La OMS hizo un informe complaciente con la Generalitat tras recibir 1,6 millones al año

El pasado mes de febrero, en un acto celebrado en el Palau de la Generalitat, el presidente catalán, Quim Torra, sorprendía con una puesta en escena nada habitual. La maestra de ceremonias era Melitta Jakab, miembro de la oficina de la OMS en Barcelona, que glosó el sistema sanitario catalán. Según los expertos de la ONU, el sistema sanitario catalán "es líder en Europa y en todo el mundo". "El proceso de planificación en salud de Cataluña es de excelencia y Europa puede aprender de Cataluña. El reto ahora es cómo mantener la excelencia en la próxima década en un mundo cambiante", señaló Jakab desde el escenario. Otro de los asistentes, que asentía, era un doctor que había ayudado a redactar el informe presentado en ese acto, titulado 'Retrospectiva de treinta años de la planificación sanitaria en Cataluña'.

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El informe, de 74 páginas, es una oda a la labor del Gobierno catalán, aunque aun así incluye 15 recomendaciones ante los retos futuros, como priorizar desafíos como el cambio climático, la resistencia a los antibióticos o los determinantes sociales de la salud. A pesar de la excelencia y la loa a la sanidad catalana (destacando la coherencia de la planificación de la salud durante tres décadas), el informe subraya que tanto la Agencia de Salud Pública como el sistema de salud pública de Cataluña "se han de adaptar. Hasta ahora, su modelo es demasiado tradicional, todavía no estructurado para afrontar los problemas de salud pública del futuro".

El informe resalta que “Cataluña puede presumir de unos resultados en salud excelentes obtenidos a un coste razonable para el sistema de salud. Las tasas estandarizadas de mortalidad disminuyen y la esperanza de vida crece sin parar”. Esta afirmación contrasta con las críticas desde todos los sectores sanitarios, que critican los recortes de la última década, con la eliminación de casi un millar de plazas de facultativos, miles de empleos en enfermería y la supresión de miles de camas de hospitales. Ello no es óbice para decir que “durante el periodo 2010-2013, la mortalidad se redujo un 8,5% mientras que la esperanza de vida aumentó en un año, tanto para los hombres (80,8) como para las mujeres (86,3). En 2016, la esperanza de vida al nacer era de 83,6 años, de las mejores de Europa”. A continuación, sin embargo, daba otros datos sobre los que solo señalaba que eran razonables y que se había llegado a ellos por “el ajuste del sistema sanitario”: se trata del hecho de que en 2016 “el gasto sanitario público per cápita en dólares fue de 2.137, el gasto total en salud fue del 7,6% del PIB y las camas hospitalarias, 1,7 por 1.000 habitantes, muy por debajo de la media de 3,7 en la UE-15”.

Las loas al papel del Govern son constantes. El texto resalta también que “el proceso de planificación sanitario en Cataluña se ha llevado a cabo con una coherencia notable durante un periodo de 30 años y se ha sabido adaptar a las necesidades cambiantes de los tiempos (…) Un liderazgo claro, una buena asignación de las funciones y relaciones institucionales, un diálogo inclusivo y abierto, y la aplicación coherente de un ciclo político completo han contribuido en gran medida al éxito de los planes de salud de Cataluña”. En este sentido, identifica “21 atributos” que consiguieron unos “planes de salud consistentes”.

Entre esos atributos, cita “un mandato bien establecido y claramente articulado, un proceso bien regulado para la planificación sanitaria y liderazgo”. Y subraya en negrita que “el Departamento de Salud ha demostrado un liderazgo fuerte durante treinta años a la hora de dirigir el proceso de planificación sanitaria, y así lo reconocen abiertamente algunos informantes clave de diferentes ámbitos del sistema de salud”. Otros atributos son, por ejemplo, “la implicación y participación de los grupos de interés”, el “compromiso político y la rendición de cuentas al máximo nivel”, la “coherencia interna de los planes de salud”, la “claridad de prioridades, hitos, objetivos y resultados esperados”, la “adecuación de la financiación a las prioridades del plan de salud” o “la coherencia de las políticas intersectoriales e intergubernamentales”.

Este informe es una labor de la Oficina Regional para Europa de la OMS. La consejera de Salud, Alba Vergés, en el prólogo del informe, advierte de que el texto "nos ayudará a marcar el rumbo que es preciso seguir los próximos años (…) el reto es mejorar la salud de la población. Agradezco a la Oficina de la OMS en Barcelona el asesoramiento, la participación y el apoyo en este proyecto conjunto con el Departamento de Salud. Espero que esta colaboración pueda continuar en el futuro y dé frutos tan relevantes como el que hoy se presenta".

Una oficina en Barcelona… sobre el papel

De hecho, el informe llega después del dinero que la Generalitat había pagado a la oficina de la OMS. Esta oficina se creó en 1999 y su cometido es el apoyo técnico de la OMS para la financiación de los sistemas de salud en los Estados miembros. Oficialmente, en Barcelona se instauró una Oficina de Proyectos Sanitarios en Cataluña que depende directamente de la Oficina Regional Europea de la OMS, con sede en Copenhague (Dinamarca). De esta oficina no hay rastro en las páginas web oficiales de la OMS. Para el mantenimiento de la misma, no obstante, el Gobierno catalán paga anualmente más de 1,6 millones de euros.

El Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña subvencionó con más de 1,6 millones de euros la Oficina Regional Europea de la OMS, el pasado mes de marzo, para mantener una oficina en Barcelona. La subvención, detallan los documentos, sirve para sufragar “los gastos de funcionamiento de la Oficina de Proyectos de Servicios Sanitarios en Cataluña para el año 2019”. La generosa subvención fue solicitada el pasado 19 de diciembre, concedida ese día por la consejera de Salud, Alba Vergés, y comunicada al Ministerio de Hacienda el pasado 25 de marzo, cuando ya estaba decretado el estado de alarma.

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El monto total de la subvención fue de 1.658.674 euros, según consta en la resolución de Vergés y en la Base de Datos Nacional de Subvenciones (BDNS) del Ministerio de Hacienda. Se da la circunstancia de que el 19 de diciembre de 2019 se acababa el plazo para la petición de la subvención y fue justamente en esa fecha en la que Vergés ya autorizó el pago, recordando en su escrito que había un "acuerdo de Govern" con fecha de 17 de diciembre de 2019. La decisión de pagar a la OMS, pues, no fue de la Consejería de Salud, sino una decisión cuyo responsable era el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra.

En ese escrito, la consejera recordaba que el pago se realizaría después de que la Oficina Regional Europea presentase un certificado "que acredite que las actividades objeto de la aportación del Departamento de Salud se han llevado a cabo con indicación detallada del destino de los fondos destinados a la Oficina de Proyectos en Barcelona". La fecha tope para presentar ese certificado era el 10 de febrero pasado.

Preguntas parlamentarias

No es la única subvención. En una respuesta parlamentaria al diputado de Ciudadanos José María Cano, el 19 de febrero pasado, la consejera admitía otra subvención a la Oficina Regional Europea de la ONU y remitía al diputado a visitar la base de datos del Ministerio de Hacienda para conocer los detalles de la subvención. Curiosamente, la respuesta al representante de Ciudadanos se produjo exactamente dos meses después de que Vergés otorgase otra subvención similar a la misma organización, ya que la ayuda por la que preguntaba el diputado también alcanzaba los 1,64 millones de euros.

En 2015, la subvención a esta oficina fue de 1.598.594 euros, que se quedaron en 1.597,626,10 euros en 2016. El concepto de esas ayudas era también el "desarrollo de una Oficina de Proyectos Sanitarios en Cataluña". En 2018 no figuran subvenciones, pero sí en el plan de Salud de 2019-2021, en que se prevén ayudas anuales "en régimen de concesión directa" a la OMS durante ese periodo. Desde 2015, pues, la OMS ha recibido prácticamente 6,5 millones de euros en subvenciones directas para una Oficina de Proyectos Sanitarios cuya existencia se limita al concepto de las subvenciones.

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Preguntado el Departamento de Salud por la labor realizada por la oficina subvencionada, a la hora de cerrar esta edición, El Confidencial no había recibido ninguna respuesta al respecto. En Barcelona, se han realizado algunos cursos sobre fortalecimiento de sistemas de salud y financiación de la salud, pero aparte de eso, de un encuentro internacional en Sitges en 2018 y del informe citado sobre los 30 años de la sanidad catalana, poco más se conoce de la actividad de la OMS en Barcelona, y aún menos de la Oficina de Proyectos Sanitarios a la que se han concedido las ayudas. La Generalitat guarda silencio también sobre si existen subvenciones millonarias anuales a la OMS y sobre la dotación económica en los Presupuestos de la Generalitat, ya que estaba previsto asignar la ayuda de 2019 en las cuentas de 2020.

Jorge Soler (Cs): "Ya hemos preguntado a la consejera de Salud por las partidas pagadas a la OMS y las funciones exactas de esa oficina"

Este martes, los diputados del partido naranja José María Cano y Jorge Soler han vuelto a preguntar sobre el expediente administrativo, solicitando también la copia íntegra de la relación de prestaciones recibidas por la OMS, así como el informe sobre el grado de ejecución de ese expediente.

Jorge Soler señaló a El Confidencial: "Desde Ciudadanos, ya hemos preguntado a la consejera de Salud por las partidas pagadas a la OMS y las funciones exactas que realiza esa oficina. ¿Qué contraprestaciones tiene dedicar tanto dinero a este cometido? Queremos conocer también si estas subvenciones tienen carácter anual. Estos días, estamos vigilando con mucha atención todas las partidas destinadas a entidades y empresas, como los 17,7 millones de Ferrovial. Creemos que tanto la de esta empresa como las ayudas a la OMS deberían haber ido a Atención Primaria, que necesita fondos, y más en esta etapa".