Pánico por los impuestos en Cataluña: los expertos avisan de nuevas deslocalizaciones

Tras lo peor de la pandemia, las consecuencias: el futuro pasa, entre otras cosas, por una subida de impuestos. En algunas zonas, tardará más o tardará menos. En otras, ya está encima de la mesa. Por ejemplo, en Cataluña, donde la subida de tasas ya es casi una realidad tangible, a pesar de ser una de las autonomías con mayor presión fiscal. Y en particular los barceloneses lo tendrán aún más difícil, puesto que a la subida de varios impuestos del Govern habrá que añadir a la cesta otro impuesto sobre residuos que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha colado a través del recibo del agua. Los expertos ya auguran para el próximo año una nueva huida de empresas familiares o deslocalizaciones para aliviar la presión fiscal.

La Generalitat ha aprobado un incremento del impuesto del IRPF y de Sucesiones. Esta comunidad ya era una de las regiones con mayor presión fiscal. Y ahora esa fama se ve incrementada con la creación de impuestos medioambientales. En el tema del IRPF, el Govern bonifica las rentas más bajas, y penaliza en dos puntos las de más de 90.000 euros y en un punto las de más de 120.000 euros anuales. En el caso de Sucesiones, se mantiene una bonificación del 99% para cónyuges, pero se elimina para el caso de padres a hijos, que serán tratados con un baremo progresivo que oscilará entre el 60% y el 0%. Habrá modificaciones también en Transmisiones Patrimoniales, bebidas azucaradas o viviendas vacías. Sube la tasa turística y se esperan nuevos impuestos 'verdes'.

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Ante este panorama, la Asociación Profesional de Técnicos Tributarios de Cataluña y Baleares (APttCB, que agrupa a más de 1.000 despachos profesionales) ha alertado este jueves de que la subida de impuestos catalana fomentará la deslocalización de contribuyentes y de familias. "Nos encontramos en plena pandemia, con más de 1.000 muertos por coronavirus en Cataluña y el incremento de impuestos como el de Sucesiones y Donaciones parece una medida oportunista y poco justificable. Quizá no era el mejor momento de aplicar estos aumentos de impuestos", dice esta asociación.

Montse González, vicepresidenta de la APttCB, explica a El Confidencial que esta asociación comenzó una ronda de reuniones con todos los grupos parlamentarios de Cataluña. Les dio tiempo a conversar con JxCAT, ERC y PSC, pero enseguida fue decretado el estado de alarma y se paralizaron las reuniones. "Todos se mostraron abiertos a hablar del tema y había predisposición a escuchar. Incluso compartían muchas de nuestras inquietudes", subraya González.

Agravio comparativo

En Cataluña se da un problema añadido: hay mucha empresa familiar y, a la hora de liquidar Sucesiones, el contribuyente puede acogerse a su bonificación, pero entonces no la tendrá en el Impuesto de Patrimonio. El hecho de aplicar la bonificación del 95% en la sucesión de empresas familiares, pues, no es compatible con la bonificación por patrimonio. En su comunicado, la asociación asegura que ello "afectará a la actividad empresarial y en el momento de liquidar una herencia con empresa familiar, la cuota final será muy superior a la que se habría pagado antes del 1 de mayo del 2020".

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Por tanto, existe el peligro de deslocalización de empresas hacia otros territorios. "Quizá este ejercicio, que es atípico, no se note, pero ya veremos qué ocurre el próximo año", subraya Montse González. La especialista fiscal reconoce que en cuestión de impuestos existe en Cataluña un agravio comparativo respecto a otras zonas. "Nosotros no entramos en si se han de subir los impuestos o no. De hecho, comprendemos, por ejemplo, que después de tres años sin presupuestos, la Generalitat ha tenido que aprobar unos números nuevos para este año. Lo que ocurre es que con la crisis de la pandemia parece que en este momento se nota más ese aumento. Más que un tema económico en sí es el momento en que se hace".

Pero si los catalanes lo tienen crudo, los barceloneses lo tienen aún peor. En la capital catalana ha habido protestas por una subida desmesurada del IBI este ejercicio. El resultado fue que, en algunas ocasiones, el IBI subió hasta un 300% o un 400%. Pero desde el Ayuntamiento matizan esta afirmación y aseguran que solo se actualizó el catastro. "Hay inmuebles que no tenían actualización de impuestos desde hace décadas y a esos les puede haber supuesto un incremento importante, pero para la gran mayoría de contribuyentes, ese impuesto apenas ha variado e incluso en algún caso puede haber bajado un poco. Puede darse el caso, incluso de que de dos viviendas, puerta con puerta, una haya tenido que pagar tres veces más y la otra se queda igual", explican fuentes municipales a este diario. Lo cierto es que, como alerta Montse González, el tema también tocará al bolsillo del contribuyente por otra circunstancia: "Con el tema de la subida del IBI, eso no repercute solo en lo que uno ha de pagar en Barcelona por la vivienda: a la hora de pagar el Impuesto de Sucesiones de ese inmueble, la cuota será también mucho mayor". Por tanto, quien sale perdiendo es el 'pagano' final. O sea, el ciudadano.

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Subidas generalizadas

Las nuevas ordenanzas que Colau aplica en 2020 fueron pactadas este año con ERC. Paco Sierra, portavoz de Ciudadanos en el consistorio, señala a El Confidencial que "prácticamente todos los impuestos municipales subieron este año". Sierra presentó esta semana, precisamente, una propuesta de rebaja del 50% de la tasa de residuos para los comercios. "Esta tasa supone un incremento importantísimo y es camuflada dentro del recibo del agua. Debido a la situación, pedimos que, al menos, se exonere a los comercios de pagarla hasta final de año", explica el concejal a El Confidencial.

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Desde el Ayuntamiento se asegura que el consistorio es sensible a las reivindicaciones ciudadanas y que, por ello, se acordaron medidas como el retraso en el pago de algunos impuestos, variando el calendario de forma ostensible. Pero el retraso no implica que haya bonificaciones, que es lo que la oposición propone. La bonificación de la nueva tasa sobre residuos, por ejemplo, llegada en plena pandemia, fue presentada este miércoles por Ciudadanos en una reunión municipal, aunque afectará solamente a los comercios que han de permanecer cerrados. Los ciudadanos deberán pagarla sin rechistar. La propuesta contó con el apoyo de ERC, PDeCAT, PP y el grupo de Manuel Valls. Por el contrario, tanto comunes como PSC se abstuvieron. Así, la petición de rebaja será llevada al próximo pleno y puede suponer una minoración de los ingresos municipales de 6 millones de euros.

Otro de los temas que blande el Ayuntamiento para mostrar su predisposición es la rebaja de la tasa de terrazas, aunque fue la presión ciudadana y de la oposición la que obligó al equipo municipal a recular. A nadie se le escapa que Colau apretó a la hostelería —un sector que no es de su agrado— penalizando a los locales con las tasas de las terrazas, que subieron hasta un 500%. A propuesta también de Ciudadanos, se aprobó que desde el inicio de la pandemia hasta el pase de Barcelona a la fase 1, los establecimientos no paguen la tasa de terrazas, y de ahí hasta fin de año se pague solo el 25% (lo cual, en realidad, significa dejarla como estaba el año pasado). "No puede ser que hayas de tener tu negocio cerrado y que, sin embargo, tengas que pagar igual los impuestos", aduce Paco Sierra. Esta rebaja en el impuesto de terrazas será aprobada definitivamente por el pleno municipal a finales de mayo. Es una de las pocas medidas temporales que está a punto de materializarse, porque todo lo demás apunta en la dirección contraria: subida de impuesto de residuos, del IBI, del IAE, del Impuesto de circulación…