La redención de Sànchez: dice dejar el activismo y reniega de la foto sobre el Patrol

El expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez no volverá a participar en el activismo político. Pese a que fue candidato de JxCAT a las generales, así lo prometió a los juristas y psicólogos de la cárcel de Lledoners, donde cumple condena de nueve años de prisión por sedición. Contrariamente a la actitud combativa y desafiante de Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, que siempre ha sostenido que “lo volveremos a hacer”, Sànchez ha adoptado una actitud contraria, hasta el punto de que declaró a los psicólogos de la cárcel que no volverá a liderar ninguna organización similar a la ANC. Ello da pie al juez de vigilancia penitenciaria a estimar que el interno “asume la responsabilidad de sus actos y muestra motivación para el cambio”.

Los dos Jordis fueron condenados por haber sitiado la Consejería de Economía, sede también de la vicepresidencia del Govern, el 20 de septiembre de 2017, mientras una delegación judicial registraba las dependencias por orden de un juez. La secretaria judicial tuvo que subir a los tejados, saltar a la terraza de otro edificio anejo y escapar por otra puerta de madrugada, ante el asedio de miles de activistas, convocados por la ANC y por Òmnium Cultural. Los dos presidentes alegaron luego que se subieron encima de los coches de la Guardia Civil (que fueron literalmente destrozados) para pedir la disolución de la concentración. Pero de lo que no hay duda es de que la icónica imagen de los dos activistas subidos a un todoterreno de la Guardia Civil y arengando a las masas tiene una nueva lectura a partir de ahora.

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Los informes de los expertos destacan de Jordi Sànchez que “el interno, desde su juventud, ya llevaba a cabo activismo social a través de movimientos pacifistas y reivindicativos por temas sociales, de igualdad, de progreso y de mejora de la humanidad, y ello le llevó a participar en la conducta descrita. A día de hoy, ya no lo contempla como factible, ya que a consecuencia de los hechos se ha desvinculado de toda entidad dedicada a la movilización y no tiene intención de continuar este camino”.

Los informes abundan también en que “el interno cuenta con una larga trayectoria profesional, sus expectativas actuales ya no están en la política activa, ni tampoco en la presidencia de la ANC, ya que actualmente no lo es ni tiene intención de volver a liderar ninguna entidad ni movimiento social, manifiesta que sus inquietudes políticas serán enfocadas de otra manera, que por descontado no será la del activismo social”.

Reorienta su futuro

El compromiso de Sànchez va más allá: en los informes internos de la cárcel, se explica que respecto a los hechos delictivos de que se le acusó, “manifiesta que los derechos se ganan a través de la movilización no violenta. Las convicciones no las cambiaría, sí algunas formas de llevarlas a cabo. El interno verbaliza que cambiaría el hecho de subir al coche para avisar a los manifestantes de que desconvocaban la manifestación, porque desde el exterior se percibió como una falta de respeto hacia la policía”.

Siguiendo este hilo argumental, Jordi Sánchez aseguró a los expertos que sus expectativas de futuro “están orientadas a la reincorporación laboral; consciente de que se ha de reinventar en este aspecto, ya que está inhabilitado para desarrollar su labor en instituciones públicas (…) refiere tener algunos contactos para trabajar en entidades profesionales privadas”.

Los expertos dan un mayor valor a los permisos que pueda tener ahora, en los que irá perfilando un futuro laboral para cuando pueda alcanzar el tercer grado y salir de prisión a trabajar. Los informes aducen a su favor que “es el cuidador principal de sus padres, que requieren atenciones globales en su autonomía a consecuencia de patologías crónicas que padecen”. Y añaden que el interno tiene prácticamente atado su futuro laboral en la Fundación Can Pedró, en la que quiere trabajar como voluntario. Esta fundación “nace con la voluntad de atender a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y en riesgo de exclusión social, dando respuesta a las nuevas dimensiones de la pobreza”.

La sorprendente declaración de principios de Jordi Sànchez contrasta con la importancia que se le otorga en el universo independentista. El expresidente de la ANC se ha convertido en un icono independentista, especialmente después de que hubiese sido ‘fichado’ por Carles Puigdemont para presidir la Crida Nacional, la estructura creada desde Waterloo para debilitar el poder del PDeCAT. También es uno de los puntales del Consell per la República y su nombre fue propuesto como presidente de la Generalitat, cargo al que no pudo optar por encontrarse en prisión.

Las sorprendentes revelaciones sobre el expresidente de la ANC se encuentran recogidas en el auto firmado por el juez de vigilancia penitenciaria este mismo martes, por el que le concede otro permiso de tres días, atendiendo que ha cumplido un cuarto de su condena y que observa buena conducta. Además, resalta en otro punto que “en estos momentos no existen indicios de riesgo de reincidencia delictiva ni de quebrantamiento de condena”. Para redondear estos extremos, se remite a los informes del equipo multidisciplinar del centro, que ha valorado los riesgos “en las principales áreas, como la violencia autodirigida, violencia intrainstitucional, reincidencia delictiva general, reincidencia violenta y quebrantamiento de condena”. En este caso, dice el magistrado, “se hace constar en el informe del jurista del centro que el interno presenta un nivel bajo en todas las áreas”.