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Barcelona, una agresión sexual diaria y 15 hurtos: los datos de la Guardia Urbana
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"LA PLANTILLA ESTÁ HARTA"

Barcelona, una agresión sexual diaria y 15 hurtos: los datos de la Guardia Urbana

"En verano del año pasado, ya avisamos a la alcaldía de que la cosa se iba a desbordar. Pero Colau nunca ha querido a la Guardia Urbana", insisten desde su principal sindicato

Foto: La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el 'conseller' de Interior, Miquel Buch (d), durante la reunión de la Junta de Seguridad Local. (EFE)
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el 'conseller' de Interior, Miquel Buch (d), durante la reunión de la Junta de Seguridad Local. (EFE)

Más de una docena de asesinatos lleva Barcelona en lo que va de año, más de la mitad de ellos en los últimos dos meses. Manel García, portavoz de Sapol, el sindicato mayoritario en la Guardia Urbana, recuerda que su organización lleva tiempo avisando a la alcaldesa, Ada Colau. “En verano del año pasado, ya avisamos a la alcaldía de que la cosa se iba a desbordar. Pero Colau nunca ha querido a la Guardia Urbana. Primero dijo que faltaban agentes. Luego, echó la culpa a los Mossos d’Esquadra… Hace poco, despotricaba por la falta de 300 agentes de los Mossos en Barcelona. ¡Pero si a la Guardia Urbana le faltan 1.200 agentes y no dice nada!. En un reciente artículo, echaba la culpa de la alarma por falta de seguridad a la derecha, a la Fiscalía, a los medios de comunicación, a los Mossos y al consejero de Interior, pero nunca se mira ella. Hace tres años que le venimos avisando y todo sigue igual. La plantilla está harta”, asegura a El Confidencial Manel García.

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García pone los números encima de la mesa: cada día hay entre una y dos agresiones sexuales, entre 10 y 15 hurtos cada vez más violentos e innumerables peleas y actos de vandalismo. La estadística no engaña: la inseguridad no es un hecho puntual, como dice Colau, porque hay casi el doble de robos que cuando ella llegó al ayuntamiento. Es el precio de una política de seguridad ausente durante los últimos cuatro años. “Aquí se ha creado un mundo al revés. Ante cualquier conflicto entre un policía local y un delincuente, el ayuntamiento sacaba la defensa jurídica al agente y se la ponía al delincuente. El ayuntamiento nos ha dejado tirados", se queja el sindicalista. Esta queja es también el principal reproche que se hace desde la oposición.

Lo cierto es que la capital catalana ha vivido uno de los peores veranos desde hace décadas en cuanto a violencia se refiere. El pasado 3 de julio, el Sindicat de Policíes de Catalunya (SPC) ya advertía al director general de la Policía, Andreu Martínez, de que no podrían garantizar el orden público debido al grave déficit de efectivos. Hasta hace cuatro años, la Guardia Urbana era referencia en toda España para las políticas de seguridad. Lo que se hacía en la capital catalana se copiaba inmediatamente. Ahora es también referencia, pero para lo contario. Las peores previsiones se han cumplido.

Pelotas fuera

“El índice de delitos ha subido exponencialmente desde el año 2017 y hace meses que venimos advirtiendo de esta situación, a la vez que hemos mostrado nuestra preocupación por la falta de efectivos y de medios. Ahora, la alcaldesa, Ada Colau, echa la culpa a la Consejería de Interior y esta mira hacia otro lado”, se queja a El Confidencial David Miquel, portavoz del SPC.

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No es para menos. “La seguridad ciudadana no es responsabilidad nuestra, sino de Interior —explican fuentes oficiales del ayuntamiento a este diario—. Lo único que rebatimos es que se hayan desatendido las tareas. Los responsables políticos del ayuntamiento se han preocupado durante todo el verano por los temas que han ido sucediendo”.

Se remiten, por lo demás, a los tuits de la alcaldesa y a unas declaraciones a la radio pública catalana efectuadas este lunes, descargando toda la culpa en los Mossos d’Esquadra. La alcaldesa no se mordió la lengua al afirmar que la sensación de inseguridad es una campaña de los medios de comunicación y de la oposición hacia ella y que el culpable de todo es el consejero de Interior, Miquel Buch. “Reclamamos 'mossos', pero hace un año el consejero de Interior decía que no hacía falta”, argumentaba Colau este lunes.

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Claro que eso lo dice la alcaldesa que intentó desmantelar (y casi lo consigue por completo) la unidad de seguridad ciudadana de la Guardia Urbana y que intentó incluso quitar las pistolas a los agentes locales, según explica a El Confidencial un alto cargo del consistorio.

Con la llegada de los socialistas al consistorio, parecía que la seguridad entraba en una nueva etapa, pero de momento no ha sido así. “Tanto el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, como el responsable de seguridad, Albert Batlle, hacen gestos más efectistas que efectivos. Collboni dijo que se estaban realizando acciones puntuales. Pero lo que necesitamos no con acciones puntuales, sino un plan integral de seguridad y prevención a largo plazo, o esto se desborda”, dice a El Confidencial Luz Guilarte, presidenta de Ciudadanos en el consistorio barcelonés.

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Guilarte culpa a la propia alcaldesa, Ada Colau, de la situación. “Durante cuatro años, no ha existido gestión de seguridad. En ese periodo, el mensaje que se lanzaba desde la alcaldía era el de impunidad para los delitos de okupación o de ‘top manta’. Y ha habido un efecto llamada. La delincuencia en Barcelona se ha llegado a profesionalizar, hasta el punto de que los delincuentes han llegado a decir que en Barcelona viven bien. Eso no hubiera sido posible sin la complicidad del ayuntamiento. El sectarismo ideológico, ligado a la incapacidad de gestión de la alcaldesa, nos ha llevado a esta situación”.

Lactantes en condiciones infrahumanas

Desde los Mossos, se pide que tanto Interior como el consistorio asuman sus responsabilidades. Porque Miquel Buch, el consejero, tampoco quiere asumir nada. En un primer momento, achacó el repunte de la delincuencia a la jubilación de agentes de la Guardia Urbana. Pero las jubilaciones anticipadas también ocurren en otras ciudades y no se dispara la delincuencia. Luego, igual que Colau, culpó a los ociosos de que se entretenían contando los enfrentamientos con los manteros. Pero la delincuencia no son los manteros: la delincuencia son los narcopisos, las peleas en la calle, los tirones, los atracos y los asaltos, así como el establecimiento de verdaderas mafias en pisos y locales okupados ilegalmente.

El último conflicto tiene lugar en el barrio de la Verneda, donde los vecinos llevan dos semanas haciendo guardia las 24 horas para evitar que mafias del Este de Europa se queden en locales vacíos sembrando el terror en el barrio con peleas, fiestas, excrementos en la calle e inseguridad ciudadana. Y eso sin contar las amenazas a vecinos. En el barrio de Horta, los conflictos se han agudizado la última semana por unos edificios okupados: y es que un grupo de menas quiere echar a otro grupo de okupas, también menas, para hacerse ellos con los locales.

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“He visitado a los vecinos y he visto los locales. Allí vivían lactantes en condiciones infrahumanas. La Fiscalía debería haber actuado de oficio. Y los servicios sociales del ayuntamiento deberían haber tomado cartas en el asunto. A la alcaldesa, por supuesto, no se la vio por allí. Parece ser que el tema de la seguridad o de la okupación ilegal no le interesa. Y así se ha llegado a una situación extrema, en la que unos vecinos que deberían estar de vacaciones han de hacer guardias perennes para tener seguridad o han de crear patrullas ciudadanas. El ayuntamiento ha creado una situación extrema y lo único que ha hecho es desplazar la criminalidad del centro a otros barrios, como está pasando con los narcopisos. Es decir, ha esparcido el problema”, acusa Luz Guilarte.

'Solo' un muerto más que en Madrid

Y David Miquel critica que “algunos cargos políticos dicen que solo hay un muerto más en Barcelona que en Madrid, pero hemos de tener en cuenta varios factores: primero, que un solo muerto es un dato muy importante. Segundo, que a finales de 2018, Barcelona no llega a 1,6 millones de habitantes y Madrid tenía casi tres millones. No pueden excusarse una vez más en Madrid y deben dedicarse a hacer las cosas por las que les pagan: gestionar la seguridad. Hemos abierto telediarios en otros países y hemos sido portada de muchos diarios. Y no pueden decir que esos medios son como la oposición de aquí, que lo único que quiere es desprestigiar a las instituciones. Que dejen ya de jugar, porque con la seguridad no se juega”. Para el sindicato policial, “lo que se están poniendo son excusas para no reconocer que no se está haciendo lo que debería hacerse”.

Más de una docena de asesinatos lleva Barcelona en lo que va de año, más de la mitad de ellos en los últimos dos meses. Manel García, portavoz de Sapol, el sindicato mayoritario en la Guardia Urbana, recuerda que su organización lleva tiempo avisando a la alcaldesa, Ada Colau. “En verano del año pasado, ya avisamos a la alcaldía de que la cosa se iba a desbordar. Pero Colau nunca ha querido a la Guardia Urbana. Primero dijo que faltaban agentes. Luego, echó la culpa a los Mossos d’Esquadra… Hace poco, despotricaba por la falta de 300 agentes de los Mossos en Barcelona. ¡Pero si a la Guardia Urbana le faltan 1.200 agentes y no dice nada!. En un reciente artículo, echaba la culpa de la alarma por falta de seguridad a la derecha, a la Fiscalía, a los medios de comunicación, a los Mossos y al consejero de Interior, pero nunca se mira ella. Hace tres años que le venimos avisando y todo sigue igual. La plantilla está harta”, asegura a El Confidencial Manel García.

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