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Los CDR "calientan la calle" y ensayan tácticas para paralizar Cataluña el 21-D
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"ANTES DE LAS BATALLAS SIEMPRE SE HACEN DISCURSOS GUERREROS"

Los CDR "calientan la calle" y ensayan tácticas para paralizar Cataluña el 21-D

La estrategia de los independentistas se condensa en un mensaje que circula en ambientes restringidos: "Nos querrán reprimir con el miedo. Nos han declarado la guerra. ¡Nosotros, la revolución!"

Foto: Un grupo de los CDR levanta las barreras en la salida de la AP-7 en Girona Sud. (EFE)
Un grupo de los CDR levanta las barreras en la salida de la AP-7 en Girona Sud. (EFE)

Los comités de defensa de la república (CDR) ensayaron este fin de semana nuevas tácticas para comenzar el próximo 21 de diciembre una ofensiva en toda regla que pretende forzar la “proclamación efectiva” de la república catalana. La actitud del presidente de la Generalitat, Quim Torra, desautorizando a los Mossos d’Esquadra que intentaron neutralizar a los violentos esta semana y prometiendo tomar represalias contra agentes, ha sido crucial en esta estrategia.

Más que gobernar, Torra es un presidente al que incluso sus amigos más íntimos le reconocen un solo objetivo: la independencia. Y cuenta con calentar lo suficiente la calle como para “verse obligado” a tomar una decisión crucial: proclamar la república. Los CDR y los grupos violentos lo saben y actúan en consecuencia. “Dejemos de criticarlo todo, falta poco para el 21-D y se ha de ir calentando a la gente, antes de las batallas siempre se hacen discursos animadores y guerreros”, alertaba un mensaje en un foro restringido distribuido este domingo por la tarde.

placeholder Convocatoria de una manifestación en Sant Jaume el 20-D.
Convocatoria de una manifestación en Sant Jaume el 20-D.

Los cortes de carreteras, las razias contra enemigos políticos o los levantamientos de peajes de esta semana han sido solo acciones de entrenamiento para el gran día, que es el 21 de diciembre. Esa jornada hará un año de las elecciones autonómicas y se celebra un Consejo de Ministros en Barcelona. Los extremistas quieren aprovechar esta fecha para boicotear el consejo y paralizar Cataluña exigiendo la proclamación de la república.

[Qué es y qué significa la vía eslovena hacia la independencia: Eslovenia no es Cataluña]

Los violentos se creen más legitimados tras la actitud de Torra de castigar a los policías que quisieron evitar la violencia. Basta decir que Torra es partidario de la vía eslovena, lo cual quiere decir conflicto. Y eso beneficia a los radicales, cuyo ideario coincide con el del ‘president’.

“El 21 de diciembre habrá un Consejo de Ministros en Barcelona ciudad. No nos quedaremos callados. Reclamamos a nuestro Gobierno que queremos ser república y a los ministros españoles que a Barcelona no han de venir a hacer nada”, alertan los ultras catalanes a través de su plataforma Crides 2018-2019, el canal oficial de convocatorias. En el mismo, convocan a los ciudadanos el 20 de diciembre a las seis de la tarde en la plaza Sant Jaume. “Nos concentraremos ante la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona. Lleva ‘senyeres’ [banderas catalanas], esteladas [banderas independentistas] y todo tipo de carteles reivindicativos posibles, pero, especialmente, lleva chaleco amarillo”, indican.

Imitar a los chalecos amarillos

Porque muchos activistas están hartos de lo que llaman ‘revolución de las sonrisas’ y quieren pasar a otro nivel. O sea, imitar a los chalecos amarillos franceses y tomar las calles con violencia. Hubo cierta discusión en los foros independentistas sobre ello. Y la mayoría quiere aprovechar que el amarillo es el color de los lazos y del ‘procés’ para coger vuelo de nuevo a rebufo de las algaradas en Francia.

“El movimiento de los chalecos amarillos que ha brotado en las calles de Francia se exporta más allá de las fronteras del hexágono. En Bélgica, los chalecos amarillos bloquearon rotondas y depósitos de combustible, especialmente en Valonia, bloqueando el tráfico. En Bulgaria, miles de chalecos amarillos búlgaros bloquearon el domingo las principales carreteras y las fronteras para protestar contra el elevado precio de los combustibles, en un contexto de descontento a causa del bajo nivel de vida en el país. En Alemania, el símbolo el chaleco amarillo se hizo eco de los alemanes enojados con la política fiscal y de inmigración de Angela Merkel”, recordaba el administrador de un foro radical. En la plataforma Gran Aturada de País, la que concentra la mayor parte de las acciones para el 21-D, se recuerda que el objetivo es “paralizar completamente el país inspirándonos en el movimiento de los chalecos amarillos de Francia”.

Movilizaciones de los chalecos amarillos en Francia

En definitiva, se prepara una lucha sin cuartel. El invierno comenzará de lo más caliente, políticamente hablando. Un miembro de un CDR avisaba hace pocos días en uno de los foros, tras alentar a oponerse violentamente a la aplicación de otro 155 o a la negativa a dejar constituirse la república: “Las camisetas de color coral [las que se hicieron servir en la Diada] se han acabado. Ahora toca política y contundencia”.

Acciones puntuales de guerrilla urbana

Lo malo es que esta estrategia, jaleada desde la cúpula del Govern, utiliza un lenguaje bélico preocupante. Y mientras las calles las llenan los CDR, el ultrarreligioso Quim Torra se retira dos días a Montserrat para seguir un ‘ayuno’ en solidaridad con los presos en huelga de hambre. O sea: Cataluña queda descabezada, con las milicias dueñas de la seguridad pública y con la amenaza expresa de Torra de cesar a cualquier policía que quiera evitar la violencia callejera.

Es preciso movilizarnos en la calle o esto acabará mal y, sobre todo, acabará. O nos movemos o lo dejamos estar y nos ahorramos algún muerto

Aun así, la huelga de los presos es lo menos importante para algunos círculos radicales, que consideran que todas las acciones han de ir encaminadas a conseguir la proclamación de la república, no a pedir la liberación de los presos. Aun así, otro forero recordaba que en Irlanda hubo 11 muertos por huelga de hambre. “España y sus votantes están encantados. Se ríen y se reirán cuando paren y si mueren, no pasará nada, como en Irlanda. Es preciso movilizarnos en la calle o esto acabará mal y, sobre todo, acabará. O nos movemos o lo dejamos estar y nos ahorramos algún muerto”, señalaba.

Lo que pretenden los radicales es perpetrar “acciones puntuales y rápidas, esparcidas por todo el territorio, que no den tiempo a la reacción policial, boicots, bloqueos, demostrar que controlamos el terreno y que somos muchos, imprevisibles”, según un correo enviado este domingo por la tarde a algunos grupos de activistas. Para ello, se servirán de los CDR y de los novísimos Grupos Autónomos de Acción Rápida (GAAR).

Asalto del Parlament y la Generalitat

También el grupo Bandera Negra ha previsto acciones contundentes. Afirman que son 3.000 personas y que se dividirán el 21 de diciembre en tres grupos, que se desplazarán a la Generalitat, al Parlament y al centro de Barcelona. “Nos gustaría que esta acción fuese pacífica, pero como seguramente el Govern no implemente la república, puede haber violencia. Se ha de tener en cuenta que tanto el Palau [de la Generalitat] como el Parlament estarán protegidos por los Mossos, romperemos el cordón si es preciso y entraremos por la fuerza. No hace falta decir que seremos superiores en número y que estaremos bien equipados, por lo que les pasaremos por encima sin demasiados esfuerzos”, sostienen desde esta organización.

Los CDR cortan la autopista AP-7 en Tarragona

Los Bandera Negra abominan de los lazos amarillos y de las concentraciones pacíficas porque creen que no sirven de nada. “Nosotros vamos a por todas hasta conseguir la república. Y se conseguirá sí o sí. Si no directamente, indirectamente. La ocupación de los espacios escogidos provocará una presión internacional y esta obligará a fijar un escenario favorable a nosotros. No vengáis con las tonterías de que somos gente de paz y bla, bla, bla, que no sirve de nada. Todas las revoluciones se hacen desde la calle”, aseguran. Aconsejan luego ir con calzado cómodo, no llevar ninguna identificación encima y, “sobre todo, llevar pasamontañas o alguna pieza en la cabeza para que no se te pueda identificar. Cada grupo tendrá un coordinador que dirá las acciones que se han de hacer en todo momento. Tener en cuenta que será duro (sic), pero también gratificante. Siempre lo es cuando luchas por tu país”. Aseguran los organizadores de Bandera Negra que llevan tres meses preparando la revuelta del 21-D y que tienen estudiados “todos los escenarios posibles. Por tanto, sabemos lo que hacemos”.

En definitiva, la estrategia de los ultraindependentistas se condensa en un mensaje privado que circula en ambientes restringidos: “El pueblo está harto de los que mandan y viven como reyes a costa de la población. Enviarán, por lógica, cada vez más policía para que tengamos miedo. Harán puestas en escena cada vez más intimidatorias y espectaculares. Nos querrán reprimir con el miedo. Es la única herramienta que tienen. Nos han declarado la guerra. ¡Nosotros, la revolución!”. Lo dicho: el invierno viene calentito.

Los comités de defensa de la república (CDR) ensayaron este fin de semana nuevas tácticas para comenzar el próximo 21 de diciembre una ofensiva en toda regla que pretende forzar la “proclamación efectiva” de la república catalana. La actitud del presidente de la Generalitat, Quim Torra, desautorizando a los Mossos d’Esquadra que intentaron neutralizar a los violentos esta semana y prometiendo tomar represalias contra agentes, ha sido crucial en esta estrategia.

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