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El último rincón de Castilla para los coleccionistas está en Segovia: "Este mundo se ha hundido"
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"SE TIENEN QUE FIAR"

El último rincón de Castilla para los coleccionistas está en Segovia: "Este mundo se ha hundido"

En unos tiempos en los que las prisas y la tecnología se lo llevan todo por delante, todavía quedan pequeños reductos para los coleccionistas de toda la vida, aquellos que siguen buscando sellos y monedas antiguas

Foto: La Filatelia Numismática Doblón. (C.A.)
La Filatelia Numismática Doblón. (C.A.)

En una ciudad Patrimonio de la Humanidad como es Segovia, testigo y protagonista de la historia, la Filatelia Numismática Doblón supone uno de los últimos puntos de encuentro para todos aquellos aficionados a coleccionar todo tipo de objetos como sellos, postales, monedas, fotografías, juguetes, cuadros o relojes.

Entrar en esta tienda, conocida dentro y fuera de la ciudad, permite realizar en pocos segundos y a un simple golpe de vista un viaje al pasado. Ubicada en pleno centro histórico de Segovia, Doblón recuerda a los viejos anticuarios en los que se pueden ver portadas de periódicos, máquinas de escribir, figuras, banderines y todo lo que uno se pueda llegar a imaginar.

Objetos con una vida pasada, o más de una en la mayoría de los casos, que esperan comenzar una nueva de la mano de otro coleccionista que les esté buscando o que, simplemente, se encuentre con ellos cuando acuda a Doblón. Muchos de los clientes que visitan este reducto histórico y cultural lo hace persiguiendo algo en concreto, pero muchos otros solo esperan llevarse una joya a casa.

Foto: El maestro soplador Diego Rodríguez, en pleno proceso artesano. (Cedida)

Este rincón abrió sus puertas en el año 1985 de manos de Juan Francisco Sáez, profesor y amante del coleccionismo. Con él, la tienda se convirtió en toda una institución para el gremio y los aficionados durante los casi treinta años que la dirigió. En el año 2014 pasó a manos de Javier García, también profesor y profundo conocedor de este mundo.

Actualmente, cerca del décimo aniversario de esta segunda etapa, Doblón continúa gracias al publicista Javier García. Fiel a su esencia, al trato personalizado y cuidado a cada uno de sus clientes, al asesoramiento individual en cada transacción –ya sea compra o venta– y a la confianza que otorga a cada uno de ellos.

Foto: En su museo de juguetes. (Cedidas)

"Tú te conviertes en el consejero de los que compran y los que venden. Se tiene que fiar de lo que tú les estás diciendo. Somos honrados porque nuestro nombre vale mucho más que lo que puedas ganar en la transacción de un sello o una moneda. No hay cantidad suficiente para manchar el nombre. En eso yo soy muy claro", confiesa Javier García.

Estas son las claves para que un lugar como este haya sobrevivido a tantos años, a los múltiples cambios sociales y, también, a la era digital. Como curiosidad, hasta hace unos años no ha contado con datáfono y los clientes acudían con el dinero en metálico para realizar las compras. Aún en la actualidad, todavía no tiene una página web propia.

placeholder Ejemplos de los sellos. (C.A.)
Ejemplos de los sellos. (C.A.)

"Aquí tenemos lo que tendría cualquier numismática o filatelia de una ciudad. Aunque hay dos cosas que me encantan, temática segoviana –sea lo que sea–, y todo lo que tenga que ver con el periodo de 1910 a 1920, última parte del reinado de Alfonso XIII. Son cosas muy bonitas y de muy buena calidad", sostiene.

El boca a boca ha sido siempre la forma en la que se ha dado a conocer tanto en Segovia como también fuera, ya que es habitual que hasta aquí lleguen clientes de otras ciudades de Castilla y León que ya no cuentan con ninguna filatelia y numismática como Ávila o Soria, pero también de Madrid, sobre todo, de la zona de la sierra de Guadarrama.

La filatelia es una de las especialidades de Doblón, aunque esta ha disminuido de forma importante en los últimos años. "Lo que es el coleccionismo está bajando en general porque la gente no tiene una cultura histórica. Cuando sabes quiénes son los emperadores romanos, quieres tener una moneda de uno de ellos", explica Javier García.

"Cuando no tienes esa cultura, no tienes esa necesidad. También han aparecido leyes que han afectado al coleccionismo como la ley antitabaco. Las vitolas de los puros han desaparecido. Ya no hay coleccionistas de azucarillos, servilletas o marcapáginas. Todo eso está desapareciendo para quedarse un coleccionismo de inversión, que valga", agrega García.

Foto: Interior de las servilletas. (Montaje: El Confidencial)

Toda una vida coleccionando

Un coleccionismo que Javier García define como "un negocio para gente diferente" y que va languideciendo, aunque Doblón todavía cuenta con clientes fijos. En el caso de los sellos, unos sesenta. Uno de ellos es Luis Sanz, quien lleva vinculado a la tienda cuarenta años, ya que se adentró en este mundo junto a su madre.

"Empecé con sellos de España, desde 1975, que es cuando nací, y he continuado con otra colección de Europa. Esta es muy bonita, ya que incluye muchos países y cada año es de un tema distinto. Colecciono unos setenta por año, ósea que tendré más de mil, seguro. Luego hay muchas otras cosas como pruebas oficiales que se pueden ir añadiendo", explica Luis Sanz.

placeholder 'Este es un mundo que se ha hundido'. (C.A.)
'Este es un mundo que se ha hundido'. (C.A.)

Este coleccionista se inició en la filatelia por tradición familiar, ya que su abuela y su madre habían ido coleccionando sellos y, después, él ha continuado. Una afición que comenzó en Doblón y donde continúa cuatro décadas después, primero con el primer dueño y ahora con Javier García, a quien visita de forma semanal.

"Es más el valor sentimental que otra cosa. Si no inviertes en algo muy raro, lo que más tiene es un valor personal. Yo en los sellos de España me puedo gastar de forma anual unos setecientos euros, más o menos", agrega este coleccionista, amante de la historia y también es un apasionado de las monedas.

Unos sellos que han sido parte de la historia y que dependiendo a su época pueden tener diferentes precios. Desde dos euros en el caso de algunos hasta los treinta mil en el caso de un sello del reinado de Amadeo I, uno de los períodos más caros en filatelia, ya que hubo muy pocas unidades en circulación.

"Este es un mundo que se ha hundido, había algunos sellos que valían miles de euros, pero ya no. En definitiva, a la filatelia le ha afectado tres cosas: que Correos saca muchos sellos, que ya no se escriben casi cartas y también lo que ocurrió con Afinsa y el Fórum Filatélico a principios de los años dos mil", sostiene el experto.

Filatelia Numismática y Doblón es mucho más que una simple tienda, basta unos minutos dentro de ella para comprobar cómo se ha convertido en un centro de encuentro, tertulia e intercambio de opiniones de los coleccionistas y aficionados. Un lugar en el que objetos que están normalmente expuestos en museos, aquí se pueden tocar.

Constatar cuánto pesa una moneda, tocar la textura y el gramaje de un sello o probar una máquina de escribir no se puede hacer en cualquier sitio y este es uno de los secretos de Doblón. Un relevo histórico en la ciudad que alberga la Real Casa de la Moneda, sede de la primera casa de moneda mecanizada en España.

En una ciudad Patrimonio de la Humanidad como es Segovia, testigo y protagonista de la historia, la Filatelia Numismática Doblón supone uno de los últimos puntos de encuentro para todos aquellos aficionados a coleccionar todo tipo de objetos como sellos, postales, monedas, fotografías, juguetes, cuadros o relojes.

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