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El narco mete miedo en los puertos deportivos: "A un hombre le han robado el barco cuatro veces"
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LA 'TEORÍA DEL GLOBO'

El narco mete miedo en los puertos deportivos: "A un hombre le han robado el barco cuatro veces"

Traficantes del Campo de Gibraltar se trasladan a recintos portuarios de la Costa del Sol, Huelva o Almería para sustraer embarcaciones y abastacer de combustible a las narcolanchas que operan en el litoral sur

Foto: Imagen de archivo del puerto de Estepona, uno de los afectados por la 'migración' de los narcos del Campo de Gibraltar. (EFE/María Jesús Serrano)
Imagen de archivo del puerto de Estepona, uno de los afectados por la 'migración' de los narcos del Campo de Gibraltar. (EFE/María Jesús Serrano)

Los expertos policiales la llaman la teoría del globo. Y consiste en que, cuando aprietas en un punto, el aire se desplaza a otro. Es el fenómeno que observaron en el litoral sur del país cuando los cuerpos de seguridad comenzaron a dar fuerte a los grandes clanes de la droga. Una migración delictiva que ha afectado a Huelva, Almería e incluso a un epicentro internacional del crimen organizado como es la Costa del Sol, cuyos puertos deportivos se han convertido en objetivo de narco canis que se desplazan desde el Campo de Gibraltar.

La Duquesa, en Manilva; Fuengirola o Estepona son algunos de los recintos portuarios donde los propietarios de embarcaciones han tenido que tomar medidas para proteger sus embarcaciones y evitar que se las roben y las utilicen para abastecer de combustible y avituallamiento a las narcolanchas.

"Algunos han puesto sensores en sus barcos y han hecho vigilancias individuales", comenta Juan López, representante de la Asociación de Pesca Deportiva de Estepona, que describe la situación que están padeciendo con un ejemplo revelador: "Hay una embarcación en concreto, que por las características que tiene, ha sido robada cuatro veces". "Apareció en Palmones (Cádiz), en la barriada de El Palo de Málaga capital, en la zona de San Pedro (Marbella)… Hasta ahora la han encontrado, pero cualquiera puede imaginarse la intranquilidad de su dueño".

López relata que sustraen el barco, "lo cargan de gasolina que llevan a las lanchas de los traficantes y después lo dejan tirado en cualquier playa; porque si vuelven al puerto, se arriesgan a que los cojan". "Personalmente, no soy partidario de las patrullas de vigilancia, porque no es nuestra labor y pueden dar lugar a cualquier desastre", señala, pero sí exige un mayor control de los puntos de acceso a los recintos portuarios. "No hay una puerta, no hay una valla, y es tan fácil como entrar, montarse en un barco, arrancarlo e irse", se queja.

Foto: Llegada al juzgado de uno de los detenidos. (EFE/Román Ríos)

La constatación policial de esta situación se produjo con la detención de siete individuos supuestamente implicados en la sustracción de tres embarcaciones del puerto de Fuengirola que iban a ser empleadas en "actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico". Y entre los arrestados, un mecánico experto en sistemas de arranque.

A este entramado, además, se le investigaba por delitos leves de estafa relacionados con el impago de combustible en gasolineras de la costa malagueña. Un dato relevante si se tiene en cuenta que, según las fuentes consultadas, la inmensa mayoría de los barcos robados por el narco en la Costa del Sol se emplean en el petaqueo u otras labores logísticas.

En el puerto de La Duquesa, por ejemplo, se han captado videos de colas de jóvenes, a plena luz del día, y ante la mirada de los paseantes, cargando garrafas de combustible en una lancha. Una escena que, según el representante de la Asociación de Pesca Deportiva de Estepona, es habitual en otros puntos. "No se cortan ni un pelo. Cortan las entradas al puerto y la carretera y empiezan a mover la gasolina. Delante de todo el mundo. Y cuando han terminado, se largan".

"Si embisten a la autoridad, imaginen lo que pueden hacer con nosotros", comentan los propietarios de barcos

Los afectados no ocultan el miedo que sienten ante unas "miradas amenazadoras" que se han multiplicado tras denunciar públicamente la acción del narco en los puertos deportivos colindantes al Campo de Gibraltar. Un temor acrecentado por la escalada de violencia que culminó con el asesinato de dos guardias civiles en el recinto portuario de Barbate (Cádiz).

"Hay que tener cuidado con esta gente, porque lo que para la mayoría de las personas es una barbaridad, ellos lo asumen con normalidad". "Si embisten a la autoridad, imaginen lo que pueden hacer con nosotros", expresan, antes de echar la vista atrás para mostrar cómo ha evolucionado el contrabando que de forma latente ha estado presente en la franja sur del país.

Foto: Foto: Guardia Civil.

López cuenta que "los vecinos que ahora tienen 70 o más años, los de aquí de toda la vida", recuerdan que se traficaba "con café, leche o tabaco". Era "como el juego de del gato y el ratón". "Cuando los cogían, pues levantaban la manos porque había ganado Policía Nacional o la Guardia Civil. Pero ahora no ocurre eso. No se entregan, aceleran. Y si seguimos así, pronto estaremos como en México o Colombia".

Los expertos policiales la llaman la teoría del globo. Y consiste en que, cuando aprietas en un punto, el aire se desplaza a otro. Es el fenómeno que observaron en el litoral sur del país cuando los cuerpos de seguridad comenzaron a dar fuerte a los grandes clanes de la droga. Una migración delictiva que ha afectado a Huelva, Almería e incluso a un epicentro internacional del crimen organizado como es la Costa del Sol, cuyos puertos deportivos se han convertido en objetivo de narco canis que se desplazan desde el Campo de Gibraltar.

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