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Dionisio Hernández-Gil, el fundador del Grupo Trocadero: "Lo mío es el segundo plano"
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Dionisio Hernández-Gil, el fundador del Grupo Trocadero: "Lo mío es el segundo plano"

El empresario ha marcado un antes y un después en su manera de concebir el mundo de la hostelería y por ello fue galardonado con el premio 'E' de 'Encuentros'

Foto: El momento en el que se entregó el premio. (Marisa Puga)
El momento en el que se entregó el premio. (Marisa Puga)

Dionisio Hernández-Gil, el gurú de la gastronomía de la Costa del Sol, ha marcado un antes y un después en su manera de concebir el mundo de la hostelería. Si hay un empresario que haya entendido el concepto de turismo cultural, consiguiendo que la restauración se escriba con mayúsculas, ese es el fundador del grupo Trocadero, que se ha convertido, en muy poco tiempo, en uno de los mejores embajadores de la marca Marbella por toda España.

Ayer recibió, en esta ciudad, el premio de la E de Encuentros Culturales, arropado por tres generaciones del mundo de la hostelería, iconos de leyenda en la Costa del Sol: Ricardo Arranz, dueño del Hotel Villapadierna y Four Season y el mítico Santiago Domínguez, que a sus 84 años reabre el restaurante, donde el millonario Onassis se hacía sus propias tortillas. El acto de la entrega de premios, presidido por la directora de Encuentros con la Cultura, Amparo de la Gama, atrajo a un nutrido público de la sociedad de Marbella entre empresarios, abogados, juristas y personajes relevantes de la ciudad que aplaudieron al empresario cuando alzo su trofeo diseñado por la artista Pilar Ruesga por potenciar el turismo cultural.

Foto: Foto: iStock.

"Lo mío es el segundo plano"

Muy poco se sabe de este empresario, que siendo el número en lo suyo, ha inmortalizado la frase: "Lo mío es el segundo plano". Es tímido, muy tímido y no le gusta dar entrevistas ni posar en un photocall. Este madrileño, de origen extremeño, es el mayor de los ocho hijos del reconocido arquitecto Dionisio Hernández-Gil, con el que comparte nombre. Iba para abogado y le dio un buen disgusto a su progenitor haciéndose "tabernero".

Un día su padre, le dijo a Dioni a los 21 años, cuando cursaba segundo de Derecho y montó su primer bar en Madrid: "Niño, que yo no quiero que te dediques a los bares. Ya lo sabes". "Yo no hice mucho caso y empecé en el mundo de la hostelería por divertirme. Pedí dinero a mi madre y monté varios bares con un grupo de amigos y creamos el primer Trocadero en la calle Caballero de Gracia de Madrid y otro Trocadero con Vicente Sartorius, en Velázquez, que fue un auténtico desastre y aprendimos todo lo que no se tenía que hacer y me sirvió de experiencia". Ahora, su hijo Luis Sartorius, es el director de Trocadero Comodore, la última apuesta empresarial que hemos llevado a cabo en la capital de España.

Su andadura en Marbella

Al poco tiempo de dejar Madrid, llegó a Marbella con la idea de "oxigenarse" y de dedicarse "a temas más saludables". Y así montó el primer Trocadero Playa al lado del Marbella Club con 30 sillas de plástico y 20 camareros. "Empezó a funcionar muy rápido y muy bien, toda la gente de Madrid venía y fuimos creciendo. Ahora vamos ya por 1040 empleados". El empresario es uno de los primeros empleadores de la Costa del Sol, apostando por el empleo estable, por las ciudades donde están tus negocios. Trocadero era el preferido de la fallecida duquesa de Alba, y hoy lo sigue disfrutando su hija Eugenia Martínez de Irujo, los Hohenlohe, Tita Thyssen, y Georgina, Antonio Banderas, Aznar y Ana Botella y Zapatero o Mariano Rajoy.

Foto: Ira de Fürstenberg junto a Alfonso de Hohenlohe en 2002. (Gtres)

Casado la sudafricana Marianthi Tserkezis y padre de un hijo, para Dionisio Hernández – Gil, la familia es uno de sus principales sustentos. "Para mí, mi mujer es un gran apoyo. Esta profesión es muy difícil, pasas mucho tiempo fuera de casa y tienen que entenderla desde dentro porque si no la convivencia sería insoportable. Marianthi gracias a Dios me entiende de maravilla".

Innovador empresarial

Hernández- Gil, admite que el negocio de la restauración de ahora es muy diferente al de antes: "Yo no entiendo nada de cocina, solo de negocios, y este mundo ha cambiado mucho. En invierno perdemos dinero, pero para tener el personal bueno hay que tener abierto. Si miras la cuenta de resultados, cierras en octubre y abres en mayo, pero hay que saber resistir, para ganar dinero también hay que saber perderlo".

Las señas de identidad de la decoración de los Trocaderos, es otro añadido más de su éxito por la belleza de sus diseños: "Primero fue Lorenzo Queipo de Llano quien los diseño, después mi hermano Fernando, que es arquitecto también como mi padre y tomo las riendas. En Trocadero Comodore, por ejemplo, hemos sido más innovaremos, pero dándole las señas de identidad, que tienen todos los restaurantes de nuestro grupo, siempre respetando lo esencial y legado de esta institución".

Foto: Nacho Cardero en la presentación de 'Aquello que dábamos por bueno' en Marbella. (Freddy Torra)

Dioni también desembarcó el año anterior en Málaga por la puerta grande, en uno de los templos de la vida social capitalina: Trocadero Casa Botes, uno de los locales icono de la ciudad del Cenachero: "Está funcionando fantástico. Justo este local se lo iba a quedar el grupo del actor Antonio Banderas, pero al final la pandemia sacudió fuerte, y el intérprete renuncio a última hora a su adquisición y nos lo quedamos nosotros" expresa Hernández-Gil. En Casa Botes se ha mantenido la misma esencia que en los demás de la Costa Sol, tanto en el concepto y diseño del restaurante como en su carta, basada en la cocina mediterránea de calidad con toques asiáticos y mexicanos. ¿Y tu nueva apuesta gastronómica por donde pasa? Le preguntamos: "Estuvimos a punto de abrir un restaurante dentro del Bernabéu, somos del Real Madrid hasta la medula, pero luego declinamos el proyecto. Ahora los proyectos nuevos pasan por Ibiza, Miami y expansión por países árabes. Muchas ofertas, pero ahora toca descansar".

Foto: Azahara Muñoz y Carlota Ziganda, en un evento en 2013. (EFE)

Mecenas de la Cultura

Dioni ha estado siempre en el sitio oportuno y en el momento oportuno. El empresario se ha significado por su particular mecenazgo en el mundo cultural en sus locales: desde apuestas por festivales musicales, léase Trocadero Sotogrande, a las tertulias de Trocadero Arena con los Encuentros Culturales. "Nos gusta apoyar la cultura y el deporte, disfrutamos con este posicionamiento. Ahora está muy agradecido con este premio de la E de Encuentros, por colaborar en el posicionamiento del turismo cultural. Me ha hecho mucha ilusión. Trocadero lleva diez años con los Encuentros Culturales y recibir este premio es todo un honor. Por las tertulias culturales nuestras han pasado personajes del mundo de la judicatura, literatura o la aristocracia. La última, Almudena Arteaga, duquesa del Infantado, el Juez Godino, o el entrenador nacional de baloncesto, Sergio Scariolo o Manolo Santana".

Dionisio Hernández-Gil, el gurú de la gastronomía de la Costa del Sol, ha marcado un antes y un después en su manera de concebir el mundo de la hostelería. Si hay un empresario que haya entendido el concepto de turismo cultural, consiguiendo que la restauración se escriba con mayúsculas, ese es el fundador del grupo Trocadero, que se ha convertido, en muy poco tiempo, en uno de los mejores embajadores de la marca Marbella por toda España.

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