A Málaga se le resiste su póster internacional: tampoco será Capital Europea de la Juventud

La historia se repite. Málaga se queda a las puertas de conseguir la celebración de un evento internacional. El municipio noruego de Tromso ostentará la Capitalidad Europea de la Juventud 2026. Un título que nunca ha logrado una ciudad española y al que aspiraba la capital malagueña con un proyecto sobre la "nueva era urbana".

La concejala delegada de Juventud, Mercedes Martín, representó al Consistorio malagueño en un acto que se celebró en la ciudad polaca de Lublin, que actualmente ostenta esta capitalidad. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, no viajó y permaneció en la ciudad a la espera del veredicto. Lo cual parecía vaticinar que las opciones no eran muy elevadas.

Sobre todo porque el regidor sí participó en la defensa de la candidatura que se llevó a cabo el pasado día 14 en la sede del Comité de las Regiones de la Unión Europea (UE), en Bruselas. Y aquel día explicó que Málaga tenía "muchas y poderosas razones" para convertirse en la primera ciudad española en alcanzar este reconocimiento. Dos semanas después, esa ilusión se ha diluido.

La consecución de este título, a pesar de su evidente menor impacto, tenía un cierto sabor a consuelo y desquite después de la decepción que fue quedarse a las puertas de la Expo 2027 y los tropiezos pasados en la Capitalidad Europea de la Cultura o la America’s Cup de vela. Aunque finalmente ha intensificado el poso amargo que queda tras cada desilusión.

De la Torre, que previsiblemente afronta su último mandato, ve como nuevamente se escapa ese evento internacional que lleva tiempo persiguiendo y con el que cerraría una trayectoria de más de dos décadas que han supuesto la transformación de la ciudad.

Martín, por su parte, tras felicitar a los ganadores, anunció que la decisión no frenará la agenda del Área de Juventud, que "se verá reforzada con medidas para ampliar la implicación de los jóvenes en el impulso de la ciudad", según informó el Ayuntamiento. El objetivo es culminar medidas que formaban parte de la iniciativa malagueña, como la creación del Consejo Local de la Juventud, la redacción de la Carta de los Derechos del Joven, la apertura de un Canal de Whatsapp, las reuniones participativas denominadas Ágoras o un Panel Joven de nuevas propuestas.

La candidatura malagueña estaba basada en tres conceptos: Moving, living y giving. El primero, según detalló el Consistorio en su momento, profundiza en acciones a favor del desarrollo personal, formativo y profesional de los jóvenes, especialmente en sectores emergentes como la tecnología, la movilidad sostenible y las relaciones con Europa. Mientras que el segundo persigue la implicación de la ciudadanía en el diseño de un entorno sostenible y ecológico, un plan de viviendas realista para este sector de la sociedad y el apoyo a la creación artística joven. Giving, por su parte, explora actuaciones de solidaridad para que ningún joven se quede atrás, se apoye a las familias que formen, se tenga una atención especial a las personas vulnerables o con discapacidad y se refuerce el voluntariado.

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La propuesta se englobaba bajo el lema Europa, la unión de los jóvenes'y aspiraba a ser "un referente de las políticas para la juventud en la era urbana, dando protagonismo a su participación activa de modo individual o a través de asociaciones". "Junto a ello, queremos aprovechar su condición de nexo de unión entre Europa y el norte de África para ayudar al empoderamiento de las iniciativas juveniles", manifestó el alcalde el día que desgranó la candidatura ante el jurado de la European Youth Forum (EYF).

Este reconocimiento, que por primera vez hubiese logrado una ciudad española, se otorgaba para un año específico, durante el cual se iban a desarrollar y adaptar eventos y actividades de todo tipo destinados a los jóvenes.

Málaga ha competido en la fase final con Sarajevo, Tromso , Esmirna, y Vila do Conde

Málaga, además de con la ganadora, ha competido en la fase final con Sarajevo (Bosnia Herzegovina), Esmirna (Turquía) y Vila do Conde (Portugal). Tromso tomará el relevo de Gante (Bélgica) y Leópolis (Ucrania), que ostentarán la capitalidad en 2024 y 2025, respectivamente.