La batalla por conquistar Granada queda en manos de cuneros

Macarena Olona aseguró, cuando todavía flirteaba con regresar a la política, que su vuelta a los ruedos sería por Granada o no sería. La alicantina se hizo llamar Macarena de Granada en ese asalto fallido a la vicepresidencia de la Junta de Andalucía, que acabó con la abogada del Estado fuera de Vox, tras un divorcio sonorísimo. Incluso Macarena de Salobreña, que es donde se empadronó de forma un tanto peculiar para poder concurrir a las elecciones andaluzas de 2022. Y ha cumplido su promesa al encabezar la lista granadina de su proyecto Caminando Juntos, el partido con el que se presenta a las generales en una competición que, en esta provincia andaluza, está llena de cuneros.

Entre los principales partidos, solo el PP presenta a un granadino, el veterano Carlos Rojas. Dejó la política regional en 2015 para irse al Congreso y allí seguirá en esta legislatura, por lo que ha visto pasar a tres líderes de su partido: Mariano Rajoy, Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo. El gallego lo ha premiado por su papel en este año largo de transición desde que el expresidente de la Xunta llegó a Génova y, de hecho, es el único cabeza de lista popular que se mantiene en Andalucía respecto a 2019.

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Rojas no es el único que repite, ya que Olona fue candidata por Granada hace cuatro años, pero bajo las siglas de Vox. Desde la provincia andaluza se erigió como una de las caras principales del partido, encabezó los recursos al Constitucional contra los estados de alarma y fue secretaria general del grupo parlamentario y azote de ministros como Fernando Grande-Marlaska. Fue su visibilidad lo que provocó su viaje a Andalucía y lo hizo acompañada de quien ahora la sustituye en la lista del partido ultraconservador, Jacobo González-Robatto, alias Coco Robatto.

Con experiencia en el mundo de las finanzas, fue el responsable de la campaña de Olona en su fallido asalto andaluz. La acompañaba a todas partes junto con su jefe de prensa, Álvaro Zancajo. Y no tiene vinculación con Granada, aunque sí con Andalucía, ya que estuvo casado con una influencer sevillana, madre de sus dos hijos, y por eso ha vivido a caballo entre Madrid, donde nació, y la capital andaluza. Allí también ejerció como asesor del grupo parlamentario de Vox en el Parlamento regional y, después, fue elegido senador por designación autonómica.

Carlos Rojas es el único cabeza de lista del PP que repite en las listas andaluzas de Alberto Núñez Feijóo

Pero Robatto y Olona no son los únicos que pueden mantener viejas rencillas en esta batalla de los cuneros en que los grandes partidos han convertido a Granada. En los debates provinciales que son habituales en las campañas de las generales, las izquierdas tendrán oportunidad para confrontar los dos modelos de feminismo que separan al PSOE y a Unidas Podemos. La exvicepresidenta del Gobierno y primera mujer fuerte de Pedro Sánchez, Carmen Calvo, encabeza la lista de su partido a pesar de ser cordobesa. Y por Sumar se presenta Martina Velarde, líder de Podemos Andalucía, una de las dirigentes más afines a la cúpula de Ione Belarra e Irene Montero. Nacida en Rota (Cádiz), también ejerce de cordobesa, aunque en sus redes sociales ha defendido su vinculación con Granada, donde vivió 11 años tras estudiar en la universidad de la capital nazarí.

Calvo es una de las principales representantes de ese feminismo clásico del PSOE, ahora cimbreado por el apoyo de Amelia Valcárcel a Alberto Núñez Feijóo. Sus declaraciones en el Ágora de Hoy por Hoy, donde choca con Pablo Iglesias y José Manuel García Margallo, soliviantan al feminismo alineado dentro de Unidas Podemos, vinculado a la teoría queer. El principal campo de batalla en esta materia ha sido la tramitación de la ley trans, por lo que no sería raro un choque entre las dos mujeres. Y habría que ver en qué posición se coloca Macarena Olona en esa nueva versión que critica postulados de su viejo partido, como la negación de la violencia machista.

Las situaciones de Calvo y Velarde guardan además otras similitudes orgánicas, ya que son ejemplo de una práctica habitual en sus partidos y que no siempre genera alegrías en la militancia. Velarde es ahora diputada por Córdoba, pero se presenta en Granada porque es el cupo que el equipo de Yolanda Díaz ha pactado para Podemos con el resto de actores de Sumar. Hay que recordar que, en Andalucía, la fuerza mayoritaria del espacio es IU, que tiene 3 de los 6 puestos de salida si los resultados son similares a los que logró la izquierda a la izquierda del PSOE en 2019.

El caso de Carmen Calvo es más llamativo. No es la única cunera de las listas del PSOE, ya que Fernando Grande-Marlaska irá por Cádiz, provincia con la que tiene una vinculación muy débil —pasa algunos días en casa de una hermana en la localidad gaditana de Rota—. Pero sí es curioso que una cordobesa vaya por Granada. Lo hace porque en su provincia los dos puestos probables son para el ministro Luis Planas y la secretaria general del partido en el territorio, Rafi Crespín. Las listas del PSOE son cremallera, por lo que Calvo habría quedado relegada a un cuarto puesto imposible de lograr para los socialistas. Y eso es lo que ha provocado su viaje a una provincia vecina donde ha habido voces en contra de su puesto en la lista.