Es noticia
Sánchez se vuelca con la continuidad de Vara y aviva los motivos para no dimitir si pierde el 23-J
  1. España
ELECCIONES GENERALES 23-J

Sánchez se vuelca con la continuidad de Vara y aviva los motivos para no dimitir si pierde el 23-J

Las dudas sobre el futuro del líder socialista y su salida si es derrotado en las elecciones generales se disipan al mirar a Extremadura, donde Ferraz insiste para que su barón no se retire

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un acto en la sede de Ferraz. (EFE/PSOE/Eva Ercolanese)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un acto en la sede de Ferraz. (EFE/PSOE/Eva Ercolanese)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El fantasma de la repetición electoral en Extremadura ha llevado a Guillermo Fernández Vara a reconsiderar su intención de abandonar la política tras el 28-M. Una decisión que han aplaudido en Ferraz. Fuentes del partido consideran al barón socialista como "el presidente que necesita Extremadura, visto el espectáculo que están dando PP y Vox". Lo ven así como su principal activo para volver a presentarse si la falta de acuerdo aboca a nuevas elecciones y, como es previsible, la derecha no se abstiene en la investidura que antes intentará el todavía presidente en funciones. "Si hay repetición, será Guillermo [Fernández Vara]" el candidato, aseguran fuentes de la cúpula del PSOE. Queda partido y no hay lugar para dimisiones orgánicas precipitadas.

El respaldo es total y el propio jefe del Gobierno y líder de los socialistas, Pedro Sánchez, ha mantenido en los últimos días dos reuniones personales con Vara. Sus circunstancias y decisiones podrían convertirse en un espejo si el próximo 23-J pierde las elecciones. Esto es, resolver las dudas de quienes piensan en el día después, en la sucesión, si salen derrotados en las urnas.

El mensaje que lanzó el presidente del Gobierno a los suyos en el último Comité Federal fue que "algún día dejaré de ser presidente, pero no el 23-J". Un mensaje con doble lectura, en clave motivacional para lanzarse a preparar las generales, acto seguido de la debacle del 28-M, y también de sucesión. Pese a ello, todos los barones derrotados han decidido aguantar en sus puestos ante la hipotética apertura de un proceso de sucesión. Con el espejo extremeño y el ahínco de Ferraz para animar a Vara a no dar un paso al lado, van disipándose las dudas de que Sánchez no dejaría inmediatamente la secretaría general si es derrotado en las generales. Al menos, hasta que haya investidura.

Foto: Alberto Núñez Feijóo en la comparecencia posterior a su reunión con la Fundación Reformismo 21. (EFE/Fernando Villar)

La posibilidad de una repetición electoral ante la falta de mayorías absolutas (en las dos últimas citas de elecciones generales, hubo que repetir las elecciones) alimenta las razones de mantenerse en el cargo hasta que se resuelva la situación. Sin recambio y como presidente en funciones, la única opción para repetir como candidato del PSOE sería la de Pedro Sánchez. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, a quien las encuestas dan ganador, pero necesitando a Vox para sumar, mantiene por activa y por pasiva que gobernará en solitario. Los de Santiago Abascal, por su parte, defienden que si sus votos son necesarios, exigirán entrar en el Gobierno. La negociación en esta tesitura no será fácil y el dirigente gallego deberá elegir entre el modelo de Extremadura o el de la Comunidad Valenciana, donde el PP de Carlos Mazón ha avanzado un acuerdo de coalición con la formación de extrema derecha.

Antes de asumir esta decisión, siempre con el fantasma de la repetición electoral acechando si Feijóo mantiene su compromiso de no dar entrada a Vox en su Ejecutivo si gana las elecciones, el líder de los populares insistirá en pedir al PSOE su abstención. Una abstención técnica que vuelve a la primera línea del lenguaje político. Esto es, que se deje gobernar a la lista más votada para no tener que pactar con las muletas de cada bloque. Si gana Feijóo en minoría, evitar que Vox asuma responsabilidades de gobierno, y si lo hace Sánchez, que no pacte con el espacio a su izquierda, ahora representado por Sumar.

El presidente del Gobierno ya ha descartado esta posibilidad y seguir a los mandos de Ferraz es la mejor garantía para darle cumplimiento. Sánchez rehúye el debate sobre la lista más votada, acogiéndose además al hecho de que los populares han sumado con Vox para desbancar a candidatos socialistas que el pasado 28-M fueron primera fuerza. No habrá, por tanto, abstención del PSOE tras el 23-J para impedir un Gobierno de coalición con Vox.

Foto: El presidente en funciones de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. (EFE/Jero Morales)

Este es precisamente el escenario que señala la encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial publicada este lunes. El PP obtendría el 33,3% del voto y 136-138 diputados en el Congreso, unos 40 escaños por encima del PSOE, que sigue por debajo de la barrera psicológica de los 100. Un triunfo incontestable, pero insuficiente para su objetivo de intentar gobernar en solitario. "El PSOE es una organización que merece respeto", exigía Sánchez en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero tras indicársele que en su mano podría estar la posibilidad de evitar la entrada de los de Santiago Abascal en una coalición.

Un paso a un lado voluntario de Sánchez, si no logra revalidarse como presidente del Gobierno, no garantizaría ese "respeto" que pide al PSOE. Como no lo garantizó en 2016 en la investidura de Mariano Rajoy, con la traumática abstención de diputados socialistas a la que se opuso Sánchez, entonando el no es no, hasta acabar forzándose su dimisión.

Para evitar estas hipotéticas fracturas, Sánchez ha confeccionado unas listas electorales con personas de su total confianza. Un blindaje mucho mayor que en las elecciones de 2019. De hecho, en esta ocasión, Ferraz optó por imponer a sus candidatos en varias listas, tanto de territorios liderados por barones críticos como por afines. Los choques por la confección de las candidaturas encendieron los ánimos en las federaciones de Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León, provocando dimisiones de todos los candidatos de la lista de Teruel y por Ávila.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), durante una conversación con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá (d), en la sede del PSOE en Madrid este miércoles. (EFE/PSOE/Eva Ercolanese)

El líder de los socialistas en Castilla y León, Luis Tudanca, uno de los barones más afines a la actual dirección de Ferraz, llegó a mostrarse públicamente "indignado, defraudado y decepcionado" con las imposiciones en las listas correspondientes a sus circunscripciones. Los barones de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, por su parte, ni siquiera acudieron al Comité Federal que ratificó las listas. Aunque el incendio se controló en la reunión del máximo órgano entre congresos, el día después está en mente de todos y el pulso por las listas dejó su poso.

Otro de los motivos para evitar una retirada precipitada, de no reeditar el Gobierno, compartido en este caso por todos los líderes políticos que atraviesan estas circunstancias, está el de preparar un relevo tranquilo. Una sucesión controlada para influir en el proceso. Más allá del mensaje con el que cerró el último Comité Federal —"algún día dejaré de ser presidente, pero no el 23-J"—, Sánchez evita a toda costa estos debates, pero sí tiene claro el legado por el que quiere ser recordado. "Serán ustedes quienes hagan esa reflexión", respondía ante esta pregunta de Carlos Alsina para cerrar su entrevista del pasado lunes, para añadir que sí le gustaría que, "al menos la ciudadanía, interpretase estos años, que han sido convulsos desde el punto de vista de la coyuntura geopolítica, que hemos tratado de dar la cara, no ignorando los desafíos, afrontándolos de cara y haciéndolo de una manera solidaria".

El fantasma de la repetición electoral en Extremadura ha llevado a Guillermo Fernández Vara a reconsiderar su intención de abandonar la política tras el 28-M. Una decisión que han aplaudido en Ferraz. Fuentes del partido consideran al barón socialista como "el presidente que necesita Extremadura, visto el espectáculo que están dando PP y Vox". Lo ven así como su principal activo para volver a presentarse si la falta de acuerdo aboca a nuevas elecciones y, como es previsible, la derecha no se abstiene en la investidura que antes intentará el todavía presidente en funciones. "Si hay repetición, será Guillermo [Fernández Vara]" el candidato, aseguran fuentes de la cúpula del PSOE. Queda partido y no hay lugar para dimisiones orgánicas precipitadas.

Elecciones Generales Pedro Sánchez
El redactor recomienda