El presunto violador reincidente cazado por el ADN evitó la prisión porque era menor

El presunto agresor sexual reincidente al que el ADN vincula con una violación grupal a una menor ocurrida en Málaga hace 15 años esquivó la prisión preventiva porque cuando sucedieron los hechos tenía 17 años de edad y estaba bajo la jurisdicción de la ley del menor. Caso contrario que el segundo detenido, que al ser adulto ingresó en la cárcel.

Fuentes cercanas al caso consultadas por este periódico explicaron que R.C.C. no había cumplido la mayoría de edad cuando supuestamente, en compañía de dos conocidos, participó en el asalto sexual a una adolescente. Así lo sostienen los responsables del caso a través de un resto biológico tomado durante la exploración a la víctima.

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No obstante, al contrario que ocurrió con otro de los arrestados, el joven ha sorteado su encarcelamiento mientras prosigue la investigación. Y lo ha logrado a pesar de que también es investigado por una agresión sexual por la que fue arrestado el pasado mes de noviembre.

El otro detenido —un tercero se encuentra en búsqueda y captura— abandonó el recinto penitenciario tras pagar una fianza de 25.000 euros que le impuso la autoridad judicial tras ser capturado el pasado mes de marzo en la capital malagueña.

Como adelantó El Confidencial, el origen del caso remonta a 2008, año en el que se produjo la violación grupal. La agredida, una chica de 17 años, fue abordada por tres jóvenes, un menor y dos adultos, que la llevaron a la planta baja de un edificio donde no había nadie. En el interior del inmueble, ubicado en el distrito Norte de la ciudad, supuestamente consumaron la presunta agresión sexual.

El caso se reactivó cuando en el transcurso de la investigación de otra agresión sexual surgió una equivalencia con el ADN

El Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional se hizo cargo de las pesquisas, que no arrojaron un resultado positivo. No obstante, se obtuvo un resto biológico de uno de los presuntos agresores sexuales y su perfil genético se almacenó en las bases de datos. El caso, que policialmente nunca se dio por archivado, se reabrió el pasado mes de noviembre, cuando en el transcurso de la investigación de otra agresión sexual surgió una equivalencia con el ADN.

Concretamente, con un caso en manos de agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría Provincial y que arrojó la detención en Torremolinos de un individuo de 32 años, identificado como R.C.C., como supuesto autor de una agresión sexual a una chica mayor de edad.

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Según explicaron las fuentes consultadas por este periódico, la muestra de ADN que se tomó al arrestado le señaló como una de las tres personas que presuntamente perpetraron la violación grupal en 2008, lo que hizo que las autoridades retomaran la investigación inmediatamente.

El Grupo de Menores (Grume) se hizo cargo del caso porque cuando se produjeron los hechos la víctima era menor de edad. Los agentes contactaron con la joven, que se había mudado a otra provincia, sobre todo, por las secuelas de la agresión sufrida, y comenzaron las diligencias para tratar de identificar a sus otros dos presuntos violadores.

El investigado, que temporalmente ingresó en prisión, se negó a declarar oficialmente en dependencias policiales

Los investigadores los encontraron en el entorno del primer arrestado y los tres son vinculados por los cuerpos de seguridad con Los Romualdos, un peligroso clan familiar asentado en el barrio de La Palmilla que ha sido objeto de numerosas investigaciones y operaciones policiales. Las gestiones policiales permitieron la localización en la capital malagueña de otro de los supuestos agresores sexuales, un treintañero identificado como I.C.S. con antecedentes policiales por diversos delitos, que fue capturado en marzo. Y se identificó al tercer presunto implicado, que se encuentra en búsqueda y captura tras huir al saberse buscado. Esta circunstancia hace que la investigación continúe abierta.

Los dos detenidos se enfrentan a un delito de agresión sexual y el segundo ingresó en prisión preventiva. El investigado, que se negó a declarar oficialmente en dependencias policiales, abandonaría el recinto penitenciario tras abonar una fianza de 25.000 euros.