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El heredero de Bendodo que tiene el secreto de la hegemonía del PP en Andalucía
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Un año como número dos de Moreno

El heredero de Bendodo que tiene el secreto de la hegemonía del PP en Andalucía

Antonio Repullo, abogado y con solo cuatro años en primera línea política, ha pilotado la campaña que extiende el poder territorial del partido con mensajes segmentados y un control férreo en provincias como Sevilla o Cádiz

Foto: Antonio Repullo, secretario general del PP andaluz. (EFE/Rafa Alcaide)
Antonio Repullo, secretario general del PP andaluz. (EFE/Rafa Alcaide)

Antonio Repullo es un hombre pegado a un teléfono. Si un pleno del Parlamento andaluz dura unas 15 horas, este abogado cordobés se pasa la mayor parte, entre intervención y votación, deambulando por los patios del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, hablando por teléfono. Apagando los fuegos orgánicos del PP andaluz, donde ejerce de fontanero desde el pasado septiembre. Repullo ha heredado la tarea de Elías Bendodo, la mano derecha del presidente de la Junta, llamado ahora a ejercer ese puesto en Génova con Alberto Núñez Feijóo. El reto era mayúsculo, pero lo ha superado en el examen del 28-M.

Le ha dado a su jefe lo que le pidió, un PP casi hegemónico, con un poder institucional superior incluso al que logró en 2011, entonces como consecuencia de la debacle socialista provocada por la crisis financiera y la gestión que hizo de ella José Luis Rodríguez Zapatero.

Foto: Juanma Moreno, en la sede regional del PP, en Sevilla, con el candidato popular en la capital, José Luis Sanz. (Europa Press/Eduardo Briones)
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El PP ganó en siete de las ocho capitales, cinco con mayoría absoluta, y va a gobernar en la octava, Jaén. Hasta los socialistas, en privado, dan un 5% de posibilidades a Julio Millán, actual alcalde, de convencer a Jaén Merece Más para que la ciudad siga en manos del PSOE. Los populares gobernarán en seis de las ocho diputaciones —en Huelva, por primera vez en la etapa democrática—, después de un vuelco que ya ha abierto las primeras brechas en el partido del puño y la rosa. En Sevilla no han logrado el milagro, pero el crecimiento del PP ha dejado a los socialistas sin mayoría absoluta, algo inédito.

El zarpazo en el bastión más importante del PSOE se produjo el pasado viernes, días después del cierre de las urnas, por un recuento de la Junta Electoral en una ciudad que es el paradigma del trabajo de Repullo. Moreno le encargó la tarea de buscar alcaldes con un perfil parecido al suyo y que sirvieran para ensanchar la base electoral del PP. En Utrera, una localidad situada a 30 kilómetros de la capital con una población de 50.000 habitantes, el PP no tenía ningún concejal y el PSOE gobernaba con mayoría absoluta, pero los populares sacaron una docena de puntos a los socialistas en las autonómicas del 19-J.

Meses después, los populares ficharon al exalcalde del Partido Andalucista en esta ciudad, Curro Jiménez. El 28-M ganó las elecciones, pero días después acabó logrando la absoluta, con 13 concejales, tras una revisión del conteo. Esa victoria ha proporcionado al PP un representante más en la Diputación hispalense a costa del PSOE, que ha perdido la mayoría absoluta y tendrá que pactar con la izquierda para conservar la institución.

Es un ejemplo de esa política de fichajes que ha permitido al PP presentarse por primera vez en todos los municipios de Andalucía. Entre las incorporaciones, están los viejos andalucistas, alcaldes independientes y excargos de Ciudadanos que acabaron ocupando los puestos de militantes de largo recorrido entre los populares. Eso generó malestar entre algunos de esos militantes y dirigentes locales, con una ristra de dimisiones en la provincia de Sevilla que enturbió la precampaña. La victoria del 28-M ha apagado todas las suspicacias y hay consenso en señalar a Repullo como responsable de gran parte del éxito popular en estas municipales.

La doble herencia de Repullo

Nacido en Cádiz en 1975, su familia se mudó a Córdoba cuando era pequeño y es allí donde ha desarrollado su carrera. Estudió Derecho y ejerció como abogado durante 12 años antes de empezar a trabajar en puestos institucionales. Su entrada en la primera línea se produjo como consecuencia de la llegada de Juanma Moreno a San Telmo. Se convirtió en el delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba a principios de 2019. Pero el paso clave lo dio, de la mano del malagueño, en el congreso que el PP andaluz celebró en noviembre de 2021 en Granada, cuando ya todo apuntaba a la cercanía de las elecciones.

Heredó el cargo de Loles López, pero ejerce también parte de las tareas que tenía Bendodo antes de irse a Génova con Feijóo

Fue nombrado coordinador general de la formación, de facto, el número tres, solo por detrás de Loles López, entonces secretaria general. Se daba por hecho que la onubense, escudera de Juanma Moreno desde su desembarco andaluz, en 2014, entraría en el Gobierno si el PP era capaz de conservar la Junta, como acabó ocurriendo. Entonces Repullo ascendió y pasó a ocupar el hueco de López, pero también el de Elías Bendodo. El hombre de confianza de Juanma Moreno fue requerido en Génova por Alberto Núñez Feijóo y, con su marcha, le ha dejado al cordobés todo el margen de maniobra.

La búsqueda de candidatos ha sido su principal tarea, ese rastreo por toda Andalucía para encontrar a “un Juanma para cada ayuntamiento”. Y con cada aspirante hay que utilizar fórmulas distintas para lograr un éxito como el del 28-M. Los más jóvenes han usado reels y stickers de WhatsApp para llegar a sus potenciales votantes. Muchos han contado con vídeos de apoyo de Juanma Moreno, ya que el presidente de la Junta todavía no es ubicuo. La presencia física del malagueño ha sido una de las bazas en los lugares donde la victoria estaba más ajustada, como pasó con Sevilla capital. Pero esos vídeos lo han sustituido gracias a un equipo que cuenta con periodistas, expertos en marketing y posicionamiento y que se encargan de la técnica. La política se queda para este abogado rubio pegado a un teléfono y que ahora tendrá que afrontar otra campaña, la tercera en 13 meses, como responsable de extender el efecto Moreno a unas generales después de los pobres datos que logró el PP en la doble convocatoria de 2019.

Antonio Repullo es un hombre pegado a un teléfono. Si un pleno del Parlamento andaluz dura unas 15 horas, este abogado cordobés se pasa la mayor parte, entre intervención y votación, deambulando por los patios del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, hablando por teléfono. Apagando los fuegos orgánicos del PP andaluz, donde ejerce de fontanero desde el pasado septiembre. Repullo ha heredado la tarea de Elías Bendodo, la mano derecha del presidente de la Junta, llamado ahora a ejercer ese puesto en Génova con Alberto Núñez Feijóo. El reto era mayúsculo, pero lo ha superado en el examen del 28-M.

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