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La llama del 'me too' prende en la escuela de actores de Sevilla: "Era un infierno"
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Años de calvario

La llama del 'me too' prende en la escuela de actores de Sevilla: "Era un infierno"

Un profesor del centro de arte dramático, con cuatro denuncias por abuso, se reincorpora tras una baja. "Ojalá no vuelva a subir a un escenario", desea un excompañero. El acusado niega haber recibido ningún aviso

Foto: Profesoras de la escuela superior de arte dramático de Galicia (ESAD) informan a los medios de comunicación del paro indefinido que iniciarán el próximo lunes contra el supuesto acoso de dos docentes a varias alumnas. (EFE/Salvador Sas)
Profesoras de la escuela superior de arte dramático de Galicia (ESAD) informan a los medios de comunicación del paro indefinido que iniciarán el próximo lunes contra el supuesto acoso de dos docentes a varias alumnas. (EFE/Salvador Sas)

Años de calvario. Insultos, tocamientos, abusos. Todo eso es lo que denuncian las alumnas de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Sevilla, como antes ocurrió en otros puntos del mapa español. En la capital hispalense, el instructor que recibió una veintena de señalamientos por acoso –tiene cuatro denuncias de varias actrices de la escuela sevillana por supuestas agresiones sexuales– se reincorporaba esta semana entre gritos, rabia e indignación. Volvía a su puesto tras un periodo de baja, en mitad de todo lo ocurrido. El centro es público y pertenece a la Junta de Andalucía, pero el profesor señalado tiene además una compañía privada de teatro en cuyo seno surgen ahora otras voces críticas que, no obstante, no acudieron a los tribunales aunque sí le señalaron en redes sociales.

De momento, el Gobierno andaluz ha abierto diligencias para comprobar hasta qué punto es cierta la denuncia, pero no puede impedir su reincorporación porque "no tiene ningún expediente abierto ni ninguna sanción" y "tampoco la Policía o el Juzgado han determinado nada". Este jueves, las alumnas del centro público se concentraron desde las 12 horas frente a la Consejería de Educación. Un día antes lo hacían junto a la Delegación territorial del ramo. Pero por el momento no hay respuesta institucional. Fuentes de la Junta de Andalucía ya aludieron a la "presunción de inocencia", que marcará sus pasos mientras el proceso avanza. Aunque la cosa no acaba aquí. El señalado no solo niega las acusaciones, sino que asegura no haber recibido siquiera alguna denuncia. "Absolutamente todo lo que dicen contra mí es falso", sentencia en conversación con El Confidencial.

Las críticas en su contra son muy duras, y cada vez aparecen más. Para Luna Santos, actualmente alumna en tercero de la ESAD de Sevilla, todo comenzó casi sin darse cuenta. Tenía 17 años cuando entró a la escuela, y acababa de cumplir la mayoría de edad cuando empezó a percartarse de lo que ocurría. Daba clases con este profesor dos días a la semana. "Siempre tenía miedo antes de entrar", responde a El Confidencial por teléfono. Desde el primer minuto, cuenta que insistía mucho en trabajar con el cuerpo y cuidar su estado. Pero pronto se dio cuenta de que solo lo señalaba entre las chicas, y no con sus compañeros. "Un día hacíamos una práctica corporal en clase y él luego valoraba nuestras actuaciones. A mi me dejó para el final, y cuando tuvo que decir qué es lo que más le había gustado dijo que fue el momento en el que me quedé desnuda", recordó, añadiendo instantes después que "era mentira, porque no lo había hecho".

Las situaciones incómodas no se limitaban solo a esto. Otro día, sigue el testimonio de Luna, la dejó unos 15 minutos repitiendo ante toda la clase un mismo movimiento porque "no salía lo que él quería". Llegó un punto en el que le dijo directamente: "O te sale a la siguiente, o te piso la cabeza". En ese momento, ella cuenta que deshizo la postura de inmediato y solo le salió preguntar, en un hilo de voz: "¿Qué?". Pero el director no dio marcha atrás, y simplemente volvió a repetirlo. "Que o te sale a la siguiente o te piso la cabeza", reproduce la alumna. Ahora, echa la vista atrás y lo tiene claro. "Parece que no es a mí, que le ha pasado a otra persona", reconoce. Nunca lo habló con otros profesores. Tampoco ahora, que muchos han levantado la alerta a raíz de la huelga. Luna cree que oficialmente no pueden posicionarse, pero siente al personal del centro "muy cerca" y piensa que el ocurrido les preocupa.

placeholder Los alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León (ESAD), en una imagen de archivo. (EFE/ELÍAS MORATE)
Los alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León (ESAD), en una imagen de archivo. (EFE/ELÍAS MORATE)

Los testimonios van más allá del propio centro. "No podía contener las lágrimas al llegar a casa", rememora Marta. Este no es su verdadero nombre. Hace más de cinco años que pasó por la empresa de teatro que dirige el docente. Ha pedido que no se le identifique porque aún hoy sigue inmersa en el mundo de la actuación, que reconoce como "un nicho pequeño" en el que "es fácil que te conozcan si alguna vez levantas la voz". Como en su día no logró plaza en la ESAD de Sevilla, se apuntó en la compañía de este director, precisamente, porque sabía que impartía clase en la prestigiosa escuela con la que soñaba. "Pero todo se desmoronó muy rápido", admite echando la vista atrás.

Reconoce que no solo vivió malas experiencias con el director, sino también con su pareja, que trabaja a su lado. Este testimonio es uno de los que apuntan a que ella "permitía y continuaba" esas actitudes con el resto del personal. "Te hacen creer que el teatro es un infierno", llegó a decir.

Esto cuenta Marta, pero con ella coinciden en varios asuntos concretos otros actores y actrices que trabajaron para ellos. Ahora exponen públicamente su versión. Muchas lo hacen a través de las redes sociales, o ante la prensa. Pero no solo lanzan gritos de socorro las mujeres: "Que estés viendo lo que hacen estos dos mamarrachos y tú no te rebeles, eso sí que es fuerte". Ahora es Luis quien habla contra la que fue su compañera de trabajo y pareja del director que, dice, fue la "ruina" de su vida. Trabajó durante años en su compañía, y en su caso le señala principalmente por retrasos en los pagos y malas condiciones laborales. "Te prometen cantidades de dinero que nunca llegan y te explotan sobremanera. Para mi fue una mili teatral", concluyó en un vídeo difundido a través de una cuenta en Instagram creada únicamente para recopilar testimonios y dar difusión al conflicto, @estotienequeparar_.

También reconoce sin tapujos lo que denuncian otras compañeras. "Siempre usó el teatro para estar rodeado de mujeres", sentenció Luis. "Abusa de su poder, pero es un poder de mierda", añade visiblemente indignado, aludiendo a que el ámbito de influencia de este hombre únicamente existía dentro de su propia compañía, pero "te hacía creer que no había vida más allá". Cuando Luis apenas era un veinteañero ya veía, siempre según su versión de los hechos, cómo el hoy denunciado se acercaba excesivamente a chicas jóvenes sobre las que tenía influencia por su rol en la empresa. "Ahora tengo 35 años y esto sigue pasando: este señor continúa haciendo lo mismo con muchachas. Basta, eres asqueroso", le espetó tras la cámara. "Ojalá consigamos que nunca podáis volver a subir a escenario", fue su mayor deseo.

Otras afectadas, las que menos, parece que acudieron directamente a los tribunales, según se ha publicado en la prensa local y de lo que se hicieron eco otros medios nacionales. Pero las cuatro personas que acusaron formalmente al susodicho ante la Justicia, pese a que él niegue haber recibido ninguna notificación, recibieron otra demanda de vuelta. En el escrito de la acusación, que desveló Diario de Sevilla en septiembre del año pasado, también se hacía mención a la compañera sentimental del responsable del grupo, a la que según su defensa "intentaron manipular" para que "presentara una denuncia por maltrato psicológico". Las alumnas que han presentado una denuncia ante los tribunales no han querido aportar copias a este periódico, que las solicitó para constatar los detalles, argumentando que prefieren esperar a que el proceso finalice antes que ponerlo en manos de los medios.

"Es un invento de cancelación y una campaña difamatoria", señala el acusado

El dueño de la compañía privada de teatro y profesor en la ESAD que está en la diana de todas estas acusaciones se defiende con firmeza. "No puedo dar detalles, pero mis abogados están con los trámites para denunciar que se ha perjudicado mi derecho al honor", confirmaba. Se muestra convencido de que estos asuntos tan espinosos deben circular únicamente "por los tribunales", y dejar a un lado las "redes sociales". Es por eso que aseguró que no intervendrá en esta discusión pública, "ni a contestar o pelearme con nadie".

Tiene otras estrategias: "No tengo problema en ampliar la denuncia en la que ya estoy trabajando para incluir a todas las personas que ahora están difamándome en redes o ante la prensa. También puedo denunciar a los medios que digan lo que no es", amenazó. En lo que respecta a su vida personal, "no está siendo fácil". Admite estar tomando medicación y haber vivido una reincorporación, desde hace ya una semana, no demasiado liviana. "Jamás hice daño a nadie, ni a hombres ni a mujeres", sostuvo, añadiendo estar "armado de fuerza, de responsabilidad y de justicia" para afrontar este proceso.

El miércoles pasado, dos días después de reincorporarse tras un año fuera del centro por una baja, decenas de estudiantes de la ESAD –"entre 150 y 200", según los convocantes– se manifestaron en Sevilla contra la vuelta del director acusado de abuso de poder, y también de no pagar a tiempo a los empleados de su compañía privada. En ese sentido, el conflicto se bifurca en dos vías. Por un lado, está la Escuela Superior de Arte Dramático en la que trabaja y que es pública, por lo que la Junta de Andalucía tiene competencias sobre su gestión. Y luego está el grupo de teatro del que es dueño este hombre, y en cuyo funcionamiento es más difícil intervenir.

El movimiento estudiantil

En la propia escuela aún procesan la última semana. Desde que el 9 de febrero se comunicó oficialmente la vuelta del docente a las aulas, comenzó la alerta. Un día más tarde ya habían convocado una asamblea estudiantil para deliberar qué hacer, y fue entonces cuando decidieron ir a la huelga desde el mismo lunes que se reincorporaba. "Seguimos sin volver a clase", afirmaba Irene, alumna de la ESAD de Sevilla que habla como portavoz de este movimiento estudiantil que protesta contra los presuntos abusos cometidos.

El mismo día que atiende a El Confidencial, un viernes por la tarde, acaban de tener otra cita asamblearia para decidir cuáles van a ser sus próximos pasos a nivel organizativo. Mientras dura la investigación no cuentan con obtener demasiadas respuestas por parte de la dirección del centro, que según ellos "no puede posicionarse". Sobre los 20 testimonios que se analizan, explicó Irene que estos no son los únicos puesto que "a día de hoy siguen registrándose más". Esta veintena de voces fueron las que ya se habían adjuntado en 2021, cuando se abrió el protocolo de actuación y se habilitó el registro con el que recopilar versiones para ponerlas en manos de la Inspección.

Desde la Consejería de Educación del Gobierno andaluz explican que hace apenas unos días que empezaron a recibir reacciones y quejas por la incorporación de este profesor a la ESAD. Desde entonces tienen abiertas diligencias para esclarecer el asunto. Lo primero que hicieron fue ponerse en contacto con la dirección del centro, y hay inspectores en conversaciones con el alumnado y el profesorado para recabar información. Se elaborará un documento con las conclusiones finales, aunque aún no está claro si lo que evidencia será vinculante.

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Profesoras de la escuela superior de arte dramático de Galicia (ESAD) informan a los medios de comunicación del paro indefinido que iniciarán el próximo lunes contra el supuesto acoso de dos docentes a varias alumnas. (EFE/Salvador Sas)

"Si se abre un procedimiento en el Juzgado, por ejemplo, se paralizaría cualquier expediente administrativo", exponen fuentes de este departamento. Otra ruta es la que toma la Policía, que investiga también los testimonios registrados sobre el artista y puede tener en sus manos pruebas de las que no disponga la Junta. En paralelo, la instrucción de los juicios por abuso permanece abierta y solo su resolución podrá aportar más luz a esta suerte de Me Too español. No es la primera vez que en el mundo del arte y el espectáculo patrio se escuchan historias como esta. A finales de enero se celebraron los premios Feroz en Zaragoza, donde se homenajeó a las producciones audiovisuales del año. Pero acabaron con una denuncia por tocamientos no deseados que, supuestamente, habrían ocurrido en la fiesta posterior.

Poco se sabe de momento, más que este nuevo episodio recién arrancado el año volvió a agitar a la industria, que aún se recupera del golpe por las múltiples declaraciones contra uno de sus tótems, Plácido Domingo. El mundo de las artes escénicas y lo audiovisual en España se conjura contra los supuestos abusos de poder por parte de quienes viven en la cima de la pirámide.

Foto: La actriz Jedet en la alfombra roja de los Feroz. (EFE/Javier Cebollada)

El caso con más foco en estos momentos es el de este profesor. Pero no hay que irse muy lejos para escuchar otras voces que apuntan a situaciones parecidas. Lo que sí es difícil es que accedan a identificarse. La razón es siempre la misma: "Sigo trabajando y esto siempre es una piedra en la espalda, no nos vamos a engañar", cuenta Belén, que también oculta bajo un pseudónimo su verdadero nombre. En su caso no interactuó prácticamente nunca con el denunciado, más que un par de encuentros por los pasillos de la ESAD sevillana. Ella estudió allí entre 2006 y 2010, y recuerda de él que era "un docente joven [por aquel entonces tendría algo más de 30 años] y guapo". También que "parecía simpático" con la gente: "Pero todo se sabía".

A ella misma le llegaron los rumores, e incluso comentarios de compañeras directamente afectadas. "Sevilla es pequeña y esta escuela lo es aún más. Era un secreto a voces", afirmó. Pero nunca vio nada, ni tuvo más contacto con él. Este lunes hay prevista otra reunión entre los estudiantes en huelga para establecer, o intentarlo, un planning para la semana. Ya el viernes pusieron sobre la mesa "toda la información" de la que disponen, como explicó su portavoz a este periódico. "Esa es también nuestra lucha", recordó.

Años de calvario. Insultos, tocamientos, abusos. Todo eso es lo que denuncian las alumnas de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Sevilla, como antes ocurrió en otros puntos del mapa español. En la capital hispalense, el instructor que recibió una veintena de señalamientos por acoso –tiene cuatro denuncias de varias actrices de la escuela sevillana por supuestas agresiones sexuales– se reincorporaba esta semana entre gritos, rabia e indignación. Volvía a su puesto tras un periodo de baja, en mitad de todo lo ocurrido. El centro es público y pertenece a la Junta de Andalucía, pero el profesor señalado tiene además una compañía privada de teatro en cuyo seno surgen ahora otras voces críticas que, no obstante, no acudieron a los tribunales aunque sí le señalaron en redes sociales.

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