Andalucía ya no lidera el abandono escolar por el boom de la FP, la pandemia y la crisis
La brecha con la media nacional se queda en 1,4 puntos frente a los 4,4 de 2021. La Junta defiende que responde a la mayor inversión y los expertos añaden que la doble recesión ha ayudado a que los jóvenes terminen su formación
En la pléyade de datos de los que presume el Gobierno andaluz, hay uno que tiene más importancia que el resto. El abandono escolar temprano es "un auténtico problema", admiten los expertos. Esta variable mide el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que salen de la enseñanza sin el título de secundaria y Andalucía siempre ha tenido peores datos que la media nacional. Así siguió en 2022, pero el dato que facilita el INE reduce la brecha entre la comunidad y el resto del país a 1,4 puntos frente a los 4,4 de 2021.
La evolución adquiere todavía más relevancia si se tiene en cuenta que Andalucía mantiene su tendencia a la baja, mientras que España aumenta el porcentaje de jóvenes que abandonan la educación después de más de una década. La cifra estatal es del 13,9% frente al 15,3% de Andalucía, región que sale de la cola después de dos años y que ya supera a otras como Valencia, Cataluña o Baleares.
Para explicar este fenómeno, el Gobierno andaluz alude a dos variables, el aumento de la inversión en educación que se ha producido en los últimos años, que ha permitido mejorar los planes de apoyo, y el aumento de alumnos que optan por la Formación Profesional. Los expertos añaden un tercer factor, el mercado de trabajo. "Entre 2000 y 2008, muchos jóvenes vieron que había oportunidades de empleo y dejaron los estudios de forma temprana", apunta Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos. Estos mismos jóvenes, continua el economista, tomaron percepción de que "estudiar es importante".
Por ese motivo, las tasas de abandono escolar temprano suelen crecer cuando el mercado de trabajo es más dinámico y se reducen cuando ocurre lo contrario. En la crisis que provocó el covid ha ocurrido lo mismo que en la pasada década. "Las reducciones se han registrado cuando ha habido más paro juvenil y menos posibilidades de empleo", admite Sebastián Cano, que fue durante años viceconsejero de Educación de la Junta bajo los mandatos del PSOE. Cano apunta además a un dato llamativo. La caída en el abandono escolar temprano ha sido más elevada en Canarias y Extremadura que en Andalucía y más reducida en País Vasco, Cataluña o Madrid, donde el mercado laboral es más dinámico.
En la Junta defienden la apuesta por la FP básica como una forma de enganchar a los alumnos que, de otra forma "se escapan del sistema"
Tanto Cano como Sanz señalan también a otra variable relevante, que es la convicción de las familias sobre la importancia de la formación. "Hay hogares donde los padres están convencidos de que la educación es un valor seguro", indica el exdirigente socialista. El economista aporta un dato que refuerza esta idea. "La tasa de abandono temprano es 11 veces superior en jóvenes cuya madre tiene estudios de primaria en comparación con los que tienen madres con estudios superiores", ilustra Ismael Sanz, que asegura que en Andalucía ha mejorado mucho el nivel educativo de los progenitores en los últimos años y esto contribuye al buen dato desvelado por el INE hace unos días.
El factor de la Formación Profesional ha sido clave, según los expertos consultados, ya que la mejora de su "prestigio" se suma al aumento de la demanda. "Nuestra gran apuesta es la FP básica", admite la consejera de Desarrollo Educativo de la Junta, Patricia del Pozo, que considera este tipo de enseñanza "el principal instrumento" del Gobierno andaluz contra el abandono y el fracaso escolar. "Así no se escapan del sistema quienes no estudian bachillerato", insiste la dirigente del PP, que asegura que luego muchos continúan en el grado medio y en el superior.
Del Pozo añade además algunos de los datos habituales de los que presume la Junta, como el aumento del presupuesto en 2.200 millones desde la llegada de Juanma Moreno, un 35% más, y la entrada de "5.000 docentes más" en el sistema. Esa inversión ha permitido ampliar los programas de refuerzo, como el PROA, que atiende a 50.000 alumnos con dificultades para evitar el fracaso escolar. El antecesor de Del Pozo, Javier Imbroda, apostó además por adelantar el comienzo de este plan en el curso escolar para aumentar la tasa de éxito. También fue una apuesta del dirigente de Ciudadanos, que falleció en 2022 en el cargo, el plan de refuerzo estival en materias como lengua y matemáticas. Y a estas iniciativas hay que sumar el plan Impulsa, que se aplica en 1.200 centros y beneficia a 80.000 alumnos en zonas vulnerables.
La valoración de los sindicatos no es tan triunfalista como la del Gobierno andaluz. En Ustea recuerdan que el dato "sigue siendo malo" y defienden que la reducción de la tasa de abandono temprano "es tendencia en el resto del estado". Los responsables de este sindicato al efecto de las crisis económicas y a la mejora de la tasa de padres con estudios superiores que citan los expertos. Y en ello coinciden desde ANPE, que sí valoran los "cambios positivos" introducidos tras la llegada de Juanma Moreno. No obstante, reconocen que toda la mejora no es fruto de las medidas tomadas más recientemente y que hay un "cambio social y cultural" que tiene que ver con la enseñanza adquirida tras las sucesivas crisis y la valoración social de la FP, "una vía educativa que tiene mejores salidas laborales en el corto plazo que otras".
En la pléyade de datos de los que presume el Gobierno andaluz, hay uno que tiene más importancia que el resto. El abandono escolar temprano es "un auténtico problema", admiten los expertos. Esta variable mide el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que salen de la enseñanza sin el título de secundaria y Andalucía siempre ha tenido peores datos que la media nacional. Así siguió en 2022, pero el dato que facilita el INE reduce la brecha entre la comunidad y el resto del país a 1,4 puntos frente a los 4,4 de 2021.