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El PSOE andaluz culpa a Susana Díaz del fracaso: "Las elecciones no se ganan en siete meses"
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El PSOE andaluz culpa a Susana Díaz del fracaso: "Las elecciones no se ganan en siete meses"

Los socialistas descartan una catarsis por la cercanía de las municipales, pero garantizan que habrá "autocrítica", mientras insisten en que Espadas ha tenido poco tiempo para desplegar su nuevo proyecto

Foto: Juan Espadas abraza a Susana Díaz en un acto de partido, hace unos meses. (EFE/Julio Muñoz)
Juan Espadas abraza a Susana Díaz en un acto de partido, hace unos meses. (EFE/Julio Muñoz)
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El PSOE andaluz está desmenuzando su primera experiencia fuera del Gobierno de la Junta para intentar averiguar por qué se dejó casi 130.000 votos y tres diputados respecto a las elecciones de 2018. Y los socialistas han llegado a la conclusión de que parte de la culpa del fracaso del 19-J hay que buscarla en la oposición que hizo Susana Díaz la pasada legislatura. O más bien en la ausencia de ella. "En siete meses no se ganan ni se pierden unas elecciones", apunta un miembro de la cúpula del partido, en referencia al tiempo que ha pasado desde que Juan Espadas se convirtió en el líder con plenos poderes hasta la jornada electoral.

El tiempo que la expresidenta de la Junta tardó en ser desalojada de la sede regional de San Vicente ha dejado a Espadas con un año escaso para lanzar su proyecto. Pero la mitad de ese tiempo fue de transición. El 13 de junio de 2021, el exalcalde de Sevilla ganó las primarias, con un 55% de los apoyos, a la política trianera, que logró un 38% en las elecciones internas para elegir al candidato a la Junta. Poco después fue nombrado secretario general en un proceso exprés, pero el PSOE andaluz no tuvo una nueva ejecutiva afín a Espadas hasta que se celebró el congreso de Torremolinos, en noviembre. Esos son los siete meses a los que aluden en el equipo del líder socialista.

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"Durante los primeros años, nadie le metía las cabras en el corral a Moreno Bonilla", lamenta otro dirigente del PSOE andaluz, que cree que la laxa oposición practicada por Susana Díaz ha ayudado a que el presidente de la Junta se consolide en su papel institucional. "Se le ha permitido cultivar la imagen de moderado, pero es un suavón", apunta esa fuente, que cree que la apuesta de Díaz por copar el grupo parlamentario de exconsejeros, "en una suerte de Gobierno bis", fue un error. Con una oposición más incisiva, augura, la mayoría absoluta de Moreno no se habría producido. El mismo Espadas habló el martes en una entrevista de que el PSOE "entró en un bloqueo" después de las elecciones de 2018.

Este mensaje es una crítica a la labor de la expresidenta, que no ha tenido un papel relevante en la campaña y solo se pronunció en el cierre de campaña con un mensaje de Twitter. Pero este lamento esconde una enmienda a la estrategia llevada a cabo por Ferraz. Es cierto que había una parte del PSOE federal que apostó por descabalgar a Susana Díaz poco después del 2 de diciembre de 2018, cuando los socialistas perdieron la Junta. El proceso se demoró, con la pandemia de por medio, después de que un grupo de críticos —ahora en el equipo de Espadas— predicasen en el desierto durante meses.

La tardanza de Ferraz, la pandemia y "el bloqueo" tras la derrota de 2018 retrasaron la salida de Susana Díaz de San Vicente

Ferraz se decidió en la primavera de 2021 con la excusa de que Juanma Moreno estaba cerca de adelantar las elecciones y elevó la presión sobre Susana Díaz, que se vio obligada a convocar las primarias para evitar una intervención directa del partido a nivel federal. Entonces, Sánchez aupó a Espadas, apoyado por esos críticos que vieron cómo se escuchaba al final su voz. Felipe Sicilia, hoy portavoz de la ejecutiva del PSOE federal y afín a Adriana Lastra, se postuló antes de tiempo. El nombre de María Jesús Montero salía en todas las quinielas, pero acabó descartado, en parte por su rechazo y porque juega un papel crucial en el Gobierno central y en el engrasado de la coalición con Unidas Podemos. El entonces alcalde de Sevilla fue la elección, con un perfil de gestor moderado, similar al de Moreno, aunque en el PSOE rechacen este apelativo para el presidente.

Ni oposición ni movilización

El lunes, tras la derrota electoral, garantizó que seguirá al frente del partido, pero que pondrá en marcha un proceso de "autocrítica". Hasta el momento, más allá de esa falta de vigor en la oposición, en el PSOE admiten que no han sido capaces de movilizar a los suyos. Aunque saben que ha habido trasvase de voto de antiguos socialistas al PP, insisten en que el problema es que no fueron capaces de sacar de casa a los abstencionistas de 2018.

Cuestionados sobre si esa apatía tiene que ver con las recientes luchas internas y la posibilidad de que los afines a Susana Díaz no votaran, en el equipo de Espadas le restan importancia. A este respecto, el secretario general socialista defendió en la Cadena SER que el partido está "más unido ahora" que hace un año. De fondo hay exdiputados afines a Susana Díaz, como Carmelo Gómez o Jesús María Ruiz, que han expuesto en redes sociales sus dudas sobre el rumbo del partido, con mensajes muy críticos con la actual dirección. Otras fuentes apuntan a que quienes se mantuvieron fieles a la expresidenta hasta el último momento están en una suerte de compás de espera para ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

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Pero hay consenso en que el futuro de Espadas está garantizado en su proyecto a medio plazo. "No se va a mover ni un alfiler, ni por arriba ni por abajo". Por abajo está el camino a las municipales de 2023, que se celebran justo dentro de un año. El PSOE se juega su poder municipal y provincial y una catarsis impediría al partido centrarse en consolidar el liderazgo de Juan Espadas y a los alcaldes preparar su campaña. A nivel provincial, la caída ha sido generalizada y no hay territorios —ni dirigentes territoriales— que estén en posición de discutirle. "Todos somos corresponsables", dicen desde la dirección del PSOE andaluz.

"Necesitamos un mensaje que conecte con la gente", apunta una dirigente socialista, como reto para ese camino que quieren emprender ahora. Un cuadro del partido que ha tenido responsabilidades en la legislatura que acaba de terminar coincide con su compañera y asegura que es justo lo que ha faltado en campaña, un mensaje claro que no fuera una llamada a la participación o una crítica al Gobierno de Juanma Moreno. El propio Espadas admitió el martes en una entrevista que los discursos no han calado en una "tormenta perfecta" en la que también incluye el "voto útil" al PP para evitar la entrada de Vox en la Junta. "Olona le ha venido a Moreno genial para centrarse", apuntan desde el PSOE andaluz.

El PSOE andaluz está desmenuzando su primera experiencia fuera del Gobierno de la Junta para intentar averiguar por qué se dejó casi 130.000 votos y tres diputados respecto a las elecciones de 2018. Y los socialistas han llegado a la conclusión de que parte de la culpa del fracaso del 19-J hay que buscarla en la oposición que hizo Susana Díaz la pasada legislatura. O más bien en la ausencia de ella. "En siete meses no se ganan ni se pierden unas elecciones", apunta un miembro de la cúpula del partido, en referencia al tiempo que ha pasado desde que Juan Espadas se convirtió en el líder con plenos poderes hasta la jornada electoral.

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