El motero integrado en la ‘dolce vita’ marbellí con un Kaláshnikov tatuado en la cara

Comentaban días atrás en el programa 'Más de uno' de Onda Cero que cuando se produce un suceso sangriento los periodistas recaban dos clases de testimonios: los vecinos que declaraban a las alcachofas de los medios eso de “esto se veía venir”; o los que recordaban al homicida como “una persona simpática y educada”. G.F. era de los segundos, aunque su aspecto físico asustase. “El dinero” es la única explicación que encuentran los investigadores para que esa mole con un Kalashnikov tatuado en el rostro, y adornado con la leyenda 'Fuck the police' en el cuello, no generase rechazo entre los residentes de la lujosa urbanización de Marbella en la que vivía junto a su pareja. Un vecino ‘ideal’ que conducía un Mercedes Brabus y una Harley-Davidson hecha a medida que en realidad era el líder en Bélgica y coordinador en España de Los Bandidos, la violenta banda motera enemiga de Los Ángeles del Infierno. El pasado 20 de octubre era detenido por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) Costa del Sol tras una investigación transnacional por la introducción de casi 12 toneladas de cocaína en Europa.

Los agentes sabían que G.F. es un tipo “peligroso” y decidieron no correr riesgos. Planificaron un asalto a la vivienda cuando aún no hubiese amanecido y dejaron todo el protagonismo al Grupo de Operaciones Especiales (GOES). Los policías irrumpieron en la exclusiva vivienda y sorprendieron al “objetivo” mientras dormía. No tuvo posibilidad de oponer resistencia, a pesar de que la tinta escrita en su piel denotaba su poca simpatía hacia las fuerzas de seguridad. Un gran tatuaje con la palabra 'Bandidos' recorriendo una parte de su cara, un AK-47 recreado en la frente y toda una declaración de principios en el cuello: 'Fuck the police' (joder a la Policía).

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El sospechoso estaba reducido y esposado, horas después que su compañera sentimental, capturada tras desembarcar en Bélgica de un vuelo que partió del aeropuerto Málaga la noche anterior. Juntos formaban una pareja que, a pesar de aparentemente desentonar con el estiloso modo de vida de sus vecinos, se había integrado bien. Llevaban varios años residiendo en la Costa del Sol y no se cortaban a la hora de exhibirse. Un Mercedes Brabus, un Porsche Carrera y una Harley a medida, todos valorados en aproximadamente 700.000 euros. Casas lujosas, buenos restaurantes y fiestas que no dudaban en mostrar a través de sus perfiles en las redes sociales. Bienes que habrían sido adquiridos con dinero proveniente de actividades ilícitas, sostiene la Policía Nacional, que lo considera un engranaje clave en una operativa europea de narcotráfico que salpica de lleno a Los Bandidos.

G.F. presuntamente formaba parte de la red que, aprovechando la estructura nacional e internacional del club moteros, organizó a finales del pasado año el envío de 11.497,5 kilogramos de cocaína. La droga, que posteriormente iba a comercializarse entre distintas organizaciones delictivas, iba oculta en un contenedor de chatarra enviado desde Sudamérica hasta el puerto de Amberes (Bélgica).

La operación se realizó de forma conjunta en España, Bélgica y Países Bajos

Coordinados por Eurojust —agencia de la Unión Europea encargada del refuerzo de la cooperación judicial entre los Estados miembros—, los agentes españoles, autoridades holandesas y efectivos de la Policía Federal de Bélgica procedieron a la detención de 14 personas por los supuestos delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

Se llevaron a cabo 26 registros, realizados en los Países Bajos, Bélgica y España. En los que se llevaron a cabo en la provincia de Málaga se incautaron de cuatro vehículos de alta gama valorados en más de 700.000 euros, joyas de lujo tasadas en 300.000 euros, además de 17.085 euros en metálico, móviles encriptados y abundante documentación.

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Pablo D. Almoguera. Málaga

El principal investigado, un hombre “muy bragado”, como lo definen fuentes cercanas al caso, guardó silencio durante toda la intervención policial. Únicamente decidió hablar para expresar su deseo de ser extraditado a su país de origen.

Pero no sería el único miembro de Los Bandidos que acabaría a disposición de la Audiencia Nacional. Cuando los especialistas de la Udyco seguían los pasos del principal sospechoso, se dieron cuenta de que en la misma urbanización había un individuo con una estética muy parecida con el que entablaba conversación. Los agentes rápidamente constataron que se trataba de A.Ö., el líder de la banda en Alemania, que en esos momentos tenía pendiente una orden de ingreso en prisión y que era reclamado por la justicia. Las citadas fuentes explicaron que este individuo fue arrestado el pasado mes de agosto, pero que huyó después de que el alto tribunal español decidiese dejarlo en libertad hasta que dirimiera sobre su extradición. Su captura se produjo al mismo tiempo que la de G.F., de 49 años, para evitar que intentase huir de nuevo tras advertir el despliegue policial. Cuando los agentes le explicaron los motivos del arresto insistió en que se equivocaban.

Detenido un prófugo que hirió de gravedad a su expareja

La Policía Nacional detuvo el pasado día 26 de octubre en el municipio malagueño de Alhaurín de la Torre a un peligroso fugitivo al que las autoridades de la República Checa buscaban por un delito de violencia de género. Según la requisitoria judicial, el prófugo de 33 años, había causado lesiones graves con una barra de hierro a su antigua pareja sentimental, en unos hechos acontecidos en abril del año 2017 en su país de origen. Violento y escurridizo, el detenido llegó a agredir (incluso con mordiscos) a los agentes que trataron de detenerle en la pedanía alhaurina de Zapata, según informó la Comisaría Provincial de Málaga.