El misterio de las siete toneladas de cocaína que no llegaron a zarpar para España

Un total de 7,3 toneladas de clorhidrato de cocaína ocultas entre latas de atún. Este es el balance de una de las mayores aprehensiones de droga realizadas por la Policía Nacional de Ecuador en los últimos tiempos. La sustancia había sido escondida en dos contenedores que, tras una mes de travesía por mar, tendrían que haber llegado a su destino: España. La mercancía habría superado los 333 millones de dólares en el mercado negro y sobre su origen hay varias incógnitas que la investigación trata de esclarecer. ¿Quién depositó la cocaína? ¿Cuándo lo hizo? ¿Qué organización se encuentra detrás de este espectacular envío?

La intervención policial se produjo semanas atrás en un puerto de la zona sur de Guayaquil, según confirmó a El Confidencial el mayor de la Policía ecuatoriana Paul Andrés Carrasco Espinoza, que precisó que los traficantes habían empleado el método del ‘gancho ciego’ o ‘rip off’. “Mediante técnicas de analítica de observación y perfilado de riesgos, se procedió a bloquear los contenedores en cuestión. Luego se realizó una inspección preembarque en la que uno de nuestros perros dio una alerta positiva”, señaló, para detallar que en el interior hallaron 6.235 paquetes con un peso bruto de 7.282,911 kilos.

El mando policial explicó que, “de acuerdo con los registros portuarios”, la droga tenía como destino España, pero añadió que en su ruta había escalas en Portugal, Francia, Reino Unido y Países Bajos, donde el puerto de Róterdam se ha convertido en una de las principales puertas de entrada de la cocaína que se envía a Europa.

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El alijo habría alcanzado en el mercado negro internacional un precio mínimo de 333 millones de dólares (281 millones de euros) tras una inversión inicial aproximada de 17, ya que el precio en tierras ecuatorianas de un kilogramo de clorhidrato de cocaína oscila entre los 2.000 y 3.000 dólares (1.700-2.500 euros). Estas cifras ponen de relieve lo lucrativo de un negocio ilegal que multiplica las ganancias exponencialmente.

La comandante general Tannya Varela explicó a los medios de comunicación que esta había sido la incautación “más grande” que hasta la fecha se había hecho en el citado recinto portuario. Además, especificó que la droga estaba oculta en “atún enlatado con destino final España”.

La droga estaba oculta en dos contenedores junto a una carga de atún en lata

El mayor señaló que este tipo de alijos están “fuera de lo habitual”, pero recientes actuaciones, como la desarrollada días atrás, en la que se aprehendieron 1,4 toneladas de la misma droga, también en el puerto de Guayaquil, demuestran la importancia de la labor fiscalizadora de los agentes en las terminales de transporte internacional. Según los registros que mantiene la Dirección Nacional de Investigación Antidrogas, el recinto donde se hallaron los 7.282 kilos de clorhidrato de cocaína “se podría decir que es uno de los lugares en los que se producen mayores incautaciones a nivel nacional”.

Las indagaciones realizadas hasta el momento han revelado que la embarcación en la que serían transportados los contenedores tenía previsto partir el 27 de junio y aproximadamente llegaría a las costas españolas un mes más tarde. Además, las distintas líneas de trabajo policial llevan a pensar que el origen de la droga está en Colombia.

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A partir de aquí, pocas certidumbres sobre un caso que se encuentra actualmente en investigación y que de momento no ha arrojado ninguna detención. Una de las cuestiones en que se trabaja es determinar qué personas pudieron depositar la droga en los contenedores y, sobre todo, para el interés de los investigadores españoles, quiénes iban a recibirla. Hay que recordar que el sistema del ‘gancho ciego’ consiste en introducir el alijo en un contenedor que transporta una carga legal sin que los remitentes o destinatarios de la misma lo sepan.

Paul Andrés Carrasco aclaró que de momento se desconoce si hay algún español implicado en esta operación, pero aseguró que “estamos abiertos a compartir información [con las autoridades españolas] a fin de continuar la lucha contra el narcotráfico”. El mayor agregó que la investigación está abierta y que, entre otras cuestiones, tratarán de saber si también hay algún grupo delictivo ecuatoriano implicado en estos hechos.