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Lucha contra el narco en Campo de Gibraltar: los agentes piden un estatus de peligrosidad
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Lucha contra el narco en Campo de Gibraltar: los agentes piden un estatus de peligrosidad

Los policías protestarán la próxima semana contra Marlaska: reclaman más medios y efectivos ante unos traficantes "cada vez más activos y violentos"

Foto: Munición de escopeta que impactó en uno de los furgones policiales durante los disturbios. (EC)
Munición de escopeta que impactó en uno de los furgones policiales durante los disturbios. (EC)

Alberto es hijo de guardia civil. Se crio en el País Vasco durante los años más duros de ETA y recuerda que revisar los bajos del coche familiar se convirtió en un juego más para todos los niños de la casa cuartel. Ahora es policía nacional y trabaja en el Campo de Gibraltar. Una comarca que se ha convertido en 'territorio comanche' para los miembros de las fuerzas de seguridad y que en las últimas fechas ha sido escenario de ataques y agresiones que tienen como trasfondo la ascendencia del narcotráfico en la sociedad.

Los graves episodios ocurridos la semana pasada en La Línea de la Concepción tras la muerte ahogados de dos supuestos 'petaqueros' —las personas que suministran combustible a las narcolanchas— fue la mecha de un estallido social que volcó toda su ira y violencia contra la Policía Nacional y la Guardia Civil. La falsa creencia de que los agentes no auxiliaron a las víctimas llenó las calles de exaltados que colocaron barricadas, quemaron contenedores, atacaron vehículos policiales y protagonizaron concentraciones en las que gritaban a los cuerpos de seguridad lindezas como: "¡Perros!", "¡Ojalá te mueras!" o "¡Cabrón, hijo de puta!".

placeholder Munición de escopeta que impactó en uno de los furgones policiales durante los disturbios. (EC)
Munición de escopeta que impactó en uno de los furgones policiales durante los disturbios. (EC)

Estos incidentes han acabado por agotar la paciencia de unos agentes que han dicho basta y que el próximo miércoles 26 de mayo se concentrarán a las puertas de la Subdelegación de Cádiz para "volver a reclamar" al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que urgentemente ponga en marcha más medidas para luchar contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar.

Foto: El registro practicado en Estepona.

La convocatoria ha sido realizada por la asociación Jusapol, cuyo presidente, Miguel Ángel Gómez, aseguró este jueves que la respuesta ante la escalada de violencia de los narcotraficantes en la zona pasa por "una mayor dotación de medios materiales y un incremento de los efectivos destinados en el lugar, la elaboración de un plan integral de lucha contra el tráfico de drogas y, sobre todo, la declaración urgente del Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad".

Esto implicaría la aplicación de fórmulas de incentivos similares a los que perciben los agentes destinados en el País Vasco o en Navarra. "Con la aprobación de esta medida, los policías y guardias civiles de esta zona obtendrían una especial baremación, ampliación de las vacaciones, un complemento económico y la adecuación de los catálogos de puestos de trabajo de la zona", ha señalado la citada fuente, que considera que la asunción de estas reivindicaciones "haría más atractivo este destino y evitaría los problemas de efectivos que se viven actualmente en la zona".

La adopción de estas reivindicaciones supondría una importante mejora en las condiciones laborales de unos agentes que luchan jornada tras jornada contra un narcotráfico "cada vez más activo y violento" y que ha enraizado en algunos estratos de una sociedad que viven en una realidad distorsionada en la que la ley es un obstáculo.

"Tras el País Vasco y Cataluña, es la zona más conflictiva para un agente"

Alberto relata que, tras su paso por el norte, la familia se asentó en La Línea, donde su padre se hizo cargo de la unidad antidroga. Corrían los 90 y afirma que la actividad del narco también era alta en aquellos tiempos, aunque con un gran matiz: "Antes corrían y ahora se enfrentan".

"Esta zona se ha dejado y se ha instaurado una sensación de impunidad", en parte, “por la lentitud del sistema judicial”. "Muchos de los que detenemos entran en prisión, si lo hacen, por dos o tres meses y después están en la calle esperando un juicio que a veces se celebra una década después. Así que vuelven al narcotráfico, que es lo suyo. Viven en un bucle y les da igual que los cojan de nuevo", explica.

Este agente explica que en la comarca hay mucha gente dependiente laboral y económicamente del tráfico de drogas y eso ha generado un ambiente de animadversión hacia las fuerzas de seguridad que también se extiende a sus familias. "Tras el País Vasco y Cataluña, es la zona más conflictiva para un agente de la Policía Nacional o la Guardia Civil", por eso "nadie quiere permanecer aquí y rápidamente buscan otro destino".

Foto: Avión de inspección pesquera Sancti Petri. (Ministerio de Agricultura)

"Sabemos de casos en los que han escupido a familiares en la calle y también se ha señalado en el colegio al hijo de algún compañero", cuenta este policía, que agrega que un buen número de agentes ha optado por trasladar su residencia a municipios limítrofes de provincias vecinas, como Estepona, en Málaga, y desplazarse cada día para trabajar.

"El miedo es una medida de seguridad" y "los pocos que se quedan en la comarca son los más mayores, que ya tienen su casa comprada", aclara, para confesar que el "sentimiento de desarraigo" en las plantillas es grande. No sienten el afecto que sí tienen sus compañeros de otras partes del país.

Fallecimientos y ataques

Jusapol precisó que, desde el fallecimiento en junio de 2017 del policía local de La Línea Víctor Sánchez cuando perseguía a unos contrabandistas de tabaco, han sido continuas las agresiones a los agentes de la autoridad. Esta violencia también provocó el fallecimiento del agente del guardia civil Fermín Cabezas durante la persecución de un vehículo cargado de hachís en mayo de 2019. Y en la zona se han vivido situaciones más propias de Ciudad Juárez que de un país europeo, como fue la liberación por parte de una turba encapuchada de un miembro del clan de Los Castaña que estaba siendo custodiado en el hospital en el que era atendido tras su detención.

Los "continuos ataques" demuestran que el principio de autoridad está quebrado, "pese a los intentos del Gobierno de normalizar e intentar hacer ver que se ha restablecido". Episodios graves como el sufrido hace unos meses por un inspector y su compañero en prácticas que prestaban servicio en Algeciras y que fueron brutalmente embestidos por un narcotraficante que conducía un vehículo 4x4 cargado de hachís. El primero resultó gravemente herido.

Foto:  Javier en la pizzería con los narcopisos arriba. (R.R.B.)

"Estos hechos no son aislados, son continuos", lamenta la asociación que engloba a policías nacionales y guardias civiles, que sostiene que las medidas adoptadas por el Gobierno no han conseguido atajar la escalada de violencia.

Por estos motivos, ha insistido en que es necesario que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, "aborde de forma urgente" la catalogación de la comarca como Zona de Especial Singularidad y "se cree una sección de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) con sede en el Campo de Gibraltar, ya que desde hace más de dos años se vienen desplazando grupos de toda España, y se dote de más personal las unidades de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil".

Alberto es hijo de guardia civil. Se crio en el País Vasco durante los años más duros de ETA y recuerda que revisar los bajos del coche familiar se convirtió en un juego más para todos los niños de la casa cuartel. Ahora es policía nacional y trabaja en el Campo de Gibraltar. Una comarca que se ha convertido en 'territorio comanche' para los miembros de las fuerzas de seguridad y que en las últimas fechas ha sido escenario de ataques y agresiones que tienen como trasfondo la ascendencia del narcotráfico en la sociedad.

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