Las críticas de machismo en el PSOE de Susana Díaz incendian las primarias

Las primarias del PSOE andaluz se han calentado mucho en apenas 24 horas por las declaraciones de Susana Díaz deslizando que la invitan a irse por ser mujer. Esas insinuaciones fueron aprovechadas por Vox, que acusó al partido de Pedro Sánchez de machista e indignaron a quienes en las filas socialistas apuestan por la renovación en Andalucía.

Entre los militantes circuló como respuesta un mensaje de WhatsApp donde figura una relación de cargos institucionales y orgánicos desempeñados por Díaz entre 1997, como secretaria de Organización de Juventudes Socialistas, y 2017, como candidata a la secretaría general del PSOE. En total, 14 puestos que resumen su vida política y un mensaje final: “Todo esto es mucho más que una segunda oportunidad y muchas más que las oportunidades que han tenido la mayoría de las mujeres del partido. Susana, no queremos a Espadas porque sea hombre, sino porque queremos ganarle a la derecha”.

Las declaraciones de la polémica las hizo Susana Díaz el martes en un acto en Granada. Se preguntó por qué "hay compañeros a los que sí les han permitido seguir" desde la dirección federal socialista, "pese a haber perdido las elecciones", mientras que a ella que las ha "ganado" le piden "renovación". "¿Por qué a mí no? ¿Porque soy una mujer?", lanzó como pregunta retórica.

"Insultos" a la militancia

Esas palabras llenaron de indignación a una parte del partido, que aprovechó para revolverse contra la dirigente andaluza. Desde la candidatura de Juan Espadas consideraron que Díaz está “lanzando mensajes de brocha gorda que enfadan mucho a la militancia”. “Los ha llamado pelotas, palmeros, oportunistas en busca de carguitos, faltos de talento...”, señalaron refiriéndose a algunas de las consideraciones que ha hecho la expresidenta andaluza en sus intervenciones a lo largo de la campaña, donde efectivamente se muestra como la candidata de la militancia, víctima de la dirección federal y del "mando a distancia" de Madrid, subrayando que ahora se ha dado cuenta de que en otros tiempos se le acercaba la gente para colocarse o buscarse un cargo y que 'la nueva Susana' actúa con mucha más libertad.

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La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, participó en un acto en Sevilla junto al alcalde de la ciudad, y candidato en las primarias, y matizó esas palabras de Díaz sobre el machismo en el PSOE. Defendió que en su partido “nadie juzga o prejuzga por razón de género”, y que la candidata a las primarias del PSOE-A Susana Díaz no recibió un “trato discriminatorio” dentro de la formación cuando era presidenta de la Junta de Andalucía. “Si hay un partido político que ha propiciado los mayores avances en materia de igualdad” en España “es el Partido Socialista Obrero Español”, y eso es algo que “no es opinable”, sino “algo objetivo”, subrayó.

Espadas frena a Vox

La irrupción de Vox en el debate provocó incluso que Espadas interviniera directamente. Fue el portavoz en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, que este jueves tiene previsto participar en Granada en un mitin junto a la diputada Macarena Olona, quien aprovechó las palabras de Díaz para arremeter contra los socialistas. “En el PSOE, como buenos progres, son muy machistas. Lo sospechábamos, pero ahora lo confirma Susana Díaz”, dejó escrito en su cuenta de Twitter enlazando una noticia de ‘El País’ donde se daba cuenta de las declaraciones de la dirigente andaluza.

Desde la cuenta de la candidatura de Espadas, en un mensaje firmado por el propio candidato, se respondió a este comentario del partido de extrema derecha. “Vox representa todo lo que combatimos. En el PSOE somos personas de izquierdas y feministas y unidos, todos y todas, conseguiremos que la extrema derecha deje de condicionar las políticas de la Junta de Andalucía. No se entrometa en nuestro proceso de primarias”, dejó escrito.

Dudas "razonables"

El portavoz parlamentario del PSOE en el Parlamento andaluz, José Fiscal, sí consideró “razonable” que Díaz “se pregunte si no tendrá que ver algo su condición de mujer en esa intención de algunos en negarle su derecho a volver a presentarse a la Junta [de Andalucía] representando al PSOE”. “Me parece absolutamente razonable, y opino que, detrás de esa cuestión, su condición de mujer puede estar pesando en alguna medida. Lo afirmo”, consideró Fiscal. Díaz siempre ha apelado a lo que ocurrió con Guillermo Fernández Vara en Extremadura, que pudo repetir como candidato y ganó pese a haber perdido las elecciones en su comunidad. “Ha habido compañeros, compañeras, que han obtenido unos resultados determinados en elecciones, no han gobernado y no se ha cuestionado que siguieran”, recordó el actual portavoz parlamentario, recordando que Díaz “ha ganado todas las elecciones a las que se ha enfrentado, y no hay aparentemente ninguna diferencia” con esos otros compañeros. “Es razonable que se pregunte” si eso pasa por ser mujer, concluyó.

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Susana Díaz no ha sido nunca una abanderada del discurso feminista en su partido ni ha militado en este movimiento. Es más, abrazó el feminismo, siempre aclarando que es igualdad, casi en plenas primarias frente a Pedro Sánchez. En sus orígenes políticos, discrepó de algunos de los postulados clásicos y ya en 2018 sí que empezó a admitir que estaba cambiando. “Ahora soy más feminista cada día, más que cuando era joven”, dijo en una acto en noviembre de aquel año. Por cierto que en los últimos tiempos ha discrepado de las feministas más clásicas del PSOE, que se oponen a la ley trans del Ministerio de Igualdad de Irene Montero. Ella la apoya. Siempre ha sido una gran defensora del movimiento LGTBi, incluso en temas como los vientres de alquiler, y las más acérrimas en las filas del PSOE la acusaban de estar muy influida por un poderoso círculo de amigos gais. Díaz siempre ha ignorado ese tipo de consideraciones.

En su carrera hacia la secretaría general del PSOE, en las primarias frente a Sánchez, un grupo de socialistas puso en marcha una web, La hora de las mujeres, que abrazaba la necesidad de que una mujer llegara a la secretaría general del partido 140 años después de su fundación. “Ella es una de las nuestras”, resaltaba este movimiento, “a pesar de que es una de esas mujeres que se han beneficiado de los logros de nuestra democracia”. Ella llamó la atención por una de las frases que pronunció en el mitin con el que arrancó aquellas primarias, rodeada de todos los 'popes' del partido. “No quiero que me votéis por el hecho de ser mujer, sino porque compartís conmigo un proyecto de igualdad”, dijo entonces.

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“La autoridad en la mujer es un defecto. Una mujer con autoridad es mandona, y cuando es hombre es decidido”, se ha quejado en más de una ocasión sobre los retratos que le han hecho sobre su manera de ejercer el poder, muy dentro de los cánones masculinos clásicos del 'ordeno y mando'. Cuando se convirtió, en 2013, en la primera mujer investida presidenta de la Junta, las mujeres socialistas lucieron con orgullo una pegatina en sus solapas: 'Todas somos presidentas'. Aquellos tiempos quedaron muy atrás. La acusación de que le piden que se marche por ser mujer es un paso más, desde luego, y en su equipo no lo lamentan como un error. Ni mucho menos. “Que entre todo el mundo en el debate, que nosotros seguiremos marcando el paso”, advirtieron desde su candidatura.