El equipo de Espadas prepara 'el día después' del PSOE andaluz sin Susana Díaz

Aunque las primarias del PSOE andaluz parece que llevan ya semanas en marcha a todo trapo, en realidad fue este domingo cuando, según los plazos establecidos, dio comienzo la campaña. Terminará el domingo 13 de junio, momento en el que los más de 46.000 militantes de Andalucía deben decidir quién quieren que sea el próximo cartel electoral en las elecciones andaluzas. Las opciones son Susana Díaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro.

Espadas, que celebró un desayuno informativo este lunes con la prensa en un hotel de Sevilla, mantuvo un discurso de ganador, dando por hecho que superará a sus rivales y deseando que todo se resuelva con claridad en una primera vuelta. Si los porcentajes son ajustados y ninguna candidatura supera el 50% de votos, se deberán abrir de nuevo las urnas el 20 de junio. En el equipo de Espadas, confían en ganar con mayoría y sobre todo con un porcentaje claro en cuanto a la participación de la militancia y de diferencia con su principal rival, la actual secretaria general del PSOE andaluz. “Aquí se reparten las cartas de nuevo en función del talento y la capacidad política”, subrayó. “Quiero que esto funcione sin acuerdo, sin vetar a nadie”, añadió, aunque para eso, admitió, todos deben aceptar los resultados de las primarias con generosidad. Ahí están las dudas del día después.

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Es algo que preocupa en la candidatura de Espadas y también en la dirección federal, admiten fuentes de Ferraz. Si el partido se queda roto, será difícil recomponer el PSOE andaluz y el adelanto electoral, que el Gobierno andaluz niega, amenaza los tiempos que tendrá el candidato para rehacerse y plantar cara a un presidente, Juan Manuel Moreno (PP), que dicen las encuestas que se ha consolidado y podría reeditar su Gobierno. Eso sí, con Vox, no con Cs, que los sondeos apuntan está diluyéndose, también en Andalucía, donde su suelo es cierto que es mejor que en otros territorios del país.

Espadas hace cálculos. Promete cambios en la oposición y en el grupo parlamentario el día después del 13 de junio y asegura que no los avanza por respeto a sus adversarios. Sin embargo, no será tan fácil. Lo que se dirime ese domingo de junio es el candidato del PSOE a la Junta de Andalucía, pero el congreso regional, el que decidirá sobre la secretaría general, se celebra en diciembre, después del federal, previsto a mediados de octubre. Si Espadas gana, como da a entender en su discurso, no tendrá escaño en el Parlamento, deberá hacer su oposición desde la alcaldía de Sevilla y no habrá tomado las riendas del partido.

Preocupa la bicefalia

En este punto, nadie aclara qué podría ocurrir y hay muchos escenarios que se manejan. El primero, que Susana Díaz encaje los resultados y si es derrotada dé un paso al lado y se marche sin esperar al congreso andaluz. Es la hipótesis más cómoda y a la que se agarran quienes deberán tomar decisiones el día después. Sin embargo, ya se equivocaron una vez con este cálculo. Desde Madrid, siempre sostuvieron, asesorados por voces andaluzas, que Susana Díaz se iba a retirar antes de convocarse las primarias y no llegaría hasta el final. En eso trabajó arduamente el alcalde de Dos Hermanas, el veterano Quico Toscano, el regidor más sanchista de Andalucía. Fue él quien trató, en varios ocasiones, de convencer a Díaz de que debía aceptar una salida digna y no abrir otra guerra interna que erosionara el partido. Lo cierto es que ella jamás ha valorado esa opción y siempre ha transmitido que llegaría hasta el final.

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Se le notó a Toscano este domingo durante el mitin con el que Espadas quiso arrancar la campaña y que eligió Dos Hermanas, cuna del sanchismo y donde nació la candidatura de Pedro Sánchez en 2017. En su discurso ante los militantes, soltó varias pullas a Díaz, con recados como que “hay que saber irse” o “la primera que tenía que estar en este proyecto común es la compañera Susana Díaz... Pero ella está en el yoísmo suyo”. Toscano lo intentó e incluso se sentó con ella en un almuerzo para hacerla recapacitar, sin lograrlo.

Una gestora desde Ferraz

Si Díaz perdiera las primarias y siguiera como secretaria general, todo se complicaría mucho para el PSOE andaluz, que tendría una bicefalia abierta entre la líder del partido y el candidato a la Junta que impediría, por ejemplo, cambios en el grupo parlamentario, como los que planea el equipo de Espadas, que tiene a diputadas críticas con Díaz en lugares destacados de su equipo, como la jiennense Ángeles Férriz o la onubense María Márquez.

Lo que no despejan ni Madrid ni el equipo de Espadas es si en ese caso, como ya ha ocurrido en Huelva, Ferraz plantearía una gestora en Andalucía. Si esa decisión está tomada desde la dirección federal, la guardan a buen recaudo, sabedores de que Díaz se reforzaría en su campaña de tono victimista, muy parecida a la que hizo Pedro Sánchez en 2017 tras el 1 de octubre, mostrando su caída o su sustitución en Andalucía como una decisión adoptada en Ferraz, con mando a distancia y advirtiendo de que el PSOE andaluz no puede ser “una sucursal” de Madrid.

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Espadas admitió que le interesa que se movilice la militancia andaluza y se exprese “lo más claramente posible” para facilitar la transición hacia el congreso regional de final de diciembre que elegirá al secretario general. “El partido tiene que salir más fuerte”, señaló cuando se le preguntó si teme que sigan tiempos “convulsos” para el PSOE andaluz después de estas primarias. “Por coherencia, después, el 14 de junio tendremos que sentarnos y tomar decisiones que refuercen el partido”, avanzó. Esos planes desde luego no pasan por mantener a Susana Díaz como jefa de la oposición en Andalucía, ya que avanzó cambios importantes para reforzar la cohesión interna y hacer otro discurso de oposición que, recalcó, no debe ir contra Pedro Sánchez sino contra el pacto de las derechas en Andalucía. En esa línea de reforzar el partido, dijo que cabe “todo”. "Tengo otro estilo de hacer política y creo que hay que acordar las cosas buenas para la gente", dijo el alcalde de Sevilla.

Su oposición deberá hacerla sin escaño en el Parlamento andaluz, pero Espadas defendió que reforzará la comunicación con los alcaldes y los ayuntamientos. Desveló, por ejemplo, que a él nadie le ha llamado para ver qué opina de la ley del suelo que tumbó Vox la pasada semana en el Parlamento y apostó por hacer una oposición “constructiva”, en la línea con su gestión en el Ayuntamiento de Sevilla, con diálogo abierto a la izquierda del PSOE pero también con Cs o el PP. De hecho, subrayó que en Andalucía no ocurrirá como en Madrid, donde todos los votos de Cs han acabado en las filas populares, y se mostró convencido de que hay muchos exvotantes socialistas que cogieron la papeleta de Cs, que son moderados y que temen una alianza de PP y Vox, por lo que el PSOE podría recuperarlos. En eso, avanzó, trabajará. “Hay que cambiar las estrategias y los roles”, avisó. “La ultraderecha no ha gobernado en Andalucía, ha hipotecado al Gobierno, pero vamos a ir a una situación distinta y muy complicada”, insistió Espadas.

Un debate a tres en San Vicente

Los candidatos de las primarias del PSOE-A para elegir a su cabeza de cartel en las próximas elecciones autonómicas (Susana Díaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro) han alcanzado este lunes un acuerdo para celebrar en la sede regional del partido, ubicada en la calle San Vicente de Sevilla, un debate a tres antes del 13 de junio, fecha de la votación de este proceso interno, si bien aún tienen que concretar el día de su celebración.

La fecha aún está por concretar aunque la candidatura de Espadas pide un lunes, para que tenga máxima audiencia y movilice al máximo a los militantes. También hay discrepancias sobre el formato, ya que esta candidatura ha pedido que sea abierto a la militancia y a las preguntas de los periodistas, a esto último se niega el equipo de Susana Díaz. La candidatura de Luis Ángel Hierro ha propuesto dos debates.