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La ofensiva de Génova alerta a CCAA y ayuntamientos donde gobiernan PP y Cs
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PIDEN PACTOS DE NO AGRESIÓN

La ofensiva de Génova alerta a CCAA y ayuntamientos donde gobiernan PP y Cs

En Andalucía firman un pacto de no agresión por dos años y la dirección nacional señala que los movimientos afectarán sobre todo al Congreso y Senado, a Cataluña y Comunidad Valenciana

Foto: El presidente andaluz, Juanma Moreno, del PP, y el vicepresidente, Juan Marín. (EFE)
El presidente andaluz, Juanma Moreno, del PP, y el vicepresidente, Juan Marín. (EFE)
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La oferta indisimulada del secretario general del PP, Teodoro García Egea, invitando a los cargos de Cs a saltar a su partido tras el episodio de la moción de Murcia, ha encendido las alarmas en las comunidades y ayuntamientos donde ambas formaciones gobiernan en coalición. Las fugas arrinconan y debilitan a Inés Arrimadas, visiblemente indignada con la maniobra de opa hostil puesta en marcha por el Partido Popular y que en Ciudadanos están convencidos de que lleva fraguándose meses y se ha diseñado en la planta noble de la aún sede de Pablo Casado.

La estrategia, demasiado “agresiva”, en palabras de un dirigente provincial del PP afectado por esos pactos, aceleran la descomposición de Cs, pero también ponen en riesgo la estabilidad de otros gobiernos, autonómicos y en ayuntamientos, donde ambos partidos gobiernan de la mano. La reunificación del centro derecha español, advierten desde ese otro lado, no puede hacerse a costa de agredir o poner en peligro el poder territorial. Génova, según fuentes del PP andaluz, no contó con la opinión de estos barones concernidos por las alianzas, como es el caso de Andalucía o Castilla y León. En ambos casos, además, había una disputa orgánica abierta con los congresos del partido como escenario y con un pulso de poder entre las direcciones regionales y la nacional en estos territorios. De ahí que el ambiente fuera aún más propicio para que se encendieran las alarmas.

La delantera la ha tomado Andalucía. Los dos partidos en coalición en la Junta anunciaron que han sellado un pacto de no agresión que se alargará hasta finales de 2022, cuando supuestamente tocan las elecciones autonómicas, y que impedirá que cargos electos o públicos de Cs se vayan a las filas del PP, o viceversa. “Dentro de dos años ya veremos”, dijo el consejero de Presidencia, Elías Bendodo. Queda claro que la intención de absorber a Cs sí es compartida en el PP, pero no el control de los tiempos ni las formas. El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, consideró que con este paso se blindan hasta el final de la legislatura. "No tendría sentido no cumplir el pacto antitransfuguismo", señaló.

En el caso andaluz, las alarmas saltaron el fin de semana cuando quien fue secretario de Organización de Albert Rivera, Fran Hervías, senador por la comunidad autónoma, anunció su baja en Cs y su salto al PP. Una huida que se rodeó de fuegos de artificio. El movimiento sacudió al partido naranja, ya que Hervías seguía atesorando mucho poder territorial en Andalucía y capitaneaba a los críticos, los mismos que acusaban a Juan Marín de tener ya un pie en el PP y estar cerrando su desembarco desde hacía meses. Fue Marín de los primeros que apostó públicamente por la fusión electoral por el PP, que desautorizó Inés Arrimadas, en un desayuno al que asistió Albert Rivera. Desde entonces no volvió a abrazar esa idea de integración con los populares.

Foto: Reunión de Inés Arrimadas y Juan Marín. (EFE)
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Hervías seguía conservando una notable influencia en Andalucía y su aviso público de que tras él llegarían muchas más fugas a las filas del PP irritó de forma importante en las filas naranjas y sacudió la alianza. Marín no sabía nada de esta operación y se lo reprochó al PP, advirtiéndoles de que más maniobras como esa podrían terminar por erosionar la coalición andaluza. A partir de ese momento, fue el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, quien, en coordinación con el presidente andaluz Juan Manuel Moreno, pensó en una contraofensiva andaluza que comunicó la tarde del lunes a Génova.

La escenificación pública ha sido de que ambas direcciones están de acuerdo y coordinadas, pero, en privado, admiten las tensiones. Durante la comparecencia pública este martes, el vicepresidente andaluz, Juan Marín, acusó al PP de estar gobernando con tránsfugas en Murcia mientras que Bendodo dio una larga cambiada por respuesta. La estrategia será hablar solo de Andalucía, insisten.

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Pinche para leer el acuerdo de garantía de estabilidad del PP andaluz y Ciudadanos.

Todo calculado

Desde la dirección nacional niegan que ese pacto de no agresión sellado en Andalucía vaya a exportarse a otras comunidades o ciudades. Fuentes de la dirección del PP no ven necesario que se firmen documentos como este para blindar las alianzas de gobierno con Cs. De las reflexiones, en privado, de los miembros de la ejecutiva nacional se entendería que ya tienen un listado claro de nombres susceptibles de saltar al PP. Advierten de que la mayoría de movimientos de fuga hacia las filas populares se esperan en las cámaras nacionales, el Congreso y el Senado, así como en la Asamblea de Madrid, donde dos diputados de Cs Sergio Brabezo y Marta Marbán ya abandonaron este martes a Arrimadas con graves acusaciones hacia la cúpula naranja. Todo parece estar perfectamente calculado, o eso trasladan desde la dirección de Pablo Casado, que señalan que “quizás” haya incorporaciones en la Comunidad Valenciana o Cataluña y dejando claro que no se esperan en territorios donde haya gobiernos compartidos. “No va a existir ningún problema ni nada va a desestabilizar esas coaliciones”, deslizan con rotundidad.

Es difícil que esas fugas no metan ruido en esos gobiernos de PP y Cs cuando solo la moción en Murcia ha puesto patas arriba todo el tablero político nacional. La dificultad crece en Madrid, donde las elecciones a la comunidad van a ser en un clima de enfrentamiento muy duro y el ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida con Cs se conjura para aislarse de una campaña que le toca muy de cerca. En Madrid ya hubo "tocamientos" de concejales y el PP trató de echar el lazo a concejales naranjas de Begoña Villacís. El papel del alcalde, portavoz nacional del PP, junto a Isabel Díaz Ayuso será protagonista en las próximas semanas, pero el alcalde ya ha dejado claro que hará una campaña responsable y leal con su socio de gobierno de Cs. "Nada de atacar a Ciudadanos", ni el alcalde ni sus concejales, aseguran desde el consistorio madrileño. "El pacto en el Ayuntamiento no se va a resentir", agregan.

Foto: La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

Mociones en marcha

En Castilla y León, donde PP y Cs también aseguran que se han aislado para evitar tensiones en la coalición por el clima externo, se debatirá una moción de censura presentada por el PSOE que tensa la situación, aunque el Gobierno autonómico no se ve amenazado y está convencido de que los números no salen. En Murcia también siguen vivas las mociones de censura. En la asamblea regional parece neutralizada, tras cerrar un acuerdo con tres diputados díscolos de Cs, pero no así en el ayuntamiento, donde tiene visos de prosperar.

En ayuntamientos como el de Zaragoza, insisten, como en Andalucía, en que se han "conjurado para que lo que está sucediendo en la política nacional no nos afecte". "Aquí la coalición no corre ningún riesgo porque tenemos un proyecto para todo el mandato municipal. Pero lo más importante para proteger esta coalición es el tiempo anterior incluso al de las elecciones. Porque durante ese tiempo se han ido tejiendo vínculos más sólidos, se ha construido un proyecto común", señalan fuentes del consistorio.

El secretario general del PP insistió, en una entrevista, en animar a integrarse en “la casa común del centro derecha”

García Egea reclamó a Arrimadas que retire las mociones de Murcia y “pida perdón a los ciudadanos”. A la vez dejó abiertas las puertas de su partido a descontentos de Cs y lanzó un guiño a Toni Cantó, que el lunes abandonó la reunión del partido en Madrid y anunció su baja. El secretario general del PP insistió, en una entrevista en Telecinco, en animar a integrarse en “la casa común del centro derecha” a todos los descontentos y alabó a Albert Rivera.

Arrimadas saludó con entusiasmo el pacto de no agresión cerrado en Andalucía y aprovechó para lanzar una pulla al PP. “Mientras unos dedican su tiempo y esfuerzo a atacar a Ciudadanos, nosotros lo dedicamos a seguir trabajando con responsabilidad y altura de miras, garantizando la estabilidad de los gobiernos que funcionan”, dejó escrito en sus redes sociales.

La oferta indisimulada del secretario general del PP, Teodoro García Egea, invitando a los cargos de Cs a saltar a su partido tras el episodio de la moción de Murcia, ha encendido las alarmas en las comunidades y ayuntamientos donde ambas formaciones gobiernan en coalición. Las fugas arrinconan y debilitan a Inés Arrimadas, visiblemente indignada con la maniobra de opa hostil puesta en marcha por el Partido Popular y que en Ciudadanos están convencidos de que lleva fraguándose meses y se ha diseñado en la planta noble de la aún sede de Pablo Casado.

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