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Crece la psicosis en Cs: dos consejeros de Aguado, sospechosos de desertar al PP
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DESMORONAMIENTO DEL PARTIDO

Crece la psicosis en Cs: dos consejeros de Aguado, sospechosos de desertar al PP

Ayuso se reserva el fichaje de Marta Rivera como golpe definitivo a sus exsocios. El exresponsable de Universidad también provoca recelos entre sus excompañeros de gabinete

Foto: El exvicepresidente de Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (d). (EFE)
El exvicepresidente de Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (d). (EFE)
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El pánico se ha apoderado de Ciudadanos, un cuerpo enfermo y mutilado que acaba de perder dos de sus cuatro gobiernos autonómicos. El partido de Inés Arrimadas ha colapsado, su sistema inmune está descontrolado y llega a las elecciones del 4-M en Madrid con serio riesgo de padecer una septicemia. Las deserciones al PP encabezadas por el exresponsable de Organización del partido, Fran Hervías, dejan el rastro amarillento de la infección. El lunes dimitió Toni Cantó. Ayer lo hicieron dos diputados de la Asamblea madrileña, Sergio Brabezo y Marta Marbán. Y los que están se miran de reojo buscando confirmar quiénes serán los próximos en huir. La psicosis es total.

En la Comunidad de Madrid, símbolo marchito de su poder territorial, la sospecha se extiende sobre dos de los seis consejeros naranjas en el Gobierno regional. Se trata de la exconsejera de Cultura Marta Rivera de la Cruz y el exconsejero de Universidades Eduardo Sicilia, un independiente. Los dos fueron cesados el pasado miércoles por Isabel Díaz Ayuso, pero son señalados por el partido como los siguientes en la lista de traidores que se irán. “Si fichan a estos dos será solo y exclusivamente por joder”, señala un alto cargo de la formación naranja tratando de vendarse la herida en plena hemorragia. Lo del PP, se duelen, es una operación de acoso y derribo.

Ayuso "quiere" a Marta Rivera

La debilidad extrema del partido facilita la desbandada mientras desde Génova siguen insistiendo en que “las puertas están abiertas”. La propia presidenta madrileña ha coqueteado en los últimos días con la idea de incorporar a varios cargos naranjas a su futuro proyecto, empezando por Rivera de la Cruz. “Lamento profundamente que no pueda seguir. Hay gente de ese partido que me merece mucho la pena y, si tengo la posibilidad, contaré con ellos”, afirmó Ayuso el jueves en su 'tournée' por las radios tras convocar elecciones anticipadas. “Quiero a los mejores conmigo, y ella es uno de ellos, aunque es profundamente leal a su partido”, continuó en otro micrófono destacando su labor al frente de Cultura. Madrid ha sido referente europeo por mantener vivos los espectáculos todo lo que la pandemia ha permitido.

placeholder Marta Rivera de la Cruz. (EFE)
Marta Rivera de la Cruz. (EFE)

Rivera de la Cruz, muy próxima a Albert Rivera, llegó al Gobierno regional como cuota del partido. Y se mantiene en estricto silencio desde que el Gobierno madrileño saltó por los aires el pasado miércoles. No desvela sus planes de futuro. Pero son muchos los cargos que la sitúan “fuera”. En el PP. La exdiputada nacional de Cs ha mantenido en el último año y medio una nefasta relación con su jefe de filas, Ignacio Aguado. "El odio es mutuo", comentan en la sede madrileña.

Existe un profundo malestar entre los otros consejeros de Cs por que Rivera de la Cruz ha hecho “exhibición” de su buena sintonía con Ayuso, que a su vez esta ha explotado a su favor. El último gran encontronazo fue por la filtración de una comida en Sol entre ambas y Toni Cantó, en diciembre pasado, de la que su formación nada supo. “Marta y su tropa estaban trabajando para Ayuso”, señala uno de los consejeros cesados. “Teníamos un pacto escrito según el cual el Gobierno de coalición funcionaba en dos bloques. Los consejeros del PP organizaban actos exclusivamente con la presidenta, y los de Ciudadanos solo invitábamos a Aguado. Pero Marta se lo saltó. Se lo organizaba todo a Ayuso”, añade con resquemor.

Foto: Toni Cantó, en la sede de Ciudadanos este lunes. (EFE)

La "espía" de Miguel Ángel Rodríguez

La desconfianza sobre Rivera de la Cruz, a la que según fuentes de Cs Aguado pensó en cesar, se disparó en septiembre pasado, cuando la que era su jefa de gabinete, Sandra Fernández, fue fichada por Miguel Ángel Rodríguez como directora general de Medios de la comunidad. “Buenas noticias, nuestra Sandra se va a trabajar a Sol”, escribió la consejera en el chat con sus compañeros de Cs para anunciarles el extraño movimiento de su asesora. Hubo cruce de mensajes privados entre el resto. “¿Pero se cree que somos tontos?”.

“Sandra asistía a las reuniones semanales con el resto de jefes de gabinete de Cs. No hay duda, era la espía que le cascaba todo a MAR, eran íntimos”, se lamentan ahora en Ciudadanos. “MAR iba diciendo que el PP tenía nueve consejeros, los siete suyos y dos de los nuestros”, desliza un alto responsable de Cs Madrid.

Otras voces, sin embargo, limitan el impacto que pueda tener el fichaje de estos dos ex altos cargos por Génova, aunque sea para meterlos en la lista de diputados a la Asamblea. “El de Universidades tampoco se ha lucido, pero si fue alguna vez desleal, al menos no ha sido con maldad”, añade este interlocutor sobre Eduardo Sicilia. Dicen de él que por “desconocimiento” de los códigos internos llegó a presentar algún plan importante al Consejo de Gobierno sin haberlo hablado antes con Aguado.

Las encuestas apuntan a que Cs se quedará fuera de la Asamblea de Madrid. Su futuro es aún más negro desde que este lunes Pablo Iglesias entró en la carrera electoral, que se presenta más polarizada que nunca. Su candidato, Ignacio Aguado, está muy discutido internamente. Tanto que hay quienes señalan que él no puede repetir el 4-M, que debe dar paso a otro. Aunque nadie quiere hoy disputarle el liderazgo en las primarias, para no debilitar aún más la marca con una guerra interna. La clave, aseguran las fuentes consultadas, es si Arrimadas va a forzar su renuncia y mover el banquillo. Suenan los nombres de Edmundo Bal, aunque parece difícil que Cs descabece la portavocía del grupo parlamentario en el Congreso. Y Ángel Garrido, expresidente de la Comunidad con el PP. "Si hay primarias, Ángel no se presenta", señala uno de sus colaboradores.

El pánico se ha apoderado de Ciudadanos, un cuerpo enfermo y mutilado que acaba de perder dos de sus cuatro gobiernos autonómicos. El partido de Inés Arrimadas ha colapsado, su sistema inmune está descontrolado y llega a las elecciones del 4-M en Madrid con serio riesgo de padecer una septicemia. Las deserciones al PP encabezadas por el exresponsable de Organización del partido, Fran Hervías, dejan el rastro amarillento de la infección. El lunes dimitió Toni Cantó. Ayer lo hicieron dos diputados de la Asamblea madrileña, Sergio Brabezo y Marta Marbán. Y los que están se miran de reojo buscando confirmar quiénes serán los próximos en huir. La psicosis es total.

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