La hora de la Junta de Andalucía en Abengoa

La multinacional sevillana Abengoa ha sorprendido esta semana emitiendo una nota de prensa en la que recuerda al Gobierno andaluz de Juanma Moreno su compromiso de apoyarla con 20 millones de euros para completar su tercera reestructuración financiera en cinco años. El comunicado a la desesperada de la compañía presidida por Gonzalo Urquijo se debe a la urgencia que tiene en los plazos para cerrar un acuerdo que permita evitar la quiebra antes de fin de mes y para el que solo falta que la Administración autonómica firme su parte “esencial” esta misma semana.

Después de conseguir lo más difícil (un acuerdo por más de 500 millones de euros con el Gobierno a través del ICO, acreedores, proveedores, trabajadores…), los responsables de Abengoa ven con preocupación las dudas de la Junta de Andalucía, que públicamente expresa sus palabras de apoyo pero que no termina de firmar su aval. Fuentes de la dirección de la empresa aseguran a El Confidencial que no entienden ese temor, especialmente en una operación que cuenta con la bendición de la UE, del Gobierno español y que también es apoyada públicamente por los sindicatos y privadamente por los distintos grupos del Parlamento andaluz, con los que se han reunido.

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La clave política parece fundamental para el Gobierno regional de PP y Ciudadanos, partidos que siempre han criticado duramente los millones de fondos públicos “enterrados” por la “Junta socialista” en rescatar empresas que estaban abocadas al cierre —desde Santana Motor a Delphi o Isofotón—. El miedo a parecer 'más de lo mismo' puede estar tras esa incertidumbre del Ejecutivo autonómico.

Para despejar las dudas sobre la viabilidad de la empresa, la dirección de Abengoa ha mantenido reuniones con varios consejeros andaluces en las que han expuesto las cifras de esta multinacional, que en los dos últimos años ha tenido que aumentar de nuevo su plantilla un 20% —hasta los 14.000 empleados— gracias a los proyectos ganados en concursos públicos por todo el mundo compitiendo con multinacionales y cuyo montante supera los 4.000 millones de euros.

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Es precisamente esa demostrada competitividad internacional en un sector clave y de futuro como el de la energía, unida a la alta cualificación del equipo humano, a la que han apelado los responsables de Abengoa para pedir a la Junta su apoyo. ¿Puede Andalucía permitirse el lujo de dejar caer una de sus empresas más emblemáticas y con mayor proyección una vez se solvente su actual situación financiera? Es la pregunta a la que deberá responderse el Gobierno autonómico.

La compañía se juega esta semana su futuro (una vez más), a la vez que deberá hacer frente a la vista que se celebrará mañana jueves a las 10 de la mañana en el Juzgado Mercantil 1 de Sevilla por la petición de un grupo de accionistas minoritarios para dejar en suspenso el rescate de la compañía aprobado el pasado 6 de agosto. Los demandantes, agrupados en torno a la plataforma Abengoa Shares, aseguran ser más de 1.000 y suponer más del 10% del capital social de Abengoa, si bien la operación de reestructuración a través de la nueva sociedad instrumental Abenewco I diluiría su participación hasta el 2,7%.

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Los responsables de Abengoa se muestran tranquilos y no creen que esa petición tenga recorrido, pero reconocen que el “ruido mediático” generado en estos momentos hace un daño muy importante que puede afectar incluso a ese retraso de la Junta en concretar su apoyo. “Son noticias que no responden a la realidad y que resultan, en todo caso, gravemente perjudiciales para los intereses de la empresa y sus diferentes grupos de interés”, han llegado a responder públicamente.

En cualquier caso, la multinacional sevillana fundada en 1941 afronta unas horas decisivas en las que miles de trabajadores, accionistas, proveedores, etc. contienen la respiración para que la empresa pueda salir de su agujero financiero y volver a centrarse en su actividad en un sector, el de las energías renovables, en el que ha demostrado ser todo un referente a nivel mundial.