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La banca se prepara para la caída de Abengoa: quiere al liquidador de Isolux
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RETRASA LAS CUENTAS DE 2019 POR PEGAS DE PWC

La banca se prepara para la caída de Abengoa: quiere al liquidador de Isolux

Los acreedores trabajan en el plan B ante la perspectiva de la presentación de concurso y posterior liquidación. El despacho Ramón y Cajal tiene ya preparada la solicitud de quiebra

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

La crisis de Abengoa, que se arrastra desde que la empresa salió en 2017 del preconcurso solicitado en 2015, se trabaja en varios frentes. Mientras la ingeniería trata de convencer a sus proveedores con deudas impagadas de casi 700 millones para que renuncien a cobrar el 90%, los bancos acreedores liderados por Santander preparan el escenario de presentación de concurso en lo que queda de año y el inicio de una posterior liquidación.

Fuentes jurídicas y empresariales conocedoras de este proceso explican que las entidades financieras han puesto encima de la mesa el nombre de Francisco Vera como potencial administrador concursal y liquidador del grupo andaluz. El abogado con base en Barcelona lideró la administración concursal de empresas como la también ingeniería Isolux, la constructora Rayet o Banco Madrid. Solo en Isolux, el principal acreedor financiero de Abengoa, Banco Santander, concentraba un riesgo de 825 millones cuando cayó en 2017 y la firma acabó en liquidación. El administrador debe ser nombrado por el juez mercantil de Sevilla, previa comunicación a la CNMV.

Foto: Gonzalo Urquijo, presidente de Abengoa. (EFE)

Santander habría consensuado este nombre con el resto de bancos acreedores del grupo, como HSBC, Crédit Agricole, Bankia, CaixaBank o Bankinter. La propuesta de refinanciación, la tercera en cinco años, que Abengoa trata de desatascar de forma desesperada estas semanas, incluye la entrega de parte de su capital a los bancos como parte del acuerdo. Esta propuesta, aparte de tratar de solucionar el lastre de los 700 millones impagados a suministradores, supondría la reestructuración de la mitad de su pasivo financiero, unos 3.000 millones.

Santander, consultado oficialmente, señala que en lo que está trabajando es en volver a reestructurar la compañía y no en que vaya a concurso.

En el frente jurídico, el despacho de cabecera de Abengoa, el bufete madrileño Ramón y Cajal, tiene ya preparada la eventual solicitud de concurso ante los juzgados de lo Mercantil de Sevilla. Este es el despacho del que procede el actual secretario del consejo de administración de Abengoa, Daniel Alaminos. Antes de incorporarse a la empresa sevillana en 2014, Alaminos era socio del área de mercados de capitales del despacho.

Límite, el 14 de julio

En medio de todo ello, Abengoa emitió este martes otra señal de la extrema debilidad en que se encuentra. Comunicó a la CNMV que retrasa la formulación de sus cuentas de 2019, debido precisamente a la incertidumbre sobre el resultado final del proceso de refinanciación en curso. La formulación de cuentas es el paso previo a su remisión al auditor, PwC, para que este emita su informe de auditoría. PwC lleva desde febrero pidiendo a la empresa previsiones de venta de activos, tesorería y pagos a proveedores creíbles en el corto y medio plazo para dar su plácet a las cuentas.

Foto: (EFE)

La empresa se ha dado hasta el 14 de julio para desatascar esta tercera refinanciación y formular esas cuentas. En caso de no lograrlo, “adoptará las medidas que legalmente procedan”, señala escuetamente a la CNMV. Lo que cabe interpretarse como la presentación del mencionado concurso.

Provisionalmente, los estados financieros del segundo semestre de 2019 comunicados a la bolsa recogieron pérdidas de 519 millones derivadas, primero, del impacto del impago de parte de sus compromisos financieros el año pasado. Y segundo, del desfase patrimonial provocado por los 682 millones de impagos a los proveedores.

La crisis de Abengoa, que se arrastra desde que la empresa salió en 2017 del preconcurso solicitado en 2015, se trabaja en varios frentes. Mientras la ingeniería trata de convencer a sus proveedores con deudas impagadas de casi 700 millones para que renuncien a cobrar el 90%, los bancos acreedores liderados por Santander preparan el escenario de presentación de concurso en lo que queda de año y el inicio de una posterior liquidación.

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