Vox blinda la legislatura andaluza en plena bronca con PP y Cs en Madrid

El miércoles a última hora, respirarán tranquilos. Los socios de PP y Cs en la Junta de Andalucía saben que entonces tendrán manos libres para tomar decisiones respecto a las relaciones con Vox en mitad de la bronca abierta en Madrid. El Gobierno andaluz dará esta semana un paso de gigante al blindar la legislatura hasta 2021, lo que permitiría casi agotar el mandato sin sobresaltos. El apoyo de Vox al Presupuesto andaluz de 2020, que despliega la promesa de bajada de impuestos pese a las advertencias de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), garantiza poder agotar la legislatura. Si para el año próximo no hubiera acuerdo, se podrían prorrogar los Presupuestos sin problemas, admiten en el Gobierno.

Esta semana, el Parlamento andaluz prevé el debate final de la Ley de Presupuestos de Andalucía. Son las segundas cuentas aprobadas por el Gobierno de PP y Cs con el apoyo de Vox. El Ejecutivo autonómico, que ya se vio el pasado verano contra las cuerdas para sacar las cuentas en vigor, extendió el pacto a las cuentas de 2020 y aceleró en otoño las negociaciones. Logró así firmar con Vox un documento a finales de octubre, en mitad del clima de inestabilidad política nacional. El acuerdo es a tres bandas, PP, Cs y Vox, nada que ver con la animadversión que se pudo comprobar, por ejemplo, entre estos tres partidos en la constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados, donde las tres derechas no fueron capaces de sellar una estrategia común.

TE PUEDE INTERESAR

Vox entra en la Mesa y facilita un puesto más a la izquierda al rechazar el pacto de Casado

Ángel Collado

Desde la Consejería de Hacienda, aseguran que el acuerdo de Presupuestos está hecho y no muestran ninguna duda sobre el voto afirmativo de los 12 diputados de Vox en el Parlamento andaluz. El portavoz de este grupo, Alejandro Hernández, también ha defendido el sello de su partido en las cuentas. Desde Andalucía, fuentes de Vox aseguran que el clima con PP y Cs es “leal” y que el acuerdo andaluz no estará sujeto a los enfrentamientos que se abran en Madrid. Sin embargo, también admiten que en ocasiones es muy difícil evitar las interferencias y dejan claro que habrá repercusiones si sigue la tensión entre Pablo Casado y Santiago Abascal. Vox es un partido muy jerarquizado, donde las decisiones últimas se adoptan en Madrid.

Vox deja de ser imprescindible

En el Gobierno andaluz, la preocupación es cero. Saben que, sacando las cuentas adelante este miércoles en la Cámara autonómica, tendrán la legislatura allanada. Vox dejará de ser imprescindible. Hay asuntos que, aseguran, se abrirán a la negociación con PSOE y Adelante Andalucía y dejarán a un lado a la formación de extrema derecha. "Lo más importante era tener Presupuesto. El resto, se puede ir salvando", admiten fuentes del Gobierno.

El PP de Pablo Casado dibuja una nueva estrategia en la que estrecha lazos con Cs, posiblemente con la intención de quedarse los restos del partido naranja en caso de que el partido no logre reflotar de la mano de Inés Arrimadas. Ese acercamiento del PP a Cs para formar un frente común frente al posible Gobierno de PSOE y Podemos con el apoyo de ERC y otros partidos nacionalistas aspira además a aislar a Vox, y eso generará tensión en el bloque de derechas que se dejará entrever sin duda en el Congreso y posiblemente también en los parlamentos autonómicos.

TE PUEDE INTERESAR

El PP ve a Vox "lepenista" y a Sánchez "aliado con todos los enemigos de la Constitución"

Ángel Collado P. Esteban

Cuando esa tensión llegue a Andalucía, los populares están convencidos de que no podrá ya hacer mella en el Gobierno. Hasta ahora, a diferencia de la nueva hoja de ruta marcada con Génova, el PP andaluz y su presidente, Juan Manuel Moreno, siempre han apostado por “abrazar” a Vox. Se mostraban convencidos de que “integrando” al partido de Abascal, logrando “normalizarlo”, conseguirían aplacar sus expectativas electorales. Esa estrategia, por más que en el seno del Gobierno andaluz lo nieguen, no ha funcionado como freno a Vox, sino todo lo contrario. La oposición acusa a PP y Cs de “blanquear” con los pactos autonómicos, del que Andalucía fue pionera, a Vox y haber logrado así su brutal ascenso hasta los 52 diputados en el Congreso tras las pasadas elecciones de noviembre.

Primeras grietas

El PP juega con esa baza, convencido de que Vox tiene poco margen de maniobra, no solo en Andalucía, donde los Presupuestos serán aprobados con carácter inmediato, sino en el resto de comunidades donde gobiernan de la mano y la negociación va más retrasada. Desde las filas populares, creen que Vox tendría muy difícil explicar por qué bloquea Presupuestos que cumplen, por ejemplo, con promesas de bajada de impuestos. También creen que Vox se atreverá a dejar caer gobiernos o dar paso al PSOE en las comunidades donde se firmaron pactos a tres.

TE PUEDE INTERESAR

Primer aniversario del cambio político: del abrazo a Vox al 'annus horribilis' del PSOE-A

Isabel Morillo. Sevilla

En Andalucía, salvo la negociación del Presupuesto en vigor, cuando Vox amagó con dejar caer las cuentas, no ha habido graves sobresaltos. Las relaciones con el PP son buenas y tampoco hay diferencias importantes con Cs. Sin embargo, han surgido algunas grietas. Por ejemplo, en violencia de género. El última día contra la violencia machista, el pasado 25 de noviembre, Vox impidió una declaración institucional en el Parlamento andaluz, que requería la unanimidad de la Mesa de la Cámara. A cambio, por primera vez en la legislatura, PP y Cs se prestaron a una foto conjunta con PSOE y Adelante Andalucía y practicaron, un año después de las elecciones, la primera maniobra de cordón sanitario o aislamiento a Vox.