Inquietud en el PP por el "riesgo" a que la maniobra de Sánchez le impulse en las europeas: "Es imprevisible"

Génova se aferra a la tesis de que Sánchez no dimitirá este lunes. Que todo forma parte de una especie de "táctica" del presidente del Gobierno para movilizar a la militancia socialista y a la ciudadanía para tapar la polémica que afecta a su mujer. Pero lo cierto es que nadie tiene certezas de lo que pasará hoy. En el partido de Feijóo trabajan desde el miércoles con todas las hipótesis para estar "preparados" ante cualquier escenario. Si Sánchez opta por abandonar y ceder el testigo —en el PSOE sostienen que sería María Jesús Montero la candidata "sin discusión"—, el líder del PP no daría la nueva investidura como una batalla perdida. Ya deslizó el pasado jueves que se postularía. "España merece otro presidente", agitó.

Mientras el país sigue expectante ante la decisión de Sánchez, el PP mira al corto plazo con cierta preocupación. La inesperada carta a la ciudadanía del presidente del Gobierno ha convulsionado la campaña catalana que acaba de comenzar. En Génova dan por hecho que el "golpe de efecto" del secretario general del PSOE movilizará a los votantes de Salvador Illa y afianzará su bolsa de electores, un diagnóstico que también perjudica a un PP que aspiraba a crecer, en parte, por la fuga de voto constitucionalista de los socialistas. Aunque los nervios están a flor de piel de cara a la cita del 12-M, son las elecciones europeas donde Feijóo verdaderamente se la juega, y en la que los populares atisban "riesgos".

La hipótesis que comparten distintos dirigentes del PP es que la onda expansiva de la "jugada" de Sánchez puede condicionar también los resultados el próximo 9 de junio. "Los cálculos que teníamos pueden cambiar. Lo que pase a partir de ahora es del todo imprevisible", comenta un cargo de la cúpula nacional. La incredulidad es la tónica general. Más allá de conseguir un buen resultado en las europeas, comenta otra fuente autorizada del PP, otro de los grandes objetivos de la cita era conseguir "un resultado rotundo" frente a un PSOE a la baja. "Pero esto puede servir para reafirmar a su votante", añade. Si los socialistas aguantan, se leerá en clave interna como un importante revés para Feijóo.

La inquietud que recorre al partido parte de la tesis de que Sánchez aguantará, pero tampoco descartan cambios en el reparto de votos respecto a lo pronosticado hasta ahora por las encuestas si, finalmente, cede el bastón de mando del Gobierno y renueva el liderazgo del PSOE. "Ahora mismo todo puede pasar", inciden fuentes de la dirección. Las dudas sobre el resultado de la maniobra del jefe del Ejecutivo inundan las filas de los populares y pone en vilo la recta final del ciclo electoral.

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Feijóo siempre ha situado Cataluña como un territorio clave para afianzar su liderazgo político. Lograr un buen resultado que les permita salir del coma en el que se encuentran las siglas en este territorio se ve ahora como la mayor aspiración, además de crecer por encima de Vox. Pero donde el líder del PP había depositado toda su confianza es en las elecciones europeas, los primeros comicios nacionales desde el 23-J, y planteadas desde el primer minuto como un plebiscito contra Sánchez. La victoria del PP, al menos por el momento, se da por garantizada de puertas para adentro. La incógnita ahora es la capacidad de aguante del PSOE, cuya candidatura estará liderada, si no hay cambios, por la exministra Teresa Ribera.

Las elecciones del próximo 9 de junio se entienden también como una suerte de refrendo o rechazo a las políticas de Sánchez en los últimos meses, marcadas por la tramitación de la ley de amnistía y las cesiones del Ejecutivo al independentismo. Feijóo se llevó esa batalla a Europa, con continuas denuncias por lo que a su juicio supone una vulneración del Estado de Derecho y de la separación de poderes en España. Planteó el conflicto ante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y prevé recurrir la despenalización del procés ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

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El resultado de los comicios comunitarios determinará no solo la fortaleza del liderazgo de Feijóo, sino también si toda su estrategia contra la amnistía da frutos en un momento en que hasta la norma clave de la legislatura ha pasado a un segundo plano. Más allá del CIS, que apunta a un empate técnico entre PP y PSOE el 9-J, los sondeos que manejan en la cúpula de Génova apuntan a que el PP conseguirá doblar los resultados de 2019 y crecer hasta los 24 o 25 representantes en el Parlamento Europeo. Las encuestas publicadas señalan también que el PSOE perdería un solo escaño, hasta los 19, aunque la expectativa que Génova abonaba en los últimos meses era que esa caída sería más pronunciada.

Este viernes se reunió por segunda vez en la sede nacional el comité de campaña de los populares, liderado por Esteban González Pons y compuesto por un equipo similar al que encargó Feijóo la estrategia de las generales del pasado mes de julio. La profunda inestabilidad política obliga a la dirección del PP a redefinir la estrategia de las europeas y adaptarla a los nuevos acontecimientos.

Génova ya está movilizando a todos los territorios para una auténtica campaña en clave nacional, en la que anticipan que habrá que "remar" para apuntalar sus resultados en mitad del enrevesado panorama nacional. "Estas elecciones son de todos", apeló Feijóo en el citado cónclave, donde avisó que la clave de la convocatoria europea, más con el panorama actual, es la "movilización" de su electorado y la "concentración del voto" en el PP. En el espectro de la derecha compite con Vox, pero también con los restos de Ciudadanos y otras fuerzas menores.

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El calendario aprieta, y el líder del PP aún no ha deshojado la margarita de su candidatura. Tiene de plazo hasta el próximo 6 de mayo para hacerlo. En este momento, nadie en el PP duda que será Dolors Montserrat quien encabece la lista europea, aunque en términos prácticos será el propio Feijóo el candidato in pectore de la campaña.

El descarte de Pons puso todas las cartas sobre la mesa de Montserrat. En el equipo del líder popular ya dejan caer que el gallego es un político "previsible" al que "no le gustan demasiado las sorpresas", lo que apuntala la candidatura de la catalana. En el partido sí hay especial inquietud por cómo completará Feijóo el resto de la lista, ya que los principales barones aspiran a tener peso en puestos de salida que garantice a sus primeros espadas tener un asiento en el Parlamento Europeo. Las fuentes consultadas también dan por hecho que habrá "savia nueva", con los ojos puestos en el expresidente de Ciudadanos, Adrián Vázquez.