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El dirigente del PSOE andaluz que dimitió por la imputación de su mujer hace 14 años
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Desapareció de la vida pública

El dirigente del PSOE andaluz que dimitió por la imputación de su mujer hace 14 años

El cordobés Rafael Velasco era el número dos de José Antonio Griñán cuando su mujer fue citada como investigada por los cursos de formación. A principios de este año el juez lo imputó a él también y aún debe declarar

Foto: Rafael Velasco (i), junto a Manuel Chaves (d). (EFE/Julio Muñoz)
Rafael Velasco (i), junto a Manuel Chaves (d). (EFE/Julio Muñoz)

Pedro Sánchez tiene un precedente en su partido donde mirarse en estos cinco días de reflexión que se ha concedido el presidente del Gobierno para decidir si sigue en Moncloa. Hace 14 años, la joven promesa del PSOE andaluz, llamado a las más altas responsabilidades en la mayor federación del partido, dimitió después de que su esposa fuera imputada en una de las macrocausas relacionadas con la corrupción que han asolado a los socialistas andaluces en la última década y media. Se trata del cordobés Rafael Velasco, que fue vicesecretario general del partido, portavoz en el Parlamento y posible delfín de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El dirigente socialista desapareció de la vida pública después de dejar todos sus cargos, en octubre de 2010, después de un movimiento que el PSOE calificó de "cacería política".

Una investigación periodística de El Mundo desveló que la mujer de Velasco estaba implicada en el cobro de ayudas presuntamente irregulares en el caso de los cursos de formación, que sigue activo en los tribunales andaluces. Años después de la imputación inicial, la juez María Núñez Bolaños, que sustituyó a Mercedes Alaya, archivó la causa sin llamar declarar a la esposa del dirigente andaluz, ni tampoco a otros familiares del cordobés. Pero en enero de este año el nuevo titular del juzgado de instrucción número 6 de Sevilla, José Ignacio Vilaplana, ha reactivado el caso y ha puesto a Velasco en el foco, ya que lo ha declarado también como investigado por una supuesta trama familiar para el cobro de esas subvenciones para impartir cursos de formación y que no fueron dedicadas a su destino original.

Velasco formaba parte de la tríada de dirigentes llamados a suceder a la generación de Chaves y Griñán y junto a él estaban figuras que luego han sido muy relevantes en el PSOE andaluz. El cordobés era el número dos del partido, mientras que Susana Díaz, era la secretaria de Organización del partido y Mario Jiménez se convirtió en portavoz parlamentario en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede del legislativo andaluz. La sevillana acabó quedándose con el delfinato tras la caída de Velasco y fue elegida presidenta de la Junta cuando Griñán dimitió acorralado por el caso de los ERE, por el que ha acabado condenado. Jiménez, que mantiene su escaño en la Cámara regional, siguió como portavoz parlamentario e incluso fue el portavoz de la gestora que dirigió al PSOE en el interregno entre los dos mandatos de Pedro Sánchez.

Pero Velasco desapareció de la vida pública andaluza, dejó todos sus cargos orgánicos e institucionales y no ha vuelto a aparecer en los titulares hasta este año por la imputación que ha decidido el juez Vilaplana. Debió sentarse a declarar en los juzgados de Sevilla en febrero, pero el magistrado aplazó su declaración a abril. Y tampoco se produjo entonces, ya que el juzgado hispalense ha decidido inhibirse ante la Fiscalía europea al tratarse de fondos procedentes de Bruselas. El 80% de los fondos por valor de 193.000 euros que se están investigando fueron a cargo del Fondo Social Europeo, por lo que la instancia comunitaria tendrá que decidir si asume las indagaciones o si mantiene el asunto en los juzgados del Prado de San Sebastián, por donde han desfilado en los últimos años parte de la cúpula socialista que gobernó Andalucía entre 1991 y 2013.

Foto: Un juzgado abre diligencias contra Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, por tráfico de influencias. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)

Los delitos que se imputan al "entramado familiar" donde están Velasco, su esposa, su hermano y dos cuñadas del exdirigente son los de malversación y falsedad documental. Según la investigación, la empresa Aulacen SL habría gestionado y justificado ayudas de forma irregular, con dudas sobre la fecha de su homologación para poder impartir cursos a parados. Por ese motivo están también imputados en la causa el exconsejero de Empleo Antonio Fernández, condenado por el caso ERE y cumpliendo penas de prisión, así como otros cuatro altos cargos del organigrama de Empleo

Cuando el exdirigente cordobés del PSOE dimitió, la investigación estaba en un estadio inicial, igual que ocurre ahora con la denuncia contra Begoña Gómez. La diferencia es que las indagaciones que afectan a la esposa del presidente del Gobierno parten de una denuncia de una organización que acumula varias polémicas, como es Manos Limpias, mientras que en el caso andaluz fue una juez, Mercedes Alaya, la que inició el caso. Desde entonces, el asunto ha oscilado entre el sobreseimiento libre y la reactivación después de un trabajo de investigación de la Guardia Civil.

"Desde entonces, el asunto ha oscilado entre el sobreseimiento libre y la reactivación después de un trabajo de investigación de la Guardia Civil"

Y en todo ese periodo, Velasco no ha concedido ni una entrevista a los medios. Fue Susana Díaz, como secretaria de Organización del PSOE andaluz, quien informó de la dimisión "irrevocable" del cordobés, que se dedicaría "por entero" a su vida familiar. La expresidenta de la Junta dijo entonces que Velasco "necesita estar al lado de su familia" y calificó a su compañero como "un hombre honesto y honrado" que había sido víctima de una "campaña de calumnias que ha destrozado su vida familiar y que ha puesto en riesgo la salud de su mujer y de su futuro hijo".

"Ha demostrado su valor frente al desprestigio de la política, que por parte de dirigentes del PP reiteradamente venimos sufriendo tanto en Andalucía como en el resto del territorio nacional", zanjó entonces Díaz, que también estuvo bajo los focos por el trabajo de su esposo en UGT, concretamente en la empresa que impartía cursos de formación que fueron investigados. En la comisión de investigación que se activó en el Parlamento de Andalucía al respecto, la presidenta negó cualquier relación de su esposo con la corrupción y dejó una frase para la historia. "Me he casado con un tieso, sí. ¿Y qué pasa?".

Pedro Sánchez tiene un precedente en su partido donde mirarse en estos cinco días de reflexión que se ha concedido el presidente del Gobierno para decidir si sigue en Moncloa. Hace 14 años, la joven promesa del PSOE andaluz, llamado a las más altas responsabilidades en la mayor federación del partido, dimitió después de que su esposa fuera imputada en una de las macrocausas relacionadas con la corrupción que han asolado a los socialistas andaluces en la última década y media. Se trata del cordobés Rafael Velasco, que fue vicesecretario general del partido, portavoz en el Parlamento y posible delfín de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El dirigente socialista desapareció de la vida pública después de dejar todos sus cargos, en octubre de 2010, después de un movimiento que el PSOE calificó de "cacería política".

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