Es noticia
Ribera se posiciona como favorita para ser comisaria y optar a la cartera de Energía
  1. España
elecciones europeas

Ribera se posiciona como favorita para ser comisaria y optar a la cartera de Energía

La vicepresidenta es percibida en el PSOE y en Bruselas como la apuesta de Sánchez, con independencia de que vaya o no en la lista de las europeas. Borrell acaba mandato como Alto Representante este otoño

Foto: La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. (EEF/Olivier Hoslet)
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. (EEF/Olivier Hoslet)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las elecciones catalanas del 12 de mayo pueden ser tan trascendentales para la política española, que todo gira ya alrededor de ellas. Han opacado la celebración el 21 de abril de las vascas y convertido en algo lejano las europeas del 9 de junio, cuando se escogen a los eurodiputados españoles para los próximos cinco años. Pero estos comicios, en un momento de grandes cambios geopolíticos que interpelan directamente a Europa, tendrán efectos muy importantes a nivel nacional e internacional.

En España, con permiso del resultado en Cataluña, se librarán como una segunda vuelta de las generales. Con el PSOE, en mejor o peor forma en función de si Salvador Illa consigue o no ser presidente de la Generalitat. Pedro Sánchez las asume como un nuevo reto personal, otro combate emocional contra el ascenso de la ultraderecha. Y eso le obliga a tomar decisiones cruciales que afectan a la composición de su propio Gobierno.

Si opta por la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, como su gran figura para este ciclo tendrá que decidir si encabeza las listas en junio o si sencillamente la escoge como comisaria más adelante, un nombramiento que después debe ser aceptado por el Parlamento Europeo. Aunque la nominación es una competencia del presidente del Gobierno, será la próxima presidenta de la Comisión Europea, que se asume que será la popular alemana Ursula von der Leyen, la que decida qué cartera y qué rango le da. Las dos opciones son factibles, según distintas fuentes, aunque existen más dudas sobre si va a liderar la lista, que sobre si será la elegida por Sánchez para la Comisión Europea.

Ribera es la persona a quien todo el mundo apunta en el PSOE para dar el salto a la UE y la candidata española a formar parte de la Comisión Europea, y es una idea también muy extendida en Bruselas, donde se piensa que va a formar parte del próximo colegio de comisarios. Y ella, aseguran fuentes socialistas, se muestra "disponible" para lo que el presidente decida. Se considera, explican, "una soldado" que acatará la tarea que el partido le encomiende.

Foto: Congreso Electoral de los socialistas europeos en Roma. (Europa Press/Stefano Spaziani)

Si Sánchez repite el mismo esquema que hace cinco años, cuando Josep Borrell ocupó el primer puesto a las europeas para después ser promocionado como Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, la lógica política apunta a que la vicepresidenta debería encabezar la candidatura del 9-J. Pero Sánchez todavía no se ha pronunciado y están "abiertas" las dos alternativas. Vaya o no en la lista, en la familia socialdemócrata está asumido desde el congreso de Málaga, en noviembre pasado, que será catapultada como comisaria.

Pero antes el jefe del Ejecutivo debe encajar las piezas y resolver el alcance de su apuesta. Ribera es una ministra de su total confianza, que simboliza el carácter verde de su mandato. Ha superado muchas resistencias internas hasta convertirse en una figura clave de los sucesivos gobiernos de Sánchez. Prescindir de ella supone una pérdida para el Ejecutivo, pero a la vez permite a Moncloa poner otra pica en Europa e intentar contar con un perfil dinámico que ayude a la influencia española en Bruselas. A Ribera se le reconoce en la capital comunitaria como toda una autoridad en energía, y ha liderado la posición de los Estados miembros que exigían a la Comisión Europea una importante reforma del diseño del mercado energético.

Borrell lideró en 2019 la lista europea pero renunció al acta para seguir de ministro, a la espera de entrar en el olimpo de la UE

A merced del dictamen del presidente, cuenta con todo a favor para hacer la mudanza. Dependiendo de la ruta que escoja, yendo como cabeza de lista a las europeas o sencillamente nominándola después, Sánchez podría contar con ella como vicepresidenta hasta octubre o incluso más allá, cuando la Eurocámara vota y aprueba el próximo colegio de comisarios.

De nuevo, el precedente de Borrell marca una senda. Lideró la lista europea pero renunció al acta de eurodiputado para mantenerse como ministro de Exteriores, a la espera de entrar en el olimpo de la UE. Llegó a prometer su cargo como parlamentario europeo ante la Junta Electoral Central (JEC) y menos de una semana después se echó a atrás para permanecer en el Gobierno hasta que se aclarara el reparto de altos cargos en Europa.

Ribera podría hacer lo mismo, presentándose y luego dejando el acta, ya que existe una incompatibilidad entre ambos cargos, y seguir al frente de Transición Ecológica hasta bien entrado el otoño. Sánchez tendrá que buscarle un relevo, que posiblemente pueda encontrar en el propio Ministerio, como sucedió con el nombramiento de Carlos Cuerpo como ministro de Economía después de la designación de Nadia Calviño para presidir del Banco Europeo de Inversiones. Y su salida puede dar pie a otros retoques en el Ejecutivo, con el propósito de infundir un nuevo impulso en una legislatura que está resultando muy compleja.

Foto: Sánchez durante un Congreso del PES tras el 23-J. (Reuters/Jon Nazca)

Con ella en Europa, Sánchez incluye en la próxima Comisión Europea una pieza importante. Ribera tiene buen nombre en Bruselas, pero además es muy fiel al presidente del Gobierno. En la capital comunitaria, lejos de lo que pueda parecer, se conspira y se rumorea mucho. Contar con gente de total confianza es algo que este Gobierno ha descubierto. No solamente a nivel de comisarios: en general se ponen en marcha todas las estructuras para intentar asegurar buena presencia española a todos los niveles, en las direcciones generales y en los principales gabinetes. Es una estrategia que va mucho más allá de la nominación del comisario.

Para Ribera, en todo caso, no serían cinco años sencillos. Se asume que la española podría obtener una cartera verde, pero lo cierto es que la agenda europea, que en 2019, cuando se formó la actual Comisión, estaba muy marcada por el clima, rema ahora en otra dirección. Von der Leyen ha abandonado las ambiciones políticas de la agenda del Pacto Verde, y en los próximos cinco años llegará un trabajo muy arduo y poco agradable: empezar a aplicar la inmensa cantidad de legislación que se ha aprobado en estos últimos años con el objetivo de poner a Europa rumbo a la neutralidad climática a mediados de siglo.

placeholder Josep Borrell conversa con Teresa Ribera en una imagen de archivo. (EFE/Mariscal)
Josep Borrell conversa con Teresa Ribera en una imagen de archivo. (EFE/Mariscal)

Por eso, más allá de la cuestión medioambiental, a España le interesa más una cartera dura a la que siempre ha prestado bastante atención: energía. Con una Unión en plena transición de modelo, buscando retener su industria y tratar de competir en la carrera tecnológica, la energía puede ser fundamental para España. En los últimos cuatro años y pico el Gobierno ha descubierto que el nombramiento de Josep Borrell, Alto Representante, podía ser un "golpe político" de autoridad, pudiendo defender que habían obtenido uno de los conocidos como top jobs de la UE, pero que en la política comunitaria en muchas ocasiones importa más mantener influencia y poder en cuestiones regulatorias, donde realmente Bruselas se impone.

Sobre Borrell, que ha tenido una mala relación con Von der Leyen y que atestigua algo a lo que se tendría que adaptar Ribera, una Comisión enormemente presidencialista y con un poder muy concentrado en la presidenta y en un grupo muy pequeño de colaboradores, fuentes socialistas explican que la intención es "terminar a finales de año", cuando finaliza el mandato de la actual Comisión. Además, fuentes del PSOE apuntarían a la posibilidad de que pueda ir en la lista para, por supuesto, encabezarla sin más pretensión que cerrar su etapa. Esta es una opción que no se descarta. Porque el PSOE respetará lo que él quiere hacer, aunque existe una incompatibilidad entre el puesto de eurodiputado y el de jefe de la diplomacia europea. Pero el foco está puesto en Ribera a quien consideran una "magnífica candidata y comisaria".

Las elecciones catalanas del 12 de mayo pueden ser tan trascendentales para la política española, que todo gira ya alrededor de ellas. Han opacado la celebración el 21 de abril de las vascas y convertido en algo lejano las europeas del 9 de junio, cuando se escogen a los eurodiputados españoles para los próximos cinco años. Pero estos comicios, en un momento de grandes cambios geopolíticos que interpelan directamente a Europa, tendrán efectos muy importantes a nivel nacional e internacional.

Comisión Europea Teresa Ribera Josep Borrell Ursula von der Leyen Bruselas Pedro Sánchez
El redactor recomienda