Favorita absoluta y sin rivales internos: Von der Leyen confirma que buscará un segundo mandato

Pistoletazo de salida. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha sido confirmada este lunes como la candidata de los democristianos alemanes (CDU) y a principios de marzo será previsiblemente coronada como la spitzenkandidat, o candidata para presidir el próximo Ejecutivo comunitario por parte del Partido Popular Europeo (PPE). La exministra de Defensa alemana, la mujer más poderosa de Europa en estos momentos, no tiene competencia interna en estos momentos y es considerada como la favorita indiscutible para repetir en el cargo.

En Bruselas, hace meses que se habla de la reelección de Von der Leyen. De cuándo se postularía y si acaso tendrá algún tipo de apuro para hacerse de nuevo con el cargo al que llegó en 2019, siendo una candidata muy discutida por el Parlamento Europeo. Ella fue una imposición de los líderes que pasaron por encima del sistema de los spitzenkandidaten, que dictamina que los jefes de Estado y de Gobierno deberían nominar al próximo presidente de la Comisión de entre los candidatos elegidos por las familias políticas europeas. Ahora, la alemana tendrá que seguir de cerca las elecciones europeas del 6 al 9 de junio de 2024, que determinarán si la llamada mayoría Von der Leyen, conformada por socialistas, populares y liberales, sigue manteniendo una mayoría absoluta en la Eurocámara ante el crecimiento de los grupos ultraconservadores (ECR, por sus siglas en inglés) y de extrema derecha (ID).

Todo el mundo daba por hecho que Von der Leyen sería la candidata del PPE, a pesar de su mala relación con el líder de la familia democristiana europea, el también alemán Manfred Weber, y todo el mundo daba también por sentado que se hará con el cargo. Y eso queda demostrado, por ejemplo, con la elección del spitzenkandidat de los socialistas europeos (PSE), el desconocido comisario de Empleo y Derechos Sociales, el luxemburgués Nicolas Schmit. La elección de Schmit apunta a que el PSE da por perdida la carrera por el Ejecutivo comunitario y está situando al luxemburgués para ser vicepresidente ejecutivo de la próxima Comisión, centrándose en otros puestos, especialmente el de la presidencia del Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

Von der Leyen tiene mucha oposición dentro del PPE. La tiene por su agenda climática, que le ha acercado más a Los Verdes que a los democristianos, y por su rivalidad con Weber, por un trato que consideran que ha sido de segunda clase frente a los socialistas, a quienes la presidenta de la Comisión les ha prestado mucha atención. Pero al mismo tiempo, los populares europeos saben que la única opción viable, aunque en Bucarest intentarán elevar la figura de la conservadora maltesa Roberta Metsola, actual presidenta del Parlamento Europeo, precisamente como un contrapeso más a Von der Leyen.

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La líder de la Comisión Europea se ha convertido en la favorita indiscutible porque ha trabajado en varios planos desde que llegó a la decimotercera planta del Berlaymont. Se ha convertido en una candidata aceptable para los socialistas e incluso para los ecologistas, al menos hasta ahora. Y al mismo tiempo, ha entendido que el poder real reside en el Consejo Europeo, así que ha cortejado a los líderes correctos dentro del foro de jefes de Estado y de Gobierno. Así, Von der Leyen ha logrado el respaldo tanto de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español y una de las principales figuras del PSE, como de Giorgia Meloni, primera ministra italiana y líder de ECR a nivel europeo.

La experiencia de 2019, cuando la alemana fue elegida por un puñado de votos repartidos de forma poco homogénea por toda la Eurocámara, le demostró que los eurodiputados van a seguir a sus líderes y que la manera de lograr una mayoría inicial es pensando en la aritmética del Consejo Europeo más que del Parlamento Europeo. Sabe que los votos de la “mayoría Von der Leyen” pueden bailar, como lo hicieron hace cinco años, y que necesita asegurar apoyos más allá. De ahí la importancia de Meloni, cuyos Fratelli d’Italia serán la primera fuerza política de Italia y uno de los principales partidos de la Eurocámara.

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Von der Leyen construyó su primera legislatura sobre el Pacto Verde, una idea que en realidad impulsó Frans Timmermans, el spitzenkandidat del PSE que fue desbancado en el último momento por un pacto de Emmanuel Macron, presidente francés, y Angela Merkel, canciller alemana, quien coronó a su ministra de Defensa como presidenta de la Comisión. Pero el PPE, su partido, le dio la espalda a la agenda climática en primavera de 2023 y la revuelta del campo europeo hace que la munición política del Pacto Verde se haya agotado, al menos por el momento. Queda lo más duro de la agenda climática, que será aplicarla en la próxima legislatura.

Por eso, la alemana ha empezado a buscar otro pegamento para su nueva coalición: la defensa. Las señales que dejaban claro que la alemana se disponía a lanzarse para su reelección han llegado en forma de mensajes relacionados con la visión militar de la UE. Primero una entrevista en el Financial Times la semana pasada y después un discurso ante la Conferencia de Múnich en el que explicó que apoyaba la idea de crear un “comisario de Defensa” en el próximo Ejecutivo comunitario.