Feijóo hará pinza con PNV y Junts en busca del "colapso" del Gobierno

El año 2024 va a comenzar con dos acuerdos entre los dos grandes partidos bajo el brazo. Sánchez y Feijóo se estrecharon la mano el pasado viernes para cerrar, por fin, la reforma del artículo 49 de la Constitución y sentaron las bases para iniciar una nueva negociación que desbloquee el CGPJ, esta vez bajo la supervisión de la Comisión Europea. El líder del PP prevé conjugar esa "institucionalidad" y esa mano tendida en busca de grandes acuerdos con una oposición sin cuartel al jefe del Ejecutivo, en busca de fisuras que dinamiten el bloque de la investidura y lleven al "colapso" su mandato.

En Génova son optimistas respecto a esta posibilidad y creen que Sánchez podría caer "antes de 2025", en función de cuándo se celebren las elecciones catalanas. "No agotará la legislatura", suscriben.

El PP ve que cada ley, cada pleno y cada votación suponen una "oportunidad" para que se "rompa" la mayoría que sostiene a Sánchez. Y Génova está dispuesta a engrasar la relación parlamentaria con PNV y Junts para torpedear la agenda legislativa del Gobierno. Fuentes de la dirección aseguran que no perderán la oportunidad de hacer pinza con los nacionalistas vascos y catalanes en busca de posiciones comunes para tumbar leyes del Gobierno, siempre y cuando esos posibles acuerdos estén dentro del marco constitucional. "Sánchez tiene que saber que le estamos vigilando, y que no le pasaremos ni una", afirman.

Tanto en el PNV como en Junts ven en esta triangulación una oportunidad para apretar a que el Gobierno cumpla con sus compromisos. Como ha publicado este periódico, los de Carles Puigdemont le dan un año a Sánchez para ello y, si no, se plantean ir a una moción de censura con el PP que lleve a otras elecciones generales y, de paso, darse protagonismo ante las elecciones en Cataluña, donde las encuestas le dan a medio gas.

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El propio Alberto Núñez Feijóo confirmó hace unos días este escenario durante una entrevista en Antena 3. Advirtió tanto a Junts como a ERC que no encontrarían al PP para pactar "ilegalidades", pero sí asuntos en materia económica o social que estén "dentro de la Constitución" —puso como ejemplo la ley de vivienda— y en los que tengan una postura contraria a la esgrimida por la coalición PSOE-Sumar. El líder del PP se quedó solo a cuatro votos de formar Gobierno, y es la misma cifra que necesita ahora para tumbar leyes del Ejecutivo y armar un frente contra Sánchez.

Génova buscará acentuar el desgaste del Gobierno construyendo un muro en las Cortes contra el que choque su agenda. Y en el PP están dispuestos a ahormar mayorías parlamentarias con Junts si ello incide en la desestabilización del Ejecutivo. El problema que se encontrará en esa estrategia será Vox. Los de Santiago Abascal no parecen dispuestos a formar parte de ese bloque, ni siquiera en votaciones puntuales. De hecho, el partido ultraconservador ya censuró duramente los contactos "indirectos" que mantuvo el PP con Junts antes de la investidura fallida de Feijóo. Los populares reconocieron esas conversaciones, pero nunca desvelaron quiénes fueron los interlocutores.

Génova buscará acentuar el desgaste del Gobierno, construyendo un muro en las Cortes contra el que choque su agenda

El PP buscará construir mayorías alternativas en busca de un "colapso" de la legislatura, sin abandonar la idea de presentar incluso una moción de censura "en el momento en que sea preciso". Feijóo no pulsará el botón nuclear a la ligera, y esperará a una hipotética ruptura irreversible de los socios de Sánchez para intentarlo. En la dirección del PP trabajan con "tres grandes crisis" que Sánchez tendrá que sortear en 2024. La primera es la mencionada, la complicada aritmética y la posibilidad de que su bloque se desangre votación tras votación. No solo PNV y Junts pueden complicarle la partida a Sánchez, sino también Podemos por la guerra abierta con Sumar.

La segunda gran crisis que contempla el primer partido de la oposición llegará con las elecciones europeas, donde creen que se asestará un "duro golpe" a la "credibilidad" de Sánchez dentro y fuera de España. Génova concibe precisamente los comicios comunitarios como una suerte de plebiscito al segundo mandato de Sánchez, que ha arrancado marcado por la amnistía y las continuas cesiones a las formaciones independentistas, desde la condonación de la deuda catalana hasta la entrega de la capital de Navarra a Bildu, sin olvidar la luz verde que ha dado el PSOE a despenalizar el enaltecimiento del terrorismo o las injurias a la Corona.

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Y el tercer gran golpe que prevén en el PP vendrá primero con las elecciones vascas y más tarde con las catalanas. Los comicios en Euskadi aún no tienen fecha, aunque en Génova trabajan con el 17 de marzo como fecha posible. Génova prevé que Sánchez tenga que hacer importantes "equilibrios" entre el PNV y Bildu. Los populares llevan semanas abonando la tesis de que el PSE traicionará a los jeltzales y apoyará al partido de Otegi si este logra imponerse, como parte del "pacto oculto" que, según la tesis del PP, mantiene Sánchez con los abertzales radicales.

Fuentes del PP desvelaron a El Confidencial que, durante las conversaciones previas a la investidura de Feijóo, los de Ortuzar llegaron a plantear la posibilidad de pactar una moción de censura tras las elecciones vascas si Sánchez no cumplía con su promesa de mantenerles al frente del Gobierno Vasco. Y esa inestabilidad podría culminar tras las elecciones catalanas, en que el PSC podría estar en la misma difícil situación entre ERC y Junts. En principio, Cataluña no tiene que abrir las urnas hasta 2025, pero tampoco se descarta un adelanto electoral tras el verano. Dirigentes del PP aseguran que Feijóo les ha animado en privado a estar "preparados" para ir a elecciones en cualquier momento. "A Sánchez y a sus socios el amor se les va a romper de tanto usarlo", vaticinan.