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Feijóo pierde la investidura y habrá elecciones el 14 de enero si Junts no 'salva' a Sánchez
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LLEGA SIN OPCIONES A LA SEGUNDA VOTACIÓN

Feijóo pierde la investidura y habrá elecciones el 14 de enero si Junts no 'salva' a Sánchez

El candidato del Partido Popular no logra sumar ningún voto más a los de Vox, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria, y los constantes llamamientos a los diputados del PSOE caen en saco roto

Foto: Alberto Núñez Feijóo en la segunda jornada del debate de su investidura. (Reuters/Susana Vera)
Alberto Núñez Feijóo en la segunda jornada del debate de su investidura. (Reuters/Susana Vera)
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Los pronósticos se han cumplido. El notable grado de imprevisibilidad que recorre la política española ha quedado esta vez reducido a cero. Alberto Núñez Feijóo ha perdido la investidura al no conseguir más votos de los 172 con los que contaba de antemano. El resultado del PP (137) y Vox (33) ha sido insuficiente y ni el apoyo de Unión del Pueblo Navarro (UPN), con un diputado, y el de Coalición Canaria (CC), con otra, han logrado superar el fallo electoral de la derecha el 23-J. Al candidato popular le han faltado cuatro síes que no han salido de ningún sitio, pese a sus continuas apelaciones a que le respaldaran diputados del PSOE descontentos con la posibilidad de que Pedro Sánchez amnistíe los delitos vinculados a los hechos del procés.

El grupo socialista ha votado en bloque. Ni fugas ni errores —salvo el desliz del diputado Herminio Rufino Sancho Íñiguez—, aunque la amnistía provoca rechazo en una parte del PSOE. Y con la misma disciplina se han comportado el resto de formaciones de la Cámara, contrarias a que Feijóo sea presidente. En total, 178 votos en contra, que aglutinan a los socialistas (121), Sumar (31), Junts (siete), ERC (siete), Bildu (seis), PNV (cinco) y BNG (uno). En esta aritmética pretende sostenerse Sánchez para continuar en la Moncloa.

Foto: El portavoz del PNV, Aitor Esteban. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Después de esta primera votación, en la que el aspirante del PP necesitaba alcanzar 176 votos, mayoría absoluta, habrá una segunda en dos días. El fracaso de este miércoles pone en marcha el proceso para unas nuevas elecciones, que se celebrarían el próximo 14 de enero, si durante este tiempo el PSOE no logra armar una mayoría. Parece tenerlo al alcance de la mano, tras haber hecho ya aproximaciones a Junts, cuyo apoyo es fundamental para la investidura y en todo el discurrir de la legislatura.

Feijóo aún dispone de una nueva oportunidad el viernes, cuando solo necesita más síes que noes, pero nadie prevé que haya cambios en las próximas 48 horas. Una vez que se consume esta segunda votación y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, informe el Rey, este pondrá fecha a una nueva ronda de consultas para designar o no un nuevo candidato a formar Gobierno. El PSOE espera que sea rápido y que, por supuesto, le haga el encargo a Sánchez. Su nominación disparará las negociaciones que ya se mantienen con Junts sobre una posible amnistía.

Feijóo ocupa su espacio

En términos cuantitativos, la investidura ha sido en balde. En estos momentos, su utilidad reside en que pone en funcionamiento el reloj de una posible repetición política. Pero políticamente supone un ensayo bastante lúcido de hacia dónde camina una más que probable nueva legislatura. Feijóo emerge como líder de la oposición tras aceptar que se ha quedado a las puertas de ser presidente por una sucesión de errores. A todo se le puede ver el lado positivo. Este miércoles recordó que "él no tenía previsto participar en la política nacional, pero en esta primera carrera no he quedado tan mal" porque "he quedado primero". Su primer discurso y el modo en que se ha desenvuelto después en las réplicas han dado tranquilidad a todos los sectores de su partido. El siguiente paso será acometer los cambios en la dirección que le reclaman internamente.

Foto: Alberto Núñez Feijóo, durante su intervención, con Pedro Sánchez observando. (EFE/Kiko Huesca)

También se ha puesto de manifiesto que Feijóo provoca en Pedro Sánchez el mismo rechazo que antes de las elecciones. La campaña de desgaste que el PSOE y el Gobierno, ahora en funciones, impulsaron contra él desde que percibieron que se adelantaba en las encuestas se mantiene intacta. El líder socialista no se ha molestado en contestarle en el debate y ni siquiera ha tenido a bien que lo hiciera su portavoz, Patxi López. En su lugar encargó la encomienda a uno de los diputados más duros, el exalcalde de Valladolid Óscar Puente.

La amnistía, en el centro del debate

Y ha quedado muy claro que España se encamina a una amnistía por los delitos del procés, que los independentistas catalanes dan por hecho, aunque Junts avisa que no formará parte de ningún "bloque español" y promete una legislatura tensa. Sus votos son indispensables en todas las votaciones salvo que Coalición Canaria decida apoyar puntualmente a Sánchez. Este respaldo permitiría al PSOE dar desahogo a algunos de sus socios y que Junts, ERC o los partidos vascos se abstengan de vez en cuando. La diputada de CC, Cristina Valido, ha abierto esa puerta, al negar que con su aval hoy a Feijóo suponga entregarse a la derecha. "Canarias se compromete con quien se compromete con Canarias, le pedimos lo mismo al PP y al PSOE", dijo, en referencia a la llamada agenda canaria.

El resultado de la primera votación.

El debate ha evidenciado, además, las dificultades del PP para contar con más votos, pese a los esfuerzos de Feijóo por mandar mensajes a Junts y el PNV. Sobre todo a estos últimos. Las señales no parecen lo suficientemente claras. Todos los llamamientos han caído en saco roto. Junts le ha cerrado la puerta y los nacionalistas vascos están ahora más molestos con el candidato popular que hace unas horas. El enfrentamiento parlamentario entre Feijóo y el portavoz del PNV, Aitor Esteban, fue bastante tenso. Esteban no encajó bien los continuos reproches del aspirante popular, quien aseguró que a sus votantes les provoca "desazón" que estén en el mismo bloque que Bildu o ERC y se conforme con ser un "satélite". Ni que se preste a ponerle un "capote" a Carles Puigdemont, con la visita de Andoni Ortuzar a Bruselas. "No sé cuantos votos han conseguido con esta reunión", pero, le avisó, "esos votos ya los tiene Bildu y creciendo". A Aitor Esteban todo esto no le hizo ni pizca de gracia y, aunque afirmó que "seguiremos hablando", concluyó que hoy Feijóo "no ha hecho más amigos".

Los intentos del PP de sacar a Junts y el PNV de la mayoría de Sánchez, en todas las votaciones en las que sea posible, con el argumento político de que son ideológicamente partidos de centroderecha, será una de las cuestiones a resolver de la posible próxima legislatura. Ese anhelo se topará con el propósito de ambas formaciones, también de ERC y de Bildu, de que estos años sean los del cambio del modelo territorial. El lendakari Iñigo Urkullu ya ha planteado que se puede hacer sin tocar la Constitución. No es posible afirmar aún qué pasará, si finalmente habrá pacto con Junts y Sánchez será presidente, pero, si esto sucede, las señales que emiten el PSOE y sus socios es que España se encamina a otro periodo de transformación política y social.

Los pronósticos se han cumplido. El notable grado de imprevisibilidad que recorre la política española ha quedado esta vez reducido a cero. Alberto Núñez Feijóo ha perdido la investidura al no conseguir más votos de los 172 con los que contaba de antemano. El resultado del PP (137) y Vox (33) ha sido insuficiente y ni el apoyo de Unión del Pueblo Navarro (UPN), con un diputado, y el de Coalición Canaria (CC), con otra, han logrado superar el fallo electoral de la derecha el 23-J. Al candidato popular le han faltado cuatro síes que no han salido de ningún sitio, pese a sus continuas apelaciones a que le respaldaran diputados del PSOE descontentos con la posibilidad de que Pedro Sánchez amnistíe los delitos vinculados a los hechos del procés.

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