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El PP saca la artillería contra Ximo Puig consciente de un escenario electoral "complicado"
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TENSIÓN EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

El PP saca la artillería contra Ximo Puig consciente de un escenario electoral "complicado"

Génova y Mazón coordinan una estrategia de desgaste contra la figura del presidente de la Generalitat, mientras crecen los nervios en las filas populares por la posibilidad de que el PSPV logre reeditar el Botànic

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), y el presidente del PP en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. (EFE/Fernando Alvarado)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), y el presidente del PP en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. (EFE/Fernando Alvarado)

La Comunidad Valenciana se ha convertido en el centro de todos los esfuerzos de Feijóo de cara a la primera gran cita con las urnas de este 2023. Génova ha descargado gran parte de la presión electoral sobre los hombros de Carlos Mazón, el candidato que busca arrebatar a Ximo Puig un feudo históricamente azul. Pero el PP está comenzando a sentir el vértigo de lo que puede suponer una derrota en el territorio al que han fiado ostentar la "llave de la Moncloa". Tanto en la dirección nacional como en la regional han admitido siempre que las encuestas auguran un resultado "ajustado", que dependerá en gran medida de que Podemos logre o no representación en las Cortes.

El nerviosismo en las filas populares ha ido en aumento en los últimos días, y algunas voces pronostican incluso un escenario "complicado" para los intereses del PP en la Comunidad Valenciana a la luz de los últimos sondeos. Génova ha lanzado una moneda al aire. Y las dos semanas de campaña, que arranca oficialmente este viernes, serán determinantes para inclinar la balanza a izquierda o derecha en un territorio clave para los intereses nacionales de Feijóo. En este punto, el PP ha decidido sacar toda la artillería pesada contra Ximo Puig y lanzará una estrategia centrada en desgastar la figura política del president, sirviéndose de las últimas polémicas que rodean al barón del PSPV. La corrupción ha enturbiado durante años la gestión de los populares en la Comunidad Valenciana, y el PP busca ahora lanzar ese balón sobre el tejado de los socialistas en busca de rédito en las urnas.

Foto: Ximo Puig y Joan Lerma se saludan, en una imagen de 2015. (EFE/Kai Försterling) Opinión

Las presuntas irregularidades en varios contratos de la época de Puig como alcalde de Morella con la empresa de su hermano, Francis Puig, han servido a los populares para prender la mecha contra su principal rival en las urnas a dos días de que arranque la campaña. Carlos Mazón ya ha pedido explicaciones al presidente de la Generalitat por la información adelantada por El Mundo, en la que se apunta que el hermano de Ximo Puig lleva alrededor de 13 años facturando sus trabajos publicitarios en el Ayuntamiento de Morella sin que medie contrato administrativo entre ambos. Se da la circunstancia de que el actual presidente valenciano fue regidor de la mencionada localidad entre 1995 y 2012, por lo que, siempre según el mencionado medio, pagó al menos 57 veces sin contrato a la compañía en la que trabaja Francis Puig.

En Génova, asumen que este caso podría no ser el último por el que el PSPV tenga que dar explicaciones durante la campaña, y redoblarán la presión por la "estela de corrupción" que, a su juicio, representa Ximo Puig. No obstante, los socialistas valencianos decidieron cortar de forma tajante lo que califican como una información "falsa", y defendieron en un comunicado la legalidad de unos contratos que no superaron los 15.000 euros en tres años. "Después de ocho años, la derecha no suma y solo tiene esto para mentir y difamar al president de la Generalitat. La desesperación de la derecha es tan grande que tienen que recurrir a la insidia, la injuria y la calumnia. Estamos ante una persecución política con el único objetivo de atacar la honorabilidad del Gobierno que ha sacado la Comunidad Valenciana de la corrupción en la que la dejó la derecha", lanzan en el PSPV.

Foto: Pedro Sánchez, el pasado 16 de abril, en Valencia. (EFE)

La dureza del comunicado de los socialistas valencianos da una idea de la tensión con la que se desarrollará la incipiente campaña electoral en un territorio que servirá de espejo tanto a Sánchez como a Feijóo de la fuerza con la que llegan a las urnas. Pero el PP no se da por vencido, e intensificará los ataques directos contra Ximo Puig, sirviéndose de los coletazos del caso Azud —los populares pidieron incluso personarse en la causa— y de las polémicas que han rodeado a sus socios en los últimos meses, con el controvertido caso del marido de Mónica Oltra aún guardado en la recámara.

Con el aval y respaldo de Génova, el popular Carlos Mazón centra su estrategia de oposición de cara al 28-M en una doble vertiente: el desgaste político y personal de Ximo Puig, por encima de las siglas que representa, y su equiparación con Pedro Sánchez, una imagen que rehúye el barón socialista. El PP llevó también esa estrategia a la arena nacional y, además de las explicaciones en Les Corts, solicitó la comparecencia de Ximo Puig y la creación de una comisión de investigación en Congreso y Senado para que el presidente de la Generalitat diese explicaciones sobre la "presunta financiación ilegal del Partido Socialista y de su organización territorial en la Comunidad Valenciana". Ninguna de estas peticiones recibió el aval de las Cámaras.

Foto: El presidente de Castilla-La Mancha y candidato del PSOE a la reelección, Emiliano García-Page.

El nerviosismo en las filas de los populares se ha acrecentado en los últimos días por la posibilidad de que Puig reedite por la mínima el Pacto del Botànic y supere la suma de PP y Vox. Los populares fían gran parte de su éxito el 28-M, tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de territorios, a la circunstancia de que Podemos no supere la barrera del 5% de voto necesaria para obtener representación. La irrupción de Yolanda Díaz puede tener consecuencias negativas, pero también positivas para la marca, si la vicepresidenta segunda del Gobierno decide hacer campaña junto a los morados en el bastión valenciano. Un sondeo difundido este lunes por El País allana un escenario optimista para el PSPV, que mejoraría tres escaños respecto a 2019 y sumaría con Compromís y Podemos 51 diputados, uno por encima de la mayoría absoluta. El PP ganaría las elecciones, pero el avance de Carlos Mazón sería insuficiente para lograr un Gobierno con Vox.

Así las cosas, Génova echará el resto con sus candidatos de la Comunidad Valenciana en los próximos días. Carlos Mazón visitará la capital este miércoles, mientras que Feijóo se desplazará a Valencia para la tradicional pegada de carteles que da comienzo a la campaña. El acto central del PP de cara al 28-M también tendrá la ciudad del Turia como escenario, concretamente la Plaza de Toros. El próximo 21 de mayo, los populares esperan superar la marca que dejó Pablo Casado en octubre de 2021, cuando el predecesor de Feijóo abarrotó el recinto. El mensaje es claro: ganar la Comunidad Valenciana no solo se traduce en un éxito en las urnas el 28-M. También es un "jaque mate" a Sánchez.

La Comunidad Valenciana se ha convertido en el centro de todos los esfuerzos de Feijóo de cara a la primera gran cita con las urnas de este 2023. Génova ha descargado gran parte de la presión electoral sobre los hombros de Carlos Mazón, el candidato que busca arrebatar a Ximo Puig un feudo históricamente azul. Pero el PP está comenzando a sentir el vértigo de lo que puede suponer una derrota en el territorio al que han fiado ostentar la "llave de la Moncloa". Tanto en la dirección nacional como en la regional han admitido siempre que las encuestas auguran un resultado "ajustado", que dependerá en gran medida de que Podemos logre o no representación en las Cortes.

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